“Renunciamos al PRD y contribuiremos a lograr nueva alternancia con Andrés Manuel López Obrador”
El 2018 debe ser la conclusión de una lucha que por tres décadas hemos librado muchas generaciones desde la izquierda, y al mismo tiempo, el inicio de una nueva etapa en que se desarrollen políticas públicas que configuren un nuevo modelo de desarrollo económico, social y político, ello con el previsible triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador.
Los objetivos fundacionales que originaron una forma inédita de organización partidaria al unificar el amplio Movimiento Social que respaldó a Cuauhtémoc Cárdenas en la campaña del 88, en un solo partido que surgió como opositor al neoliberalismo, alternativo al régimen, de Izquierda e impulsando un Proyecto Alternativo de Nación pueden cristalizarse en el 2018 con la derrota del PRI y del PAN.
Consideramos que ello no solo es necesario sino también posible de alcanzar el próximo año, pues la mayoría de la sociedad lo ha venido expresando de diversas maneras con mayor claridad que en otras coyunturas.
Las aspiraciones de una profunda transformación del país en favor de la gente las sostenemos, pero el partido que para ello surgió ya no. Renunciamos a seguir siendo parte de esta ficción que es hoy el PRD.
El grupo dirigente que logró apoderarse (con el apoyo del régimen) de la estructura del partido para la toma de decisiones ha traicionado el Proyecto fundacional y se ha colocado claramente como asociado de la derecha neoliberal que ya ha mal gobernado el país, a cambio de algunas dádivas.
La creación del llamado Frente con la participación del PRD es una defenestración del mandato del Congreso Nacional y una traición porque se expresa en una coalición electoral que contraviene el mandato en favor de la unidad solo con las izquierdas del país en el 2018.
La línea política aprobada el 20 de septiembre de 2015, durante la celebración del XIV Congreso Nacional Extraordinario, entre otros elementos, dice:
“Reafirmamos que en la perspectiva actual de nuestro partido no existe propósito alguno de establecer alianzas electorales de carácter general con el Partido Acción Nacional.
(…)
Es una tarea nacional y popular lograr la mayor unidad posible de la izquierda y otras fuerzas progresistas y democráticas, la cual debe comprender la comparecencia electoral con candidatos y programas comunes, es decir, la alianza en las elecciones.”
Lo que ha acordado el grupo dirigente del PRD nada tiene que ver con este y otros mandatos, que eran aún reflejos de un organismo político que aspiraba a ser parte del movimiento democrático nacional; ello se acabó.
La traición se ha consumado y es momento de tomar decisiones.
Y la claudicación no solo es de quienes hoy administran como franquicia comercial el registro legal del partido, sino también de un conjunto de dirigentes intermedios que han privilegiado por acción u omisión el acomodo personal al proyecto social que representaba el partido.
Primera vez en 30 años:
Que no se realizaron elecciones para renovar los órganos internos del partido. Lo realizado el pasado 9 de diciembre no fue elección sino una simulación más y un claro desacato a la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que todo indica éste consentirá.
Que actúan y toman decisiones con órganos caducados pues el período para el cual fueron electos ya concluyó; el propio estatuto los establece como periodos improrrogables.
Que no postulará el partido candidatura presidencial propia y apoyará al dirigente de un partido de derecha.
Que la mayoría de tal órgano, el Consejo Nacional, se ha sometido a los designios de los administradores de lo que les queda del partido.
Que la mayoría de la base social y partidista ya ha decidido no admitir estas claudicaciones y ello se refleja ya en diversos estudios de opinión favorables a López Obrador; el descenso en la aceptación del PRD pasó del 18% a un promedio de solo el 6% en estos días que corren. La mayoría ya no está ahí. La real disputa será entonces si conservan o no el registro.
Hemos realizado nosotros un genuino esfuerzo personal y colectivo en la defensa del Proyecto con el cual caminó el PRD durante casi treinta años.
No se logró tal objetivo, habremos de admitirlo, pero ello no obsta para lograr lo principal que es la derrota del neoliberalismo y abrir la vía para la construcción de un Estado Social Democrático y de derecho.
Por todo ello es que hacemos pública nuestra determinación de renunciar a seguir siendo parte del PRD.
Convocamos a la base militante del partido y a la sociedad en general cerrar un largo periodo de exclusión de las mayorías de los satisfactores básicos de bienestar y de la concentración de la riqueza para una pequeña oligarquía nacional.
A hacerlo por la vía pacífica, legal, como ha sido siempre nuestra conducta, apoyando a Andrés Manuel López Obrador para derrotar al PRI y que no regrese el PAN, en el crucial 2018.
Ciudad de México a 15 de diciembre 2017.
Raúl Morón Orozco, Senador por Michoacán. Fundador
Víctor Hugo Romo, Diputado Local CDMX. Fundador
Camilo Valenzuela, ex Presidente del Consejo Nacional. Fundador
Carlos Sotelo García, Consejero Nacional y Militante de Izquierda. Fundador
Herandi Muñoz. Consejera Nacional
Domitilo Posadas Hernández. Fundador
Cristina Portillo Ayala. Fundadora
Reynaldo Millán Cota. Fundador del Partido
