PRD en Quintana Roo, en la autocrítica, renovarse o extinguirse: Jorge Aguilar Osorio

septiembre 18, 2018
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Por Abraham Gorostieta /
Pedro Canché Noticias

Akumal, Quintana Roo.- En México la política tiene rasgos particulares, en las universidades se enseña que los políticos son personajes que actúan con especial talento, honestidad, firmeza y gran cultura, sin embargo, los políticos actuales de este tiempo nos han enseñado que a lo mucho son burócratas de distintos rangos y niveles.
Si uno revisa la historia de los políticos mexicanos del siglo XX, o antes, uno puede descubrir que por regla general, éstos políticos tuvieron cualidades específicas. Entre ellas cabría destacar la pasión, la audacia y el deseo de trascendencia.
¿Será posible que haya políticos de este calibre en Quintana Roo? Pues como diría el gran escritor cubano disidente, Guillermo Cabrera Infante, “por sus dichos los conocerán”.
Jorge Aguilar Osorio ha sido un político destacado en la vida política de Quintana Roo. Se reconoce abiertamente socialdemócrata, así, sin tapujos. Su trayectoria política lo ha hecho transitar en la izquierda política del estado y en lo que alguna vez Gilberto Rincón Gallardo pensó sería posible en nuestro país, la social democracia.
Muy activo en las elecciones pasadas, donde el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue reducido a nada y en dónde muchos mexicanos cuestionaron esa extraña alianza entre el partido del sol azteca con el partido blanquiazul conservador tuviera buen fin. Y así fue, ese “pragmatismo” que los políticos se han cansado en sostener como “la vía” del fin justificable a cualquier medio es lo que los llevó a la derrota.
A Jorge Aguilar, le gusta el reggateón, la música clásica, la banda y Vicente Fernández y la Nueva trova cubana y tararear las canciones de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez mientras maneja su camioneta. Accesible, amable, atento, concede una entrevista a Pedro Canché Noticias.

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En las pasadas elecciones el PRD fue reducido a un partido de figurín. A nada. De los 500 fundadores de esa opción política solo quedaron cuatro, los llamados “Chuchos” y a ellos es a quien todos miran cuando ven la catástrofe llamada “Revolución Democrática”. Y en Quintana Roo no hay buenas cuentas que entregar ¿o sí?, se le pregunta al político, exlíder de los perredistas quintanarroenses, quien dice: “Las cosas deben de tomarse con calma. Triunfadores y derrotados. Me parece que hay que esperar para ver cómo se va desenvolviendo el nuevo sistema político mexicano”, dice muy tranquilo Jorge Aguilar, y pide no sacar prontas conclusiones: “hay que esperar que es lo que está planteando el nuevo régimen con éstos delegados que todavía no nos queda clara su función. Andrés Manuel tuvo el acierto de aglomerar la esperanza y el hartazgo de un pueblo y tiene una gran responsabilidad hacia delante, con esto vendrá un desgaste natural al ser gobierno, lo que siempre sucede”, explica y pronto añade: “Hay muchas cosas que se tienen que reacomodar, tienen una mayoría en el Congreso de la Unión abrumadora lo cual no permitirá los contrapesos que debe de haber”.
Y si eso es a nivel nacional, en el estado el PRD quedo fulminado, ¿Hay vida para este partido?, se le pregunta a Aguilar Osorio, quien con un tono pausado explica: “Es una tristeza también que un partido como el PRD este en una situación como en la que está”, reconoce el político, que en su punto de vista “las alianzas PAN/PRD han sido muy exitosas a nivel estatal, local, pero a nivel nacional a la gente no le gustó esta posibilidad y el PRD ha perdido un importante número de liderazgos que han emigrado a otros partido, el principal ha sido Morena, entonces tenemos que replantearnos la situación como partido o de plano esperar su extinción”, diagnostica.
En el análisis de los hechos, pensadores como el historiador chetumaleño Aguilar Camín o como el historiador Enrique Krauze han dicho que una de las posibles respuestas de tal descalabro político es que los hombres de izquierda abandonaron la ideología que les daba aliento y vida.
El político quintanarroense no está de acuerdo con esa visión y explica: “No. La izquierda es de caudillos, de liderazgos y si no se tiene un liderazgo fuerte como ha sucedido en el PRD simple y sencillamente se extingue. A ello hay que sumarle las guerras intestinas que ha tenido el partido, esto ha hecho que la gente no vea a esta forma de izquierda como una opción”.
Aguilar Osorio agrega: “Más que ideologías se requiere rumbos, proyectos. Yo no puedo hablar de una ideología de Morena, lo vemos en este rompecabezas que tiene ahora. El PRD era un conglomerado de fuerzas políticas, así fue creado y ha dejado de serlo”.

