OBSERVATORIO: Vuelo 475

Por Pedro Canche.

Observatorio: Los cruceros, los barcos trasatlánticos, los buques de carga en el Canal de Panamá era un método de escape sin dejar rastro.

Era la preocupación de la Interpol. Que el ex gobernador Roberto Borge rentara algún camarote de lujo y se diera a la fuga como de película.

Esa oportunidad de perderse en el mundo se le fue al político de 37 años. Cuando se enteró que Reforma publicó el sábado 3 de Junio la orden de captura, no lo pensó dos veces.                             Ese mismo día le dijo  a su ayudante Alan García que consiguiera el boleto sencillo para París. Quería alejarse, quería perderse pero en plan de  escape cómodo. Tenía que abandonar América.

Acostumbrado a ser tratado como rey ordenó a Alan García buscar un boleto de primera en el Air France,  lo consiguió su secretario Y hasta UBER en Punta Colón en la Torre Trump llegó a eso de las seis de la tarde. Un postre de mango quedó en la bandeja de servicios del departamento 24 donde pagaba 30 mil pesos diarios.

La vista era de ensueño. Los matices del cielo de Panamá eran dignos de un suspiro. Sin embargo, el fugitivo ni lo notó. El vuelo 475 de las 20:34 horas nunca fue ocupado por el pasajero Roberto Borge Angulo con número de pasaporte G22394144.

A las 19:12 minutos unos agentes de migración panameña lo llamaron a una revisión de rutina. Cuando 2 agentes de la unidad de inteligencia de la PGR , 3 agentes de la Interpol y 4 de la Policia de Panamá le dijeron que estaba en calidad de detenido, Borge quedo «apanicado» como se dice en el argot de las carceles.

La Interpol le tomó las primeras fotografías cuando Borge estaba en el pequeño cubículo solo y asustado. Como conejo nervioso puso su humanidad en el asiento y se arrellano.

Ya con el pasaporte y fotografías, la identidad de Roberto Borge Angulo estaba confirmada En ese momento se sintió perdido De creerse un semidiós ahora aterrizaba sin el Air France y afrontaba su realidad.

Se dio cuenta que no tenía el poder por más que lo invocaba con sus cuentas en París y España.                                                                                            En ese momento se acordó de que estaba en la tierra de los buques y de los cruceros: El Canal de Panamá. Se maldijo a sí mismo.                          Se acordó que Alan le había dicho rentar  el camarote de un carguero a Taiwán,  -No es cómodo Cómo crees que viajemos por el Atlántico por semanas. Reserva el vuelo como te lo dije, En ese instante quiso dar todo lo que pudiera para estar en un buque de carga …hasta de pelapapas  O mejor aún cruzando Cozumel como un hombre libre en sus barcos Caribe.