Graue

UNAM,más de lo mismo con nuevo rector

Textos y Contextos

Nuevo rector, continuidad en la UNAM

Por: Miguel Alejandro Rivera

Después de mucho especular, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tiene rector: Enrique Graue Wiechers., quien era Director de la Facultad de Medicina. Este personaje de barbas blancas y cabello cano, usa unos anteojos tan discretos como su propio camino a la rectoría de la máxima casa de estudios.

En últimas fechas mucho se habló del proceso de sucesión en la UNAM, sobre todo por la candidatura de Sergio Alcocer Martínez de Castro, un personaje que, aunque ciertamente ha tenido una intensa vida académica y administrativa en la Universidad, incluso como Secretario General en parte de la gestión de José Narro, incomodaba por su más reciente pasado como Subsecretario de Relaciones Exteriores en la administración de Enrique Peña Nieto.

Las propuestas de Alcocer eran en resumen la internacionalización de la UNAM, el uso de nuevas tecnologías para ampliar el número de alumnos por medio de carreras en línea o en sistema abierto y poner mayor atención a las Facultades de Estudios Superiores fuera de Ciudad Universitaria; sin embargo, para gran parte de académicos y alumnos, nada de lo que dijera este candidato podía ser tomado en serio, pues a todas luces parecía ser el candidato oficialista: el caballo de trolla con el que el gobierno entraría a la Máxima Casa de Estudios.

El pasado 30 de octubre, el aún rector de la Universidad, José Narro Robles, realizó una visita, literalmente de doctor, a la Facultad de Estudios Superiores Aragón. Ante un auditorio repleto de académicos y alumnos, quienes no tenían ni claro que llegaría el rector, Narro Robles ofreció un discurso que para los contrarios a Alcocer era sumamente pesimista: “Le pido a los universitarios que quede quien quede nos mantengamos unidos (…) a la Universidad le va bien cuando cada uno de nosotros está trabajando cada quien en lo suyo”, dijo el casi exrector.

Pese a ello, y a la opinión generalizada que creía ya seguro a Alcocer como rector (pues como el candidato oficialista era difícil pensar que fuese otro el elegido), la Junta de Gobierno de la UNAM ha designado a Enrique Graue, alguien que pese a ser un académico total, es decir, sin carrera política, se perfila para mantener las cosas en una simple y llana “tranquilidad”, sin aventurarse a que la Universidad sea verdaderamente la casa de la crítica constructiva al sistema gubernamental mexicano.

El 3 de agosto de 2015, John M. Ackerman, académico de la UNAM, colaborador de Proceso, The New York, Times, entre otros medios, escribía en La Jornada: “Con la candidatura de Alcocer se busca convertir a la UNAM en una vil copia de segunda clase de universidades como Harvard, Yale y Stanford (que) están al servicio del dinero y el poder (…) el vicepresidente estadunidense, Joe Biden, señaló de manera condescendiente que la UNAM era tan buena como Harvard o Yale. Se equivocó el brazo derecho de Barack Obama. La UNAM es una institución mucho mejor que aquellas pequeñas universidades de élite”.

Hoy, el propio Ackerman, asegura que la comunidad universitaria ha triunfado, no por la designación de Graue, sino por el freno a Alcocer y a Bolívar Zapata, ambos candidatos de la presidencia. Sin embargo, queda nuevamente la crítica al sistema de elección de rector en la UNAM; la Universidad más grande de América Latina, tiene, para Ackerman, un sistema “medieval” para designar al rector. La pregunta pendiente es: ¿debería ser distinto?