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El político es ágil, si fuera boxeador podríamos decir que tiene muy buen juego de caderas, pues hasta ahora ha encontrado la manera de salir de la pregunta que debe de contestar: ¿Hacia dónde va el PRD en Quintana Roo? Lector del Príncipe, la obra que Maquiavelo escribió y que ha inspirado a tantos políticos, Aguilar Osorio responde de nuevo con ese tono de amigo, de quién conversa sin amarguras: “Hoy más que nunca, la izquierda tiene que hacer un ejercicio de ir junta, en todos lados hay gente valiosa, gente que puede aportar, para el 2019, la izquierda debe de hacer un ejercicio de ir junta, en el que el PRD tendrá que reinventarse, buscar los mecanismo para no desaparecer, yo habría propuesto entregarle el partido a los jóvenes, a escuchar ideas frescas, a romper las estructuras de tribus y cambiar el organigrama y convertir al PRD en un semillero de jóvenes políticos de izquierda, esto va a ser necesario. Todos nuestros políticos de izquierda son muy mayores, muy adultos y hay que hacer contraste con eso”.
En la política mexicana hay una costumbre muy poco usada, la autocrítica, ¿Jorge Aguilar hizo todo lo que tenía que hacer en la elección pasada para sacar adelante a su partido o no?, se le pregunta al político quien por primera vez respira hondo, mastica en su interior algunas ideas y contesta: “A toro pasado uno siempre queda insatisfecho, yo creo que se pudo haber hecho mucho más pero es momento de ver hacia adelante”, responde.
Pero al igual que hay que ver a los responsables del desastre nacional del sol azteca, “Los Chucos” hay que ver a los del estado. Jorge Aguilar vuelve a respirar hondo y mastica nuevamente otras ideas para responder: “En su momento tomé las decisiones que creí eran las correctas, no para el PRD sino para la comunidad, para mi estado, para mi municipio. La gente decidió, en el caso nuestro ganamos tres de cinco municipios. No nos fue mal tomando en cuenta el alud que representaba López Obrador y que en Quintana Roo fue uno de los diez estados en que Andrés Manuel ganó con más del 60 por ciento de la votación estatal”, dice el político en un tono poco convencido, como diciendo esto frente al espejo y se consuela: “Ganamos tres municipios y eso dice que algo hicimos correcto, hay que estar pendientes de las autoridades municipales que son de nuestro partido y que la izquierda siga creciendo en Quintana Roo”.

