Música a todo volumen, parrandas que no dejaban dormir a su madre de 90 años, orines y olores a thiner, hicieron que perdiera la cabeza el taquero Reyes y dispara su escopeta contra vecino conflictivo en Carrillo Puerto

Felipe Carrillo Puerto.- Fueron meses de súplica y favores para que su vecino Agustín Gómez dejara de hacer ruido con sus parrandas en la calle y música a todo volumen y sus amigos orinaran la barda de la casa del taquero, lo que motivó a Reyes Sánchez perdiera la cabeza y accionará su escopeta contra su vecino tóxico.
El hombre del tradicional lechón al horno que todas las mañanas vende en su carrito blanco cerca del hospital general está desesperado en la celda esperando que un juez selle su destino al Cereso o le otorgue libertad por las atenuantes de haber solicitado en reiteradas ocasiones que el vecino que llegó a rentar a lado de su casa le bajara al ruido y a los malos olores.
No solo su madre padecía al vecino tóxico sino su familia.
Sentado en una colchoneta sin playera por el calor intenso encerrado en la pequeña celda de la Fiscalía General del Estado en Felipe Carrillo Puerto, Reyes el taquero aún no dimensiona el callejón por la que entró por el vecino tóxico que lo llevó a perder el control.
Mientras esperaba sus medicamentos dice que la noche del sábado le volvió a advertir a Agustín de 51 años de oficio ojalatero que se metiera con sus amigos en su casa, que la parranda en la calle y la música y los malos olores le afectaban y su madre no podía dormir.
Agustín se puso a insultarlo y amenazar con golpearlo. Ya con meses de advertencia perdió la cabeza, fue por su vieja escopeta de perdigones y uno de ellos dio en el hombre del sujeto.
Agustín se encuentra estable en el hospital de Chetumal al no tocar los perdigones ningún órgano vital salvo el hombro.
Esta madrugada el juez definirá su situación jurídica…

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