La mafia de los despojos en Mahahual que inició institucionalmente Mario Villanueva y que continúan mafiosas como Fabiola Cortés y su socia Isabel Verdejo

 

Por Pedro Canché

El señor Jaguar emite su imponente rugido en los manglares de la laguna negra del otro lado del mar. El camino de arena de Mahahual a Punta Herrero es raro que circule ahí algún vehículo. Es 1984. Y recorrer a pie desde Tampalán hasta el Uvero eran 12 horas sin parar. 2 puntos importantes al igual que Punta Mosquitero para la pesca de langosta y competir con los de Punta Herrero y Punta Allen.

Cada pescador tenía su pedazo de terreno en El Uvero justo a lado de la partida de marinos. Era el campamento de pescadores de la zona maya. El Pavo, El Caguamo, El Master, La Ballena, Guatemala, Polo, Vidal, Sierra, Beech, Sasnul, Cachimba, Vitolo, Ka’aak y Moreno, entre otros.

Camino a mis 12 años con un saco a cuestas. Fui a Tampalán por una tarraya, cordeles, jamos y otros instrumentos de pesca. Me encuentro caminando esos 41 kilómetros que separan a Tampalán de El Uvero. Con 12 años de edad y con un garrafón de agua medio dulce, medio salado, apresuro el paso al ritmo de los rugidos del señor Jaguar. Un pájaro ‘tapa caminos’ a media luz de luna me acompaña.

La Costa Maya, al igual que lo fue Boca Paila, es mi territorio. No había miedo sino respeto al Jaguar. Esa noche vi al señor Jaguar a un kilómetro de Punticub (Pulticub). Su ágil figura cruzó el blanco camino y se perdió entre las matas de jicacos de blancos y dulces frutos.

En 1993 llegó Mario Villanueva al poder y solicitó a la Federación la incorporación al patrimonio del Estado de 39 mil hectáreas cercanas al mar para el desarrollo de la Costa Maya. Y construyó una aeropista en Pulticub. En vez de vender esas propiedades al precio del mercado inmobiliario, tanto Villanueva como su sucesor, Joaquín Hendricks repartieron esos valiosos predios entre sus amigos y funcionarios. Dos hermanos de Hendricks, el delegado de Mahahual, José Luis Rosas Sánchez y funcionarios del Fideicomiso del Caribe que luego se convirtiera en el Instituto del Patrimonio del Estado (IPAE) fueron algunos los que saquearon el patrimonio.

Joaquín Hendricks con su socio, el libanés, Isaac Jamui se agenciaron terrenos y el Puerto Costa Maya.

Mario Villanueva un día ordenó desalojar El Uvero en 1994 para vender el predio para un desarrollo hotelero. El despojo de nuestros terrenos fue dramático. Adiós a los sueños y recuerdos. Adiós señor Jaguar ?. Ahí ya había empezado Mario Villanueva a pisotear a los débiles para beneficiar a los poderosos. Hoy el delfinario de El Uvero está en ruinas.

En Majahual sucedió lo mismo. Unos 30 pescadores de este campamento pesquero también fuimos desalojados de nuestros terrenos frente al mar. El negocio de los poderosos no podía esperar. Los miserables no valían nada para el desarrollo de la Costa Maya. Debe Mario Villanueva disculpas a Quintana Roo. El despojo institucional de Mario Villanueva a los originarios de Costa Maya, es tan solo uno de tantas razones de esta disculpa que tal vez nunca llegará ni le ha cruzado en la mente darlas.

Estos despojos que lastiman y que ponen en predicamento a los poseedores originales continúan ahora con mafias de abogados que recurren la Costa Maya desde Mahahual- Punta Herrero y Mahahual-Xcalak.

A mi no me hace el cuento Fabiola Cortés Miranda con su organización Somos tus Ojos. Es en realidad Somos tus Despojos. Majahual se ha convertido en tierra fértil para arrebatar terrenos a sus poseedores.

El caso símbolo de la abuela maya Marleny Pat Abán a quien quiere despojar de 2 hectáreas y anexarlo como propiedad a la empresa de sus patrones, los caciques José Luis Rosas Sánchez e Isabel Verdejo (Rosas es el ex delegado de Mahahual con 21 predios que suman al menos 50 hectáreas dentro del núcleo habitacional) es toda una trama donde Fabiola presiona y hace berrinches para quedarse con esa propiedad valuada en 70 millones de pesos. Luego, luego, la hipocresía de decir que no litiga predios millonarios.

Y son varios despojos con trucos legaloides de la mafia Fabiola Cortés-Isabel Verdejo.

Otro de estos intentos de despojo fue a Polo, compañero pescador de mi padre y cuncuño del Caguamo, otro amigo mencionado al principio, de esos años ochentas y noventas.

En Punta Mosquiteros- cerca de Punta Herrero- Polo adquirió hace décadas una propiedad en la playa que usa para la pesca. Tiene una cabaña y lo vive con sus hijos.

Llegaba a comer pescado La Chabela (Isabel Verdejo) ahí. Le hizo amistad para sondearlo con su predio. Un día lo citan por un juez y se da cuenta del enorme expediente creado por Fabiola Cortés para despojarlo de su propiedad. Incluso le falsificaron una firma.

“Me la peló esa Fabiola madres, Fabiola Cortés, ahora perdió el juicio y el juez le ordenó que me paguen 600 mil pesos del costo del juicio y se niega”, dice Polo.

-Fabiola e Isabel andan en Internet revisando los terrenos en la playa y cuando creen encontrar a un propietario débil entonces van a los juzgados para con sus triquiñuelas quitarles la posesión.

“A mi me la peló esa pinchi vieja”, dice.
(Próximamente la entrevista sobre este despojo frustrado en Punta Mosquiteros).

Pedro Canché es un periodista independiente y el fundador de Pedro Canche Noticias. El ha sido perseguido por el Gobierno Mexicano por darle voz al pueblo indígena Maya y los campesinos del Yucatan y pasó 9 meses en la cárcel en un caso de persecución politico que Reporteros Sin Fronteras llamaban absurdo. "Podrán encerrar el cuerpo humano pero nunca podrán encerrar la libertad de expresión." dijó Pedro Canché.

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