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La codicia de Félix González Canto y Roberto Borge queda nuevamente al descubierto: Villas Juveniles del CREA lo evidencia

 

Las Villas Juveniles del CREA fueron vendidas en 38 millones de pesos por el Instituto del Patrimonio Estatal de Quintana Roo (IPAE) a la firma Caveri, esto en el sexenio de Roberto Borge. Sin embargo el precio real, simplemente del terreno es de aproximadamente 200 millones de pesos.
La venta de las Villas Juveniles del CREA fue oscura, y con rasgos siniestros, pues nunca existió licitación alguna, ni se respetó el “Derecho del Tanto” que tiene la cooperativa Chac Chi sobre la compra del terreno.
El IPAE nunca les notificó que dichos terrenos estaban en venta, y mucho menos les dio el beneficio de ofrecerles la compra de los mismos.
El gobierno de Carlos Joaquín González se ha propuesto ir al fondo sobre este asunto. A través de un comunicado, el Gobierno del Estado informó que la Agencia de Proyectos Estratégicos (Agepro) promovió tres juicios civiles instaurados en contra de Caveri, para recuperar los tres predios que componen las Villas Juveniles del CREA.
“Hoy hemos avanzado en hacer justicia para los quintanarroenses al obtener la posesión de los predios”, explicó Carlos Joaquín, a través de un comunicado.
Los referidos lotes tienen un valor aproximado de más de 4 mil dólares por metro cuadrado, y fueron vendidos muy por debajo de su valor en la administración de Roberto Borge.

Historia de las Villas Juveniles

Creadas en 1973 en el sexenio de Luis Echeverría a través del entonces Fondo Nacional de Turismo, las Villas Juveniles tenían el fin de impulsar el turismo “social” y el intercambio estudiantil con otras naciones.
Silvia Hernández, la súpersecretaria del sexenio lopezportillista, despachaba el multimillonario presupuesto para dirigir el Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud. El 29 de diciembre de 1976, José López Portillo transformó el
Instituto Nacional de la Juventud Mexicana (Injuve) en el Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud (CREA). En Quintana Roo, José López Portillo entregaba el inmueble “a la juventud”. En ese entonces las Villas Juveniles contaban con 650 camas y funcionaban de manera exitosa.
Las Villas Juveniles del CREA funcionaba como un hostal, con bloques de cuartos con seis camas cada uno, tres literas de madera en fila, sin puertas y baños comunes por piso con una buena regadera. Era un concepto que querían vender como “un concepto de turismo joven”, con desayuno incluido, con animadores para varios entretenimientos colectivos y, por supuesto, la mejor playa de México: Cancún.
Pero era un proyecto personal de López Portillo, así que cuando terminó el sexenio del hijo y nieto de escritores, los gobiernos estatales abandonaron pronto el proyecto que murió en el sexenio de Ernesto Zedillo, en los tiempos en que en Quintana Roo era gobernado por Mario Villanueva y el narcotráfico y la bonanza eran abundantes.
El CREA dio paso a la Comisión Nacional del Deporte (Conade). Desde 1982 el proyecto se había abandonado y sobrevivió 15 años mendigando dinero del presupuesto de turismo. Así fue que el CREA fue ignorado por el gobierno de Pedro Joaquín Coldwell, ninguneado por el gobierno de Miguel Borge Martín y desmantelado en el gobierno de Mario Villanueva.
En el gobierno de Joaquín Hendricks Díaz el inmueble quedó en total abandono. Al inicio del gobierno de Félix González Canto, las Villas Juveniles del exCREA tuvieron un nuevo impulso, aunque sea fue en la palabra. Vicente Fox y su secretario de Educación, Reyes Tamez vieron las villas y la quisieron convertir en un hotel-escuela en el que anunciaron una inversión de 22 millones de pesos y en el que participarían la Universidad del Caribe, el Instituto de Turismo y Hotelería de Québec, la Comisión para la Juventud y el Deporte y el Grupo Xcaret.
Así fue anunciado, un proyecto que contemplaba seminarios, seis salas de trabajo, dos auditorios, una terraza para eventos, seis habitaciones para docentes, restaurantes, área de alberca, edificio de usos múltiples y terraza bar. La cifra de inversión subió entonces a 33 millones de pesos para remodelar las instalaciones de siete mil 540 metros cuadrados. El dinero fue liberado pero nada se hizo. ¿Dónde quedo?

