Gobernador Núñez ‘ignora’ del Grupo Cancún en Tabasco

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POR BASILIO ARÉVALO

El gobernador (perredista) de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, conoce de versiones relativas a la existencia de un Grupo Cancún conformado por borgistas que opera políticamente en el municipio tabasqueño de Centro, pero “nada más allá de la rumorología”, declaró durante la entrevista en el marco del Primer Informe de su homólogo de Quintana Roo Carlos Joaquín González.

Centro es el municipio que concentra los tres Poderes del Estado y donde se asienta Villahermosa, la capital. Allí es gobierno el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que entronó bandera electoral con Gerardo Gaudiano Rovirosa, de 36 años, nieto del ex gobernador (priista) Leandro Rovirosa Wade y ex Secretario de Recursos Hidráulicos del Gobierno Federal. El proyecto político, es corillo a voces, es que lo conviertan Gobernador. Todo un ejemplo claro de la evolución de clanes… para perpetuarse en el poder.

Se le preguntó a Arturo Núñez Jiménez sobre la posible residencia en Tabasco de ex funcionarios de Quintana Roo y sus cómplices, particularmente de empresarios tabasqueños que fueron favoritos durante la administración del hoy preso de Panamá, Roberto Borge Angulo, quien se hizo “amigo” de Núñez por ser el facilitador de millonario presupuesto para Asuntos Migratorios de la Frontera Sur vía la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO)

Arturo Núñez Jiménez tuvo larga trayectoria como priista y se enemistó con este partido cuando fue desechado, en una primera vuelta para la gubernatura de Tabasco. Esa candidatura se la dieron a Manuel Andrade Díaz, ex gobernador que antes fue su ex secretario particular y pupilo en política. Andrade, al concluir su mandato y en continuidad a la institucionalidad tricolor se convirtió en súper asesor de gobernadores, ostentándose como comisionado político nacional del PRI. Manuel Andrade fue el gurú de Roberto Borge en los dos procesos electorales en Quintana Roo, uno triunfal y otro desastroso en los que fluyeron caudales públicos: cuando Borge ganó la gubernatura y la de Mauricio Góngora Escalante, cuando la perdió frente a Carlos Joaquín. Se sabe que Andrade también envió recomendados al gobierno borgista, entre ellos a Mauricio Collado Palacios, el fotógrafo personal del preso en Panamá, quien se presentó durante el quinquenio como “asesor de campañas políticas”.

Arturo Núñez Jiménez es gobernador de Tabasco desde el 31 de diciembre de 2012 y concluirá su mandato en 2018. Renunciando al PRI tejió la agrupación política “José María Pino Suárez” que, ofertada al Movimiento Progresista por Tabasco (PRD-PT-MC), le cedió la candidatura para ganar la elección de 2012 con 547 mil 663 votos. En esa misma coalición, plagada de priistas de años y enemigos de horas le tocó “la rifa del tigre” a un insospechado candidato que ganó la Presidencia municipal de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, con 159 mil 874 sufragios. Este gris personaje –nadie apostó a que ganaría– fue un postulante emergente mientras Gerardo Gaudiano, el nieto del ex gobernador del PRI, Leandro Rovirosa Wade, concluía sus estudios en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), la misma institución donde conoció a Roberto Borge Angulo, EXATEC Generación 2001.

El pasado 9 de septiembre de 2017, el reportero cuestionó fríamente al mandatario tabasqueño sobre la existencia de este grupo político, el Grupo Cancún, en el que supuestamente está incluido el contratista consentido de Roberto Borge: Edgar Méndez Montoya y otros operadores del gobierno anterior.

El gobernador perredista afirmó que ha oído versiones de ello “pero no tengo datos fidedignos de la situación”. Admitió que Tabasco y Quintana Roo han sufrido un aumento en la incidencia de ciertos delitos que es discutida en el seno de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) presidida por el perredista Miguel Ángel Mancera López.

