Estado Islamico

Seguridad pública, víctima de intereses políticos

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Foto de El País, jueves pasado. Atentado en Barcelona.

POR BASILIO ARÉVALO.- Enterados por la mediatez de la comunicación del siglo 21, la angustia se apoderó de miles de seres humanos en el planeta tras el atentado ocurrido en Barcelona. Una pregunta latía inquietante al ver tanta gente muerta y otra más heridas con los ataques; mas aún, sopesar la inexistencia de filtros de seguridad en pleno período vacacional veraniego.

La inquietud personal la responde el periodista extremeño José María Pagador, con 45 años de ejercicio profesional, quien explica sobre el hecho de cómo fue violentada la seguridad en La Rambla, en Barcelona.

Previo a su análisis viene a la memoria lo escrito por el poeta y dramaturgo Federico García Lorca. Este prosista español enamorado de La Rambla definió: “Es la única calle de la Tierra que desearía que no se acabara nunca… La calle más alegre del mundo. Una calle rica en sonidos, abundante de brisas y hermosa de encuentros, es la calle donde viven juntas, a la vez, las cuatro estaciones del año. Es la calle del mercado de las flores, donde la ciudad acude para cantar bautizos y bodas sobre ramos frescos de esperanza y donde acude agitando lágrimas y cintas en las coronas para sus muertos”.

José María Pagador ha publicado en diversos medios de comunicación en España; además, es autor y coautor de numerosos libros e impulsor de iniciativas culturales y sociales. También la televisión ha sido campo de trabajo para este cronista impenitente de Extremadura. Pagador es el director del portal ProProNews (Periodismo Personal de Profesionales Probados), conformado por periodistas jubilados y profesionales de otros campos que, por amor a la profesión, a la democracia, a la cultura y a la ciudadanía dan cuerpo a un proyecto sin precedentes en el mundo.

Cita el periodista el comunicado emitido por los Sindicatos Policiales de España. Lo propala días previos a los atentados en Cataluña, donde las fuerzas de seguridad se sienten repudiadas por el soberanismo y la Generalitat, y abandonadas por la autoridad central; “así lo prueba el hecho de nuestros bajos salarios, la falta de incentivos, el descenso constante del número de efectivos, por la gente que se marcha o se jubila y cuyas bajas luego no se cubren, dejando muy menguadas las plantillas”.

Así las cosas y en concomitancia con lo que el periodista Pagador señala, los cuerpos nacionales son los peor pagados del país, a pesar de que sobre ellos recae el peso de la seguridad pública, incluidas las comunidades que cuentan con policía propia. Es decir, a ellos es a los que más se les exige y, desde luego, los que ostentan un mayor nivel de eficacia.

En promedio, un guardia civil y un policía nacional cobra entre 900 y 1,000 euros mensuales menos que un ertzaina o un mosso, e incluso, menos que los policías locales de muchas zonas. En estas condiciones de precariedad –que no sólo afecta el salario, sino otras circunstancias de su trabajo—la Policía y la Guardia Civil mantienen a España “a salvo” del terrorismo y logran resultados de seguridad pública calificados entre los mejores del mundo. Pero esta situación no se puede mantener por más tiempo. Si todavía no se han visto afectados los servicios es por el sentido de la responsabilidad, el profesionalismo y la disciplina de los policías.

Cataluña, y en particular Barcelona, representan el mayor centro de radicalización yihadista en España. El ataque del pasado jueves 17 de agosto en Barcelona –que dejó 13 muertos y más de un centenar de heridos—y el de Cambrils, en el que cinto terroristas fueron abatidos por la policía y una civil murió puso de manifiesto un hecho que hacía tiempo era conocido por las fuerzas de seguridad españolas.

Cita el Informe Anual sobre Seguridad Nacional de 2016 elaborado por el Gobierno Español: “Cataluña es la zona en la que los procesos de radicalización detectados han sido más rápidos y cuya comunidad islámica se caracteriza por ser la más radical y con más vínculos con otros extremistas de Europa”.

Otro dato: De 2013 a 2016 han sido detenidos 113 personas por actividades relacionadas con el autodenominado Estado Islámico, más del 27 por ciento se produjeron en Barcelona; 30 por ciento, en Cataluña, según un informe elaborado por el Real Instituto Elcano, uno de los principales centros de estudios estratégicos de España. Según este documento, Ceuta y Melilla, ciudades españolas en el Norte de África, y Madrid, siguen a la capital catalana como principales escenarios de la radicalización yihadista en España.

Pero la elección de Barcelona y del famoso paseo de Las Ramblas como escenario del ataque brutal no fue casual desde el punto de vista organizativo. Tampoco desde el impacto mediático: entre las víctimas hay personas de 34 nacionalidades.

