No queremos venganza queremos justicia con todo el peso de la ley: Julissa y Carlos, víctimas de feminicidio

agosto 28, 2018
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Chetumal, Quintana Roo.- La tragedia de la familia Itza Cobá ha golpeado el corazón de este municipio. A todos sus habitantes tocó las fibras más sensibles, el horrible crimen que sufrieron doña Roberta y su hija Yutzal.
Carlos Alberto Itzá Cobá, hermano de las víctimas y de la pequeña Julissa concede una entrevista a Pedro Canché Noticias. Serio, agradece el apoyo de los habitantes de este noble municipio, a familiares y vecinos sus múltiples muestras de afecto y cariño.
La vida sin duda no es la misma para Carlos y la pequeña Julissa. El hijo de doña Roberta exige “se aplique todo el peso de la ley por la forma en que fueron asesinadas brutalmente su madre y hermana”. No es justo, dice Carlos, “ellas sufrieron, fueron agredidas dentro de su casa hasta salir a la calle. Ellas sufrieron hasta el momento de dejar de latir sus corazones. Pido que la autoridad aplique la ley. Pido todo el peso de la ley”, repite con coraje el joven y añade: “si es un adolescente pero lo que hizo es de un criminal”.
Los pobladores de Felipe Carrillo Puerto y de la colonia Leonora Vicario están de acuerdo. El joven que asesinó a las dos mujeres puede recurrir a ser considerado un menor de edad y existe un recurso legal para que lo haga. Carlos no está de acuerdo con ello: “con los años que le van a dar en la cárcel no va a poder reparar el daño jamás, ni con todo el dinero del mundo”, y vuelve a exigir justicia: “yo quiero que los juzgados apliquen todo el peso de la ley, que el gobernador del estado que voltee a vernos porque ninguna autoridad se ha pronunciado. Nadie nos ha visitado, nadie nos ha apoyado, solo los pobladores, amigos y vecinos”.
Y reclama: “No tenemos apoyo ni siquiera la presidente municipal de Carrillo Puerto nos ha buscado. Ni se pronunció a favor de mi hermanita. Fue la sociedad la que se movilizó”, dice enojado.
Lo cierto es que las autoridades policiales han cambiado las versiones de este crimen a lo largo de la investigación, primero argumentando el robo como el móvil del crimen, después, que fue un asalto. Carlos Alberto dice enojado: “¿qué le van a robar a mis hermanitas? En la casa no tenían nada de valor, con trabajo tenían un televisor en la sala. Mi madre era ama de casa, era trabajadora doméstica, vivía de limpiar casas, vendía pozole que ella misma preparaba, salía a vender al mercado. No pueden decir que era un robo. Esto no fue un robo. Gracias a la sociedad que tiene la fuerza, que tuvo el coraje y el valor de apoyarnos es que ahora ya tenemos al delincuente detenido”.
La molestia de Carlos Alberto es evidente y pide el apoyo de la sociedad y de la prensa. Pide que sean vigilantes del proceso para que estos feminicidios no queden impunes. Carlos sentencia: “hoy es mi familia, es mi hermana, Nosotros estamos sufriendo y no queremos que vuelva a suceder. Esto debe de ser un foco rojo que se está encendiendo en Felipe Carrillo Puerto. No debemos permitir que esto pase. No queremos venganza queremos justicia con todo el peso de la ley”.
Hasta ahora, ni Carlos o sus familiares saben las razones del homicidio. Las autoridades han mantenido un fuerte hermetismo. Jesús Elizama, el presunto asesino, es hijo de un exfuncionario o funcionario de la CNC en Felipe Carrillo Puerto. Esto de alguna manera acongoja a Carlos y a su familia, pues no saben si la justicia será imparcial y expedita. “Nos han pedido que confiemos en la autoridad y eso vamos hacer, confiar en la autoridad. Esperamos que hagan su trabajo. Vamos a pedir ayuda a las organizaciones en contra feminicidios, vamos a pedir ayuda en donde sea si en el estado no nos quieren ayudar
Ni Carlos ni la pequeña Julissa han recibido apoyo psicológico. Las autoridades municipales los han dejado a la buena de Dios. Mientras las diligencias judiciales se llevan a cabo, Carlos confiesa que solo le han asignado un abogado de oficio.
Carlos y su hermana han tenido que trasladarse de Felipe Carrillo Puerto a Chetumal con sus propios recursos. Ninguna autoridad, municipal o estatal se ha acercado a ellos.
Carlos, emocionado, con un dejo de amargura reconoce: “Nadie se acercado ni una autoridad por eso estamos pidiendo el apoyo para un abogado. Pedimos el apoyo a asociaciones que se interesen en nuestro caso. Necesitamos un abogado que lleve nuestro caso y logre la condena. Nos urge un abogado. Necesitamos Justicia”, concluye Carlos.
Mientras espera las audiencias, donde verá por vez primera al asesino que le arrebato a su madre y hermana.

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