“En nuestro caso se trasladó la crisis social que significó la hecatombe del declive petrolero. Esto incluyó el cierre de ductos, que ha desplazado a quienes se dedicaban a la ordeña de estos, a otros tipos de delitos. Tabasco también tiene una ubicación estratégica en las rutas de trasiego de migrantes y de droga, lo que la vuelve especialmente vulnerable”, remarcó.

SE ACABARON EL EDÉN

El 12 de mayo de 2012, poco antes de las elecciones, siendo candidato del Movimiento Progresista por Tabasco, Arturo Núñez declaró a un medio quintanarroense que esa entidad ya no es un edén. Se refirió al espejismo que la industria turística de Quintana Roo –como paraíso del Caribe– atrae a tabasqueños para cambiar su residencia o empresas, pero evadió todos los cuestionamientos políticos que tuvieran que ver con el canibalismo perredista, el enquistamiento y franquicia de un dirigente petista en Quintana Roo, la mansedumbre de Movimiento Ciudadano en cada elección y, por supuesto, los clanes criminales o lucrativos con dinero público.

Dos meses antes, en febrero de 2012, en Cancún Roberto Borge Angulo atestiguó la toma de protesta de los EXATEC Quintana Roo. Los definió como “aliados de nuestras políticas públicas en rubros estratégicos, como el económico, social y educativo”. Destacó que a la fecha eran siete gobernadores EXATEC en el país, ya sea vía maestrías o directamente de los campus. “Nuestra esencia es las redes de negocios, aportando experiencia, habilidades, capital, negocios, prestigio”, abundó. Testigo presencial y como miembro integrante de los EXATEC estuvo presente el joven, pero rapaz empresario tabasqueño Edgar Méndez Montoya, hijo de un ex funcionario de esa entidad durante los gobiernos de Manuel Gurría Ordóñez y Salvador Neme (+)

Tras los comicios del 5 de junio de 2016, cuando el PRI-Verde y Mauricio Góngora Escalante perdieron el poder político de Quintana Roo, el EXATEC Roberto Borge “dibujó” a su estilo su futuro inmediato. Soslayó el reclamo de justicia social y empezó a trazar la retirada “digna” de sus afines y cómplices en el descomunal saqueo a las arcas públicas.

Derivado del escándalo público en el que sumió a su familia y tras su inminente aprehensión para enfrentar cargos ante la justicia, el panorama del “Capi” Borge, como le llama el aún diputado federal del PRI, José Luis Toledo Medina, se desdibujó. A partir de ese momento, uno de los contratistas favoritos de Borge, el tabasqueño Edgar Méndez Montoya supo que ‘El cuerno de la abundancia’ se había agotado. De la misma edad que tiene Borge, Edgar que fue el ganón con los contratos millonarios de obra pública en Quintana Roo y cómplice del desfalco cometido por Borge, buscó otro filón para amasar fortuna mediante el presupuesto del municipio de Centro, Tabasco, su estado natal. Salió de Quintana Roo para encontrar el apoyo del presidente municipal de Centro, Gerardo Gaudiano, hermano de su otro cómplice: Germán Cristóbal Gaudiano, quien aparece en la investigación que la Secretaría de la Contraloría de Quintana Roo documenta en el expediente para ejercer acción penal.

Ha trascendido la existencia del Grupo Cancún operando en el municipio de Centro. Sus afines también lo nombran “Los piratas del Caribe” y aseguran que está conformado por Edgar Méndez Montoya, Germán Cristóbal Gaudiano y Edgar Díaz Martínez-Macías, quienes además de ser beneficiados con la fraudulenta compra de terrenos subvaluados del Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública del Estado (IPAE) de Quintana Roo, modificaron las tablas catastrales vía la empresa CYDEN Consultores, dedicada a la aerofotografía y datos geográficos propiedad de Alberto Silvestre Oriza Barrios, ex director del Catastro del Ayuntamiento de Benito Juárez durante el gobierno de Gregorio “Greg” Sánchez Martínez. Fueron acusados de desviar hasta 14 millones de pesos. Diarios. Según la investigación, el fraude consistió en ofrecer descuentos en el pago del impuesto predial a través de las modificaciones de tablas catastrales con su software geográfico. Actualmente, Oriza Barrios tiene una empresa con idénticas funciones, “Geo Informática Mexicana”, con oficinas en avenida Palenque de la ciudad de Cancún, pero es la misma que recién contrató el Ayuntamiento de Centro, Tabasco, para crear una ventanilla única, además de ayudar con software geográfico. Así, sin más, están replicando el esquema fraudulento utilizado en Quintana Roo.

