Puerto Morelos.- Durante la pasada XI Sesión Ordinaria de Cabildo celebrada el 16 de marzo la presidente municipal de Puerto Morelos, Blanca Merari ordenó a la Tesorería Municipal y Oficialía Mayor proporcionar información detallada, correspondiente a la falta de pago al IMSS durante la administración pasada, a la Contraloría Municipal para que este órgano, en el ejercicio de sus atribuciones, inicie los procedimientos correspondientes para determinar la responsabilidad de las y/o los funcionarios que provocaron el adeudo. También se presentará ante la Sindicatura Municipal para que realice la denuncia de hechos ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción del Estado de Quintana Roo.
La edil busca fincar responsabilidades a funcionarios de la administración anterior por el adeudo con el IMSS pero algunos de los mismos hoy fungen como sus colaboradores.
Entre ellas la actual tesorera municipal, Ana Luna García, quién desempeñó un papel importante en la Dirección de Egresos durante periodo 2018 – 2021 y es quien debería tener conocimiento exacto de lo que sucedió en el caso de las cuotas que ese municipio debe al IMSS.
En su calidad de titular saliente de egresos municipal y tesorera entrante de la administración de Blanca Merari, Luna García firmó los anexos de las actas de entrega-recepción, en los que se dejó por sentado que el gobierno saliente dejó en la cuenta bancaria 0034 de Bancomer la cantidad de 9.7 millones de pesos por concepto de retenciones a los trabajadores correspondientes de enero de 2020 a septiembre de 2021.
En documentos obtenidos se comprueba que desde el primer minuto en qué Merari Tziu asumió el poder, las arcas municipales contaban con los recursos correspondientes a las retenciones a los trabajadores por concepto de las aportaciones que complementaban las del patrón, que por las dificultades económicas ocasionadas por la pandemia no pudo reunir para cubrir las cuotas del IMSS.
La crisis derivada por la pandemia redujo hasta en un 70 por ciento los ingresos del Ayuntamiento y por tanto se priorizó el pago de la nómina, el mantenimiento de los servicios públicos a la comunidad, la seguridad pública y la canalización de apoyo alimentario a la población.
El pago de compromisos con el IMSS se pospusieron para cuando las condiciones económicas mejorasen, pero lo que se retuvo a los trabajadores, que nunca dejaron de tener el servicio médico, se dejó en una cuenta bancaria exclusiva para ese concepto. Sin embargo, hoy por hoy, todos en el Ayuntamiento portomorelense dicen desconocer dicha cuenta y, en consecuencia, de la existencia de ese dinero.
Si el objetivo de Blanca Merari es aclarar este caso debería empezar por buscar en casa propia, entre sus colaboradores, porque de existir irregularidades la primera en caer será Ana Luna García. O acaso los 9.7 millones, presuntamente desaparecidos, los utilizó para indemnizar a las víctimas del mortal accidente donde uno de sus volquetes fue el responsable.