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Por Abraham Gorostieta
Leticia Rodríguez Lara, alias “Doña Lety” o “La 40”, así como a su hijo José Rafael Socci Rodríguez y a los ex agentes de la Policía Federal, Fernando Arellano Carbajal y Rafael Quiroz Alfaro fueron vinculados a proceso por los delitos de Delincuencia organizada.
“Doña Lety” es señalada como líder de un grupo de narcotraficantes que operaba en Cancún, Playa del Carmen, Tulum. Sus reales eran la colonia Alfredo V. Bonfil, en Cancún.
A su hijo se le ubica como el lugarteniente del grupo que se hacía llamar “el Cártel de Cancún”. Arellano Carbajal y Quiroz Alfaro, son señalados como cómplices, con el agravante de haber sido cometido por servidores públicos, de acuerdo a la causa penal 152/2018.
El Cártel de Cancún operaba principalmente en las zonas hoteleras, bares y playas de estos centros turísticos. “Doña Lety” contaba con el apoyo de autoridades locales y federales, así como protección de los mismos. En compensación, la líder del grupo daba altas cantidades de dinero semanales a los policías y regalos de alto costo, como automóviles y joyas.
El Cártel de Cancún controlaba el mercado de drogas en la Rivera maya y Cancún a través de un complejo sistema de operación a distribuidores o vendedores locales o territoriales de narcóticos y a un numeroso grupo de personas que fungían como brazo armado para su protección.
“Doña Lety” contaba con el apoyo de Fernando Arellano Carbajal y Rafael Quiroz Alfaro, elementos de la Policía Federal quienes le proporcionaban todo tipo de información obtenida de las investigaciones de inteligencia. Así, “La 40” siempre contaba con información detallada y “fresca” de los grupos antagónicos, como son el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Pelones y el Cártel del Golfo. Los agentes federales también proporcionaban información a “Doña Lety” de los operativos que realizarían la Procuraduría General de la República, la Policía Federal y la Secretaría de Marina.
“Doña Lety, la dueña de Quintana Roo”
La captura de Joseph Alan Balanzar Salgado, líder del grupo criminal conocido como Los Pelones fue clave para entender lo que sucedía en Cancún y lo que sucede en Quintana Roo con la violencia desatada en los últimos años.
Él era la pieza clave que hizo que el complejo entramado de corrupción de las autoridades policiacas y municipales quedara al descubierto. Oriundo de Acapulco, Guerrero, llegó a Cancún siguiendo las directrices del Cártel de Los Beltrán Leyva, quienes al quedar reducidos en su combate con el Ejército, ya no se ocuparon más de la plaza de Quintana Roo. Libre de las órdenes de sus jefes, Joseph operaba a un grupo de dealers para distribuir los narcóticos a lo largo de la zona hotelera de Cancún y Playa del Carmen.
Una vez capturado, el líder delató a todos. Dio santo y seña de qué autoridades federales estaban involucradas y explicó había una guerra entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Doña Lety” era la mandamás del Cártel de Sinaloa, mientras que Joshua Loyo Peña era el líder indiscutible del Cártel Jalisco Nueva Generación, quien fue capturado en 2017 en un hotel de lujo de Cancún.
El poder de “La 40” se consolido a finales de 2013, año donde las ejecuciones en Quintana Roo eran cosa de todos los días. El Cártel de Cancún había disputado y ganado el trasiego de drogas en la región. Eliminó a Los Zetas de Cancún y en poco tiempo doblegó a las células del Cártel de Golfo. Era la dueña de Quintana Roo, todos le rendían cuentas a ella. Ni siquiera Joshua Loyo Peña, quien había recibido la orden del Cártel Jalisco Nueva Generación, de “ir a pelearle la plaza a Doña Lety”, pudo con ella.
El reino perdido por un hijo
Doña Lety había sido policía judicial federal en Sonora, en donde encontró el amor, ahí se casó e hizo familia. Siete años después se dio de baja cuando la judicial federal en convirtió en la AFI.
Las investigaciones de inteligencia ubican que Leticia Rodríguez Lara se mudó a Cancún y que trabajaba traficando pequeñas cantidades de cocaína traídas desde Belice. Fue en el sexenio de Félix González Canto que “Doña Lety” conoció al exagente ministerial Ángel Fernando Tapia Chávez, “El Tijeras”, exjefe de escoltas del procurador de justicia, Gaspar Armando García Torres.
Con el apoyo de “El Tijeras”, Leticia estaba al tanto de retenes, operativos, cateos. Con ese apoyo logró enfrentar a Los Zetas y aplastar al Cártel del Golfo.
Ya en el sexenio de Roberto Borge logró afianzar su poder. “Doña Lety” había comprado a varios funcionarios de alto nivel de la procuraduría, y les daba pagos puntuales a agentes estatales, municipales y federales.
Doña Lety controlaba la venta de droga en la Riviera Maya, la venta de alcohol en bares y antros, la trata de blancas y la prostitución. En unos meses era la dueña absoluta de la Riviera Maya.
“Doña Lety” contaba con el apoyo total del Cártel de Sinaloa, es decir, del Chapo Guzmán y del Mayo Zambada, quienes ponían a su disposición células de sicarios. Las investigaciones de inteligencia señalan que ella es la autora del diseño de una ruta que conducía cargamentos de droga llegados de Sudamérica hacia los estados de Sonora y Sinaloa.
Sin embargo, el Cártel Jalisco Nueva Generación quería arrebatarle la plaza de Quintana Roo, sobretodo Cancún. Entonces, en 2016, se desató la guerra.
Poco a poco, el poder de “Doña Lety” fue menguando. La detención de José Rafael Zocsi Rodríguez, “El Dober”, hijo mayor de Leticia Rodríguez y su traslado al Cefereso de Perote, infestado de Zetas y Golfos, la trastocó.
Hizo todo lo que estuvo a su alcance para que su hijo no fuese llevado a ese penal, eso fue lo que la hizo tan vulnerable. Viajó a la Ciudad de México y con sus abogados intentó que “El Dober” fuera trasladado a un reclusorio de la Ciudad de México. No lo consiguió.
A su regreso a Cancún fue capturada. La Policía Federal y la Secretaría de Marina la esperaban en un filtro montado en la caseta de Amozoc. Intentó sobornar al comandante Federal: “¿Sabes quién soy? ¿Entonces para qué le haces al pendejo? Traigo ahorita 5 millones de dólares. ¿Los quieres?”.
Leticia Rodríguez Lara fue detenida y puesta en prisión.
Desde entonces el Cártel Jalisco Nueva Generación se dedicó a cazar a todas las células de “Doña Lety”. He aquí una de las razones de tantas ejecuciones en Quintana Roo. En 2018, tan solo en Cancún se registran en los tres primeros meses 114. En los años anteriores, durante la guerra de “Doña Lety”, las cifras son: 2015: 37; 2016: 61 y 2017: 226.
