La Silenciosa privatización del agua en Quintana Roo

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Recientemente hubo una movilización social sin precedentes en la sociedad mexicana para detener los intereses privados por apoderarse de los recursos de agua dulce disponibles en el país a través de la llamada “Ley Korenfeld” que gracias a la coyuntura de los tiempos electorales de 2015 y es escándalo del helicóptero de CONAGUA utilizado por el ex funcionario David Korenfeld, quien a pesar de haber renunciado a su puesto en el gabinete, aun sigue ostentando el titulo de presidente del Consejo Intergubernamental del Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO.

Sin embargo actualmente la privatización del agua se ha desarrollado de forma paulatina en las ciudades de Saltillo, Coahuila, Puebla y en Quintana Roo, donde nuestro estado fue pionero en 1993 al privatizar los servicios hidráulicos en los Municipios de Benito Juárez (Cancún) e Isla Mujeres durante el gobierno de Mario Villanueva.

Los quintanarroenses han sufrido esta privatización en carne propia desde hace mas de dos décadas, teniendo que subsistir con malos servicios, agua de mala calidad, cobros excesivos y cortes ilegales del suministro del agua pro falta de pago.

La empresa Aguakan es la encargada de lucrar con el vital líquido y en Enero de 2015 recibió una extensión de su concesión hasta 2053 y una ampliación de la misma en el Municipio de Solidaridad (Playa del Carmen) donde la paraestatal CAPA se encargó de dejarles en “charola de plata” toda la infraestructura desarrollada con presupuesto público para desarrollar de manera exitosa su modelo de negocio.

La privatización ha sido de manera exprés y sin ningún tipo de consideración hacia a la ciudadanía. Evidentemente existe mucha opacidad y discrecionalidad en el manejo de este trascendental  tema para la sociedad del estado y los medios de Quintana Roo han callado ante la opresión del régimen político encabezado por Roberto Borge, quien ademas de controlar el Congreso y la Prensa local, se ha encargado de empeñar el futuro financiero del estado con una mega deuda y aunado a eso, ha entregado el agua de los quintanarroenses a manos privadas para lucrar con el vital líquido.

Habría que recordarle al régimen político mexicano, que la privatización del agua en Bolivia fue lo que ocasionó el movimiento social que encumbró en el poder a Evo Morales ante el hartazgo de la población por el despojo desquiciado del neoliberalismo que en México parece tener a la sociedad en una “olla exprés” a punto de estallar.

Este de documental de Actualidad RT refleja el silencio inaudito de los medios locales de Quintana Roo y la realidad de una privatización del vital líquido que podría ser el inicio de una guerra por el agua.

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