El debate de las promesas. ¿Quién da más?

junio 14, 2018
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Cancún, Quintana Roo.- El debate organizado por la Coparmex y el Instituto Electoral de Quintana Roo se realizó en las instalaciones de la Universidad La Salle. Aquí se dieron cita los candidatos a la presidencia municipal de Benito Juárez.
La organización empresarial invitó a todos los candidatos. Mara Lezama, de la coalición “Juntos haremos Historia”; Niurka Saliva, candidata del Partido Encuentro Social; Luis Pablo Bustamante, candidato de la coalición “Todos por Quintana Roo”; Issac Janix, candidato independiente y José Luis Acosta Toledo, candidato de la coalición “Por Quintana Roo al Frente”, quien fue el único que no asistió.
La periodista Mara Lezama vestía con una camisa blanca y pantalón negro, pocas joyas. Durante los días que lleva de campaña ha entendido bien y ha sabido representa eso que Andrés Manuel López Obrador llama “la austeridad republicana”. Durante el debate Mara Lezama lució segura en sus argumentos, buscaba enfatizar en algunas palabras pero llegaba a veces a gritar. Con un discurso abierto y preparado. Lució segura, improviso muchas veces, conocía bien que tenía que decir y a quienes tenía que llegar. Mara le hablaba al votante indeciso, al votante que todos quieren y que pocos seducen. Mara lo trataba de hacer.
Locutora, lectora de noticias, Mara Lezama aprovechó esa experiencia para dejar en claro sus ideas: prometió el mejoramiento de la imagen urbana, mejorar la seguridad pública creando una policía de mando único. También fomentar la prevención del delito.
Issac Janix por su parte lució relajado. Sabedor de que él es el que representa la ruptura de los ciudadanos con los partidos políticos, Janix arrancó varios aplausos de los presentes y algunas porras.
Todo el tiempo improviso su discurso. Hablaba seriamente y decidido. Nunca titubeo o tartamudeo. Janix lucía en su salsa. Se le veía cómodo. Criticó a sus contrincantes de tener “un doble discurso”. Se burló del “supuesto” amor que profesan los políticos por la ciudad pero los acusó de “ser ellos quien la tienen hundida”. De camisa de mangas cortas color blanco y pantalones negros, Issac Janix le habló a los que aún no definen su voto. En poco tiempo el joven ha aprendido a hablarle a las cámaras y lo hizo bien esta noche.
En materia de seguridad, el candidato independiente dijo que “Cancún no cumple con la regla nacional de proporcionalidad en la que este municipio debería de contar con al menos 2,400 policías”. Actualmente la ciudad cuenta con 400 elementos. Janix prometió que de ser electo “investigará el destino de los recursos federales que deberían ser utilizados en esta materia, asegurando que estos recursos y adicionales se aplicarían de forma transparente para optimizar la fuerza policiaca del municipio”.

También prometió revisar los contratos que tiene firmado el ayuntamiento con empresas, por ejemplo, el del alumbrado público y el del agua. Janix dijo que estos contratos se “encuentran en manos de empresarios extranjeros y lograr con esto analizarlos y reasignarlos a empresarios locales con experiencia en los diversos servicios”.
El turno de la candidata del Partido Encuentro Social, Niurka Saliva, enfundada en su uniforme de negro con las siglas de su partido. Alta, de voz ronca, contestadora más no contestataria. Niurka Saliva es un histrión en escena. Sabe hablarle a la cámara, sabe articular sus palabras. Sabe entonar en la sílaba adecuada. Se sabe desenvolver en el escenario. También improviso todo el tiempo. Su discurso lo tiene bien trabajado.
La doctora, como le gusta que le digan, dijo representar el mejor proyecto para Benito Juárez. Y expuso sus siete propuestas que traen en su folleto electoral y que van desde seguridad, vialidad, obra pública y combate a la corrupción.
Para Saliva no hay duda: “Cancún va a ser rescatado, vamos a tener de nuevo aquel Cancún de ensueño que se tuvo en el pasado, seguro para todos y con obra pública transparente”.
Su estrategia se basó también en fijar un tímido contraste con sus contrincantes: “Este primero de julio sólo tenemos dos opciones: por un lado hay más de lo mismo, la inexperiencia y la improvisación y por otro lado está Encuentro Social. Yo trabajaré con gente de capacidad probada”, prometió.
En materia de seguridad volvió a prometer que “hará una policía ‘tipo SWAT’, un helicóptero artillado con visión nocturna y tecnología de inteligencia artificial”.
Por su parte Luis Pablo Bustamante, titubeante, temeroso, voz tartamuda. Llego con un folder amarillo, se fue a su micrófono y durante todas sus participaciones leyó su discurso prefabricado. No hubo pasión en sus palabras, no hubo entonación y su buen discurso lo echó a perder porque Luis Pablo Bustamante no sabe leer.
Todas sus participaciones el tiempo lo comió, era natural, no iba preparado. De sus propuestas pocas llegaron a una conclusión. Dijo, bueno, leyó, “que amaba Cancún”. En materia de seguridad, de ser electo, buscará sensibilizar a las nuevas generaciones contra la delincuencia y establecer cuadrantes de atención para tener una policía de proximidad.
Pero el peor candidato de la noche fue José Luis Acosta Toledo, del frente PAN-PRD-PMC pues simplemente no asistió al debate aun cuando había confirmado su asistencia.
El debate fue moderado por los periodistas Alejandro Rosel de Grupo Sipse y Arturo Medina de Radio Fórmula.

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