Cristóbal Gaudiano, socio de Edgar Méndez y hermano del presidente municipal perredista de Centro, Tabasco, Gerardo Gaudiano, es el responsable de armar los procesos de licitación, concursando con empresas fachada para garantizar que la única real fuera la ganadora de la obra. Ocasionalmente participaron en licitaciones donde sabían que no iban a ganar, sólo para cuidarse, haciendo notar que no siempre ganaron los concursos.

Recién se exhibió en Tabasco, que las empresas Infralux, Traffic Light, así como Ramírez y García son proveedores de gobierno “fantasmas”. Apócrifos. Pero son las empresas consentidas de Gerardo y Germán Cristóbal Gaudiano Rovirosa.

NÚÑEZ Y BORGE, PRIMER ENCUENTRO

En noviembre de 2012, en el cobijo agónico de un sexenio federal que concluyó el PAN con 101 mil homicidios (el doble de las bajas militares en Vietnam); el domingo 11 de noviembre, el priísta Andrés Granier Melo presentó su último Informe de Gobierno a los tabasqueños. Al acto, asistió el abolengo regional del tricolor, representados por los gobernadores de este instituto político, entre ellos, el de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo. La nota fue escueta en los medios de información en esta entidad. ¿Por qué? Aparecía en tercera fila el gobernador electo, perredista, Arturo Núñez Jiménez. Trascendió aquí una conveniencia: la salvedad de que habiendo tanto tabasqueño en suelo quintanarroense, lo mejor era aupar el dicho de López Obrador, para “no alborotar el avispero”, luego de la escalada de cuestionamientos hacia El Químico, alentados en la recta final de su mandato.

Hasta enero de 2011, según datos consignados en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) que se realiza con  tutela del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi); Tabasco dejó de ser “importador” de gente de otras entidades y se convirtió en “exportador” sobretodo por un contexto expulsivo de sus propios habitantes a raíz de  cíclicas inundaciones. Si bien es cierto, que a Quintana Roo han llegado tabasqueños durante años atrás, lo cierto es que el fenómeno aumentó durante los gobiernos de Andrés Granier y su antecesor, Manuel Andrade, al que no pocos empresarios en Tabasco recuerdan por la deshonra que le llevó a triunfar en 2000 contra Arturo Núñez Jiménez, hoy gobernador electo bajo avasallante simpatía de perredistas, y priístas resentidos, y naturalmente ciudadanos que lo favorecieron en los comicios.

De acuerdo a los números, se interpreta que durante el gobierno de Granier por lo menos 300 mil tabasqueños vivían fuera del estado, aunado a las condiciones de desempleo e inseguridad. Muchos se arroparon en Quintana Roo para asentarse y empezar de nuevo en destinos de sol y playa, como Cancún, Playa del Carmen e incluso en Tulum y Chetumal.

La emigración de chocos, que es clara en Cancún, por ejemplo, demostró que la gente más valiosa, profesionistas y jóvenes que mucho podrían y desearían dar por su estado natal, surgió producto de un gobierno ineficiente y corrupto que, según la Enoe generó 66 mil 593 desempleados, poco más del doble que en 2006. Pero, ni de esto, ni del Grupo Cancún en Tabasco, sabe –solo de oídas—hoy el gobernador Arturo Núñez.

 

 

 

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