Félix González Canto, el mago del dinero

En el gobierno de González Canto “remodeló” el área de la alberca, la cisterna y los exteriores del inmueble, y justificó así el gasto del dinero que dio el Gobierno Federal. Tras el huracán Wilma, las Villas Juveniles quedaron afectadas y lo hecho por el gobierno de Félix no sirvió de nada. La Comisión de Infraestructura Educativa de Quintana Roo (Cieqroo) determinó que para rehabilitar las instalaciones se requerían seis millones de pesos, cantidad que fue solicitada al Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) quien liberó 1.3 millones de pesos que no fueron invertidos y el inmueble quedó sumido en el abandono.
Félix González Canto y Ricardo Antonio Vega Serrador, el llamado Zar de las gasolineras fueron y son grandes amigos. Todo el que conoce a Ricardo Antonio Vega Serrador sabe que su figura ha crecido a la sombra de los exgobernadores Félix González Canto y Roberto Borge. El empresario mejor conocido como “El Zar de las gasolineras” ha sido señalado una y otra vez como uno de los empresarios beneficiarios de la dupla Félix-Borge quien le “regaló” varios predios muy por debajo de su valor real.
Caveri Servicios Inmobiliarios es una empresa que se ha adueñado del fraccionamiento Villas de la Juventud del CREA. Durante la gestión del exgobernador Félix González Canto, la empresa Caveri Servicios Inmobiliarios compró al Instituto del Patrimonio Inmobiliario del Estado (IPAE) los terrenos de las Villas Juveniles del CREA. El precio que pagó la empresa inmobiliaria es muy inferior al precio real de los terrenos. La empresa Caveri logró que el municipio de Benito Juárez cambiara el uso de suelo de los terrenos con el fin de desarrollar ahí condominios de 20 pisos, con una densidad de 70 a 170 habitaciones.
Caveri tiene como uno de sus socios al empresario Ricardo Vega Serrador. La empresa ha alegado que las obras y el cambio de uso de suelo tienen el aval de las autoridades y que cuenta con la concesión federal correspondiente y con los permisos autorizados por la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat).
Pero tales permisos no existen, incluso, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no tiene registró alguno de que grupo “Caveri Servicios Inmobiliarios” cuente con alguna autorización o proyecto autorizado en dicha área federal.

Se destapa la cloaca de la pandilla de Mauricio Góngora

 

 

En el palacio municipal de Playa del Carmen, desde octubre pasado, desfilaron cerca de 40 exfuncionarios con el fin de declarar acerca del desfalco de las arcas municipales durante la administración de Mauricio Góngora Escalante, el delfín de Félix González Canto. El agravio a las arcas solidarenses puede llegar a ser de mil millones de pesos.

Así, han declarado  en la Contraloría Municipal Teresa Flota Alcocer, quien fue directora de Desarrollo Social y que buscó su corchete de impunidad vía una diputación local que no consiguió. También Eddy Ruiz, quien en los tiempos de Góngora fue el subdirector de Ingresos. Emmanuel Hedding Medina, corrupto Síndico Municipal consentido de Mauricio. Edwin Díaz Tello quien fuera el Oficial Mayor de la administración pasada. Eduardo Morentín Ocejo, célebre personaje de trayectoria oscura que ocupó el cargo de director General de Desarrollo Urbano. En la lista también está Juan de Dios Guitrón Sánchez, quien fue contralor municipal.

La lista también incluye a Carlos Loeza, quien fue muy eficiente al gobierno de Mauricio como director de Comercio en la Vía Pública. José Gabriel Castro Cárdenas, hermano de Rafael Castro, quien era el hombre de todas las confianzas de Góngora y que fungió como su tesorero Municipal y, Ángel Brito Chulín, director de Desarrollo Humano.

La Fiscalía General del Estado ha girado órdenes de aprehensión en contra de varios de ellos. Muchos han promovido juicios de amparo que les han sido negados, como en el caso de Gabriel Castro.

Los delitos en los que incurrieron estos funcionarios son de distracción de recursos públicos, en su calidad de peculado y uso indebido de la función pública.

El desfalco llega a la cifra de los mil millones de pesos mal utilizados o sustraídos por las anteriores autoridades municipales.

Toda esta pandilla operó con la prestación de servicios con empresas fantasmas, uso del recurso para juegos y apuestas fuera del país donde hubo la devolución de una parte, pero el resto se desconoce su paradero.

El caso de Felipe de Jesús Castillo Meseta, ex director de Egresos del municipio y que es acusado por el delito de peculado por cerca de 500 millones de pesos, es un botón de muestra del cómo operaba el gobierno de Mauricio Góngora.

Todos los funcionarios antes mencionados fueron fieles participantes de la campaña a gobernador del delfín de Félix González Canto. Todos y cada uno de ellos participó de manera directa o indirecta en el uso de recursos públicos en la campaña electoral del 2016.

La Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEPADE) investiga el uso de aproximadamente 200 millones de pesos provenientes del gobierno del estado que llegaron a la campaña de Mauricio Góngora.