Resume el documento: “…Se sabía de la intención de perpetrar un ataque en Barcelona. Es una ciudad con mucho interés desde el punto de vista internacional y lo que buscan los atacantes en estos casos es un altavoz. Barcelona tenía todos los números en las quinielas para un ataque de esta envergadura”. (Reino de violencia… y miedo).

 

Un nuevo frente, México se suma al combate del Estado Islámico (ISIS)

PCN26/Nov/2015.- México se ha involucrado en el combate contra la organización terrorista mas poderosa del mundo ISIS que pretende realizar una serie de atentados en diversos países, países que han sido amenazados directamente a través de la propaganda de esta organización, el único país latinoamericano en esta lista de 60 países amenazados por ISIS es México, pero ¿cómo llegamos a esta situación?.

 

Es importante recordar que México se unió a las fuerzas para el mantenimiento de la paz de la ONU y tras los atentados en Paris el pasado 13 de noviembre el Presidente de México Enrique Peña Nieto llamó a realizar una acción global contra el terrorismo; desde mi punto de vista el Presidente no entiende la gravedad del asunto, no ha entendido que México vive una situación grave en la que los problemas internos han generado ciudades más peligrosas que las de países en guerra, enfrentamos una situación dramática de desapariciones forzadas, de crímenes de Estado, corrupción, falta de credibilidad y confianza en el gobierno; por lo el libramiento de una nueva batalla dejaría a los ya exhaustos y hartos mexicanos al borde de la desesperanza.

 

El gobierno mexicano ha abierto un nuevo frente de lucha en el que nuevamente se atenta en contra de los ciudadanos, en el que nuevamente la vida pierde valor y en el que nuevamente los ciudadanos mexicanos seremos quienes lo sufran. La importancia del mensaje de EPN en la cumbre del G20 ante el mundo sin lugar a dudas tiene mucho valor, la solarización casi inmediata después de los atentados de Paris lo hizo acaparar reflectores y ser visto por aquellos que no lo conocen como un gran demócrata que lucha por la libertad, los mismos que no conocen la indiferencia con la que toma la desaparición de estudiantes, los homicidios de periodistas, los feminicidios, los ataques de militares a civiles, la prepotencia de los gobernadores, tal vez todos esos problemas que vive México no tienen tanta importancia porque no somos rubios de ojos tornasol, o porque simplemente aquí lo común de los problemas le quitan la originalidad e importancia. Pero tal parece que el costo de sus declaraciones podría ser el de más vidas de mexicanos.

 

A los habitantes de México no nos atemorizan las amenazas de aquellos que están a miles de kilómetros pues lamentablemente millones vivimos día a día bajo las amenazas de los mismos mexicanos; pero la idea de ser arrastrados a una guerra contra el terrorismo internacional, contra el terror, la idea de tener que luchar una guerra que no es la nuestra, de tener que financiar más muertes, la idea de tener que seguir desangrándonos por la irresponsabilidad del “representante” de la voluntad y soberanía nacional resulta desagradable y bastante molesta.

 

A lo largo de los años México ha mantenido una política de paz, no agresión y de no involucramiento en asuntos bélicos, política bastante acertada y que se debería retomar –desde mi punto de vista- ya que la situación que vive el país exige la solución inmediata de los problemas internos, pues los mexicanos a lo largo y ancho del país perece ser que estamos viviendo algo no menos terrorífico a lo que se vive en el Medio Oriente o los atentados de Paris o Beirut. Posiblemente algunos critiquen esa política mexicana y la vean como una pasividad e indiferencia, pero es real que México sin necesidad de involucrarse en un conflicto internacional ya se encuentra en un estado de emergencia generado por los mismos mexicanos.

 

La situación que hoy se vive en el Medio Oriente ha sido creada por los países que históricamente se han creído dueños del mundo, en estos momentos la estrategia es “ojo por ojo, diente por diente”, la cual se ha visto a través de los años que no funciona, no sirve y es absurdo seguir intentando algo que ya hemos visto no da resultados pero sí más problemas, entonces, ¿por qué razón los mexicanos debemos ser parte de una cruzada más?. El combate cuerpo a cuerpo contra ISIS le corresponde a esos mismos Estados narcisistas que generaron los problemas que hoy nos aquejan, mientras que el combate contra el radicalismo y fundamentalismo nos corresponde a todos y las armas que debemos y que siempre debieron ser usadas son el respeto y la tolerancia a nuestras diferencias.

 

Un personaje que vivió hace algunos años y que hoy aparece en los billetes de 20 pesos mexicanos alguna vez dijo “… entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.”

 

Irwin Guillén Vega