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Lector de Novelas como el Diablo Guardián de Xavier Velasco o del clásico nobel colombiano, García Márquez, melómano del jazz, confiesa que no le gusta el rock pesado ni la estridencia. Pero es momento de definiciones y Jorge niega con la cabeza cuando se le nombran políticos y teóricos que le dieron y dan sentido a la palabra izquierda. ¿Dónde está Aguilar Osorio en el espectro político? Es marxista, o concuerda con Engels, con Mandel, con Lenin, con Trotsky, con Mao Tse Tung, con Stalin, con Kim Il Joung, ¿Con quién?
Y sin tapujos responde: “Ellos son el socialismo puro, el comunismo. No podemos desechar esas teorías que son muy importantes, pero la experiencia los ha dejado rezagados. A mí me gusta más una izquierda socialdemócrata. Con respeto a los derechos humanos, a las mujeres para decidir sobre su cuerpo, al respeto al medio ambiente, a un crecimiento económico sostenido con un gobierno que se entromete en las políticas públicas y económicas pero que no nos dicte al cien por ciento el crecimiento”.
El político respira y continúa: “Marx decía: ‘a cada quien según su capacidad y a cada quien sus necesidades’. Todos los seres humanos somos diferentes. Soy socialdemócrata, soy una persona que cree que el gobierno debe de hacer todo lo posible por reducir brechas entre los que tienen y los que no tienen con mecanismos financieros pero también dejando esquemas de participación del capital que sea el motor que genere el crecimiento”.
Para Aguilar Osorio la izquierda no debe de ser vista como una visión netamente económica, “la izquierda de hoy debe de ser presentada como el romper paradigmas, el romper el status quo de las cosas. Una izquierda moderna debe de ponderar situaciones como la educación, la salud, el desarrollo social. Nos diferenciamos de la derecha porque ellos tienen una visión mucho más estática, más conservadora, más empresarial. México le dio a la izquierda está oportunidad que tiene que ser aprovechada por los compañeros de Morena”, dice convencido.
Sí Jorge Aguilar Osorio fuera boxeador, en este momento, con la pregunta que hace tartamudear a todo político que se reconoce de izquierda, estaría contra las cuerdas, y de hecho, lo está: ¿Qué hacer entonces con figuras como Fidel Castro y Hugo Chávez, que la izquierda latinoamericana ensalza?
Por supuesto el político ha trastabillado un poco, reúne las palabras exactas en su mente y responde: “Partes históricas de la izquierda latinoamericana, con claroscuros. Para toda gente de izquierda son referentes de cosas buenas y malas. Si volteamos a ver a Cuba encontraremos muchas cosas que a la gente desmotiva, mucha pobreza, mucho subdesarrollo, igual en Venezuela, pero si me voy a Chiapas te encuentras la misma pobreza que en esos países que de alguna u otra forma pueden garantizar la educación de su gente, hay políticas de alimentación para toda la población, programas estatales de salud, en cambio hay cosas que uno tiene que ver también como que se cuarta la libertad de expresión, unas cosas por otras. Yo los declaro como referentes latinoamericanos con sombras y claros. No es lo que uno quiere para México”.

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Aguilar Osorio dice leer Historia de México, uno de los libros que lo ha marcado es “La Revolución Interrumpida” de Adolfo Gilly. Recién termina el libro de Distopía Mexicana del historiador Lorenzo Meyer.
Si se habla de referentes históricos con Jorge Aguilar, él dice que don Heberto Castillo es un referente para él, “un intelectual que no puedo gobernar el país pero que tuvo los méritos necesarios para hacerlo”. También dice identificarse con el general Lázaro Cárdenas, “sin duda el mejor presidente que ha tenido nuestro país, es el ideal que yo tengo como mexicano, alguien que supo aprovechar las coyunturas internacionales, que expropió el petróleo, que hizo la Reforma Agraria, es decir, hacer cosas benéficas para el pueblo sin pelearse con los grandes capitales”.
Para el exlíder perredista “ese es el tipo de gobierno que necesitamos en nuestro país y esta nueva izquierda que se resume en Andrés Manuel López Obrador, ojalá pueda tener un poco de esa visión que tuvo Lázaro Cárdenas”.
Al político se le pregunta por este mal que ha imperado en la política mexicana y que jocosamente se le ha llamado “Chapulíneo político”. Jorge Aguilar se piensa su respuesta. Y después dice: “Más que en los partidos, la gente ahora se fija en las personas, hay personas que son notoriamente chapulines”, y explica desde su experiencia lo que es ese mal de la política mexicana: “en mi caso, yo encontré un partido, el socialdemócrata, me identificaba, me salí de ese partido para integrarme al PRD y bueno, fue cambiarme de siglas pero no de ideología. Eso es lo que realmente disgusta a los electores. Hay políticos que se cambian de la derecha a la izquierda y luego al centro, a la extrema izquierda y luego a la extrema derecha, ahí es cuando la gente debe de castigar a ese tipo de políticos que están ahí a costa de negociar cosas. En lo particular me disgusta mucho porque le resta la posibilidad a gente nueva, gente fresca de aportar al país”.
La entrevista está por concluir, pero antes el político reconoce no haber leído nada de Octavio Paz, ni poesía, ni prosa, ni ensayo. Nada. Se le pregunta por ciertos personajes que están en la política del estado o del país, sí él pudiera, describirlos en una sola palabra, cuál sería:

Emiliano Ramos: Astucia.
Carlos Joaquín González: Líder.
Roberto Borge: Presidiario.
Mara Lezama: Oportunidad.
Remberto Estrada: Fracaso.
Laura Beristain: Izquierda.
José Esquivel Chak meex: Reto.
Andrés Manuel López Obrador: Presidente.
Enrique Peña Nieto: Burro.

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