Frases célebres

julio 22, 2016

Un niño japonesito llega a Estados Unidos y el papá lo inscribe en la escuela.

El primer día de clase, la maestra presenta a Susuki, hijo de un empresario japonés, a los chicos de sexto grado.

Luego la maestra les dice a los alumnos :

-«Hoy empecemos repasando un poco de historia de América del norte y del sur

-¿Quién dijo «Denme la libertad o denme la muerte»?

La clase se quedó callada, excepto Susuki:

-«Lo dijo Patrick Henry, 1775»

-«Muy bien!. Dijo la maestra

– ¿Quién dijo «el gobierno del pueblo para el pueblo, no debe desaparecer de la faz de la tierra»

De nuevo, ninguna respuesta de la clase, salvo Susuki:

– «Abraham Lincoln, 1863».

La maestra, asombrada, les dice:

– «Chicos, debería darles vergüenza. Susuki que es nuevo en nuestro país, sabe más de nuestra historia que ustedes».

La maestra alcanza a escuchar un susurro:

-«¡Pinches japoneses hijos de su chingada madre!».

-¿Quién dijo eso?, preguntó la maestra.

Nuevamente Susuki levanta su mano y dice:

-«General Douglas Mc Arthur, 1942»

La clase queda muda y uno de Los chicos alcanza a decir:

«Voy a vomitar».

La maestra trata de ver quién fue el irrespetuoso:

– «Ya basta… ¿quién dijo eso?

Y Susuki dice:

-«George Bush padre, al Primer ministro japonés, 1991».

Uno de Los alumnos, furioso, le grita al japonés desde el fondo:

-«Chúpame ésta!».

Susuki, casi saltando en su silla, Le dice a la maestra:

– «Bill Clinton a Mónica Lewinsky.- 1997” .

El que era el número uno de la clase gritó:

-«Yo estaba en primer lugar hasta que llego este pinche japonés de cagada. »

Y Susuki Contesta: -«Mario Vargas Llosa – Elecciones peruanas, 1990».

La clase entra en un estado de histeria. La maestra se desmaya, cunde el caos.

Mientras Los chicos se arremolinan alrededor de la desvanecida maestra, uno de ellos –exclama:

«¡Putísima madre, ¿ y ahora cómo salimos de este desmadre sin que se den cuenta que fuimos nosotros?»

Y Susuki responde:

– «Roberto Borge, Quintana Roo, México, 20 de junio de 2016”

1 Comment

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Artículo Anterior

Fernando Mora, el mal asesor de Carlos Joaquín

Próxima Artículo

Espero curarme de ti – Jaime Sabines

Ir a Arriba