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Mayas a la cúpula católica: Todos los maya hablantes somos agraviados

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RESPUESTA DEL MAESTRO FELICIANO AL PBRO. Jorge Martínez.

Feliciano Sánchez Chan Pbro. Jorge Martínez Ruz, Vocero de la Arquidiócesis de Yucatán, permítame disentir con usted sobre la disculpa pública que presuntamente emite la instancia a su cargo y con todo respeto, su misiva refleja una vez más, la visión de la iglesia con respecto a nuestro Pueblo, Cultura y Lengua, pues cuando dice que “…parte de la confusión se debe a que se habla en lengua maya…”, está poniendo en tela de juicio la capacidad de nuestra lengua, como lengua suficiente, vasta, completa como compleja, para todas las necesidades comunicativas del pueblo que la emplea de manera permanente.
Su comentario me hizo recordar las viscerales discusiones de antaño cuando la misma iglesia elucubraba sobre si los originarios de este país teníamos o no tenía, alma, sólo porque éramos diferentes.
Con esta pretendida disculpa pública, se evidencia los humores que la iglesia (porque usted como vocero, la representa) transpira con relación a los Mayas, y lo siento, pero “les está saliendo más caro el caldo que las albóndigas”.
Si su sotana se lo permite, bien haría en aprender un poco de maya y luego asistir a una serie de eventos que ocasionalmente hacemos, por cierto intitulado “Ba’ax ma’ unaj a na’atik le ken a wu’uy u t’a’anal maayt’aani’”, dicho en cristiano, como es costumbre de ustedes demandar, sería “Lo que no debes entender cuando escuches hablar maya”. Estos eventos ilustran de manera vivencial; por eso la importancia de saber hablar maya; la vigencia, vitalidad y capacidad expresiva de la lengua maya viva de nuestra península.
Su prelado, hoy amonestado, por lo que se alcanza a percibir, es un buen hablante de la lengua maya y como no aplique esos recursos lingüísticos que nosotros usamos en los citados eventos; cosa que no creo porque estaba en su centro de oficio; el pueblo percibió con toda claridad su mensaje y su “retiro”, deja muchas preguntas, y para no hacer leña del árbol caído, no lo preguntamos por él, preguntemos por los otros sacerdotes que recorren día a día nuestras comunidades: ¿Cuántos curas emplean este método? ¿Cuántas veces el pueblo sufre de estas vejaciones y no se atreve a hablar? ¿Esto es una confirmación de que para que la iglesia gane adeptos, atemoriza, en lugar de convencer?
El Pueblo Maya vive a diario estas situaciones de todo agente externo y a veces interno, pues lo mismo o peor hacen los médicos, los administradores / impartidores de justicia, los servidores de los tres niveles y órdenes de gobierno, salvo muy honrosas excepciones.
Para terminar pronto señor vocero, ahora no es una quinceañera y su familia la que se siente agraviada, pues su causa es nuestra causa. Ahora somos todos los maya hablantes quienes nos sentimos insultados y nuevamente atenaceados por el hierro candente de la iglesia, solo porque hablamos lengua maya. Y usted lo trae a la palestra, en fecha muy próxima al aniversario del cruel asesinato Jacinto Canek fue en la plaza grande de Mérida. ¿Lo sabía usted?

La lengua maya no es confusa, afirmarlo ofende a los mayas: poeta Pedro Uc
POR Pedro Uc Be, poeta y escritor maya.

En atención a los hechos suscitados en el pueblo de Tahdziú ,Yucatán, el sábado cinco de diciembre del año en curso, protagonizado por el sacerdote Manuel Leobardo Chuc Canté quien celebraba una misa de quince años solicitada por la familia cristiana Balam Puc, vimos y escuchamos a través de un vídeo que circula en las redes sociales, actitudes reprobables del presbítero en cuestión; en lengua maya se dirigía a la señorita quinceañera con un lenguaje corporal de reprimenda, de amenaza y de intimidación.

Respecto a lo que dice a la señorita, por cierto en lengua maya, se alcanza escuchar reproches (de alguien que parece estar en estado inconveniente) por incumplir con normas establecidas y dar prioridad a los arreglos del vestuario.

Esta actitud que según muchos fieles católicos no es extraña (por eso algunos hasta lo justifican) es una muestra de la continuidad de los 520 años de evangelización de la “santa” inquisición, es ese clásico sometimiento del pueblo indio a los autos de fe categorizados por Diego de Landa.

Nuestro pueblo maya ha sido tolerante con este tipo de actitudes ofensivas y humillantes como si eso es necesaria para estar en comunión con Dios; ya no sabemos de cuál dios nos hablan, a veces parece que anuncian al Dios del Cristo histórico que proclamó el reino de Dios, pero tal parece que en la práctica es un dios romano, crucificador, sectario, conquistador y colonizador como del que hablan en el Chilam Balam.

Lo peor es que la arquidiócesis emite un oficio fechado el 8 de diciembre de 2015 en el que justifica a este hijo de Landa; hay un párrafo impresionante, en el que se afirma, que la confusión se debe a que se habla en lengua maya, ¡esto es el colmo! es una ofensa para quienes somos mayas, pues hablamos una lengua “confusa”, resulta que el susodicho sacerdote solo hacía su trabajo como aquel nazi que mataba porque cumplía una orden de su superior.

Es terrible que esto siga sucediendo, que los pueblos mayas sigamos buscando espacios en el que nos humillen, nos ofendan y declaren oficialmente que hablamos una lengua confusa.

Para quienes siguen siendo católicos y cristianos, vale la pena que miren otro tipo de iglesia, esa que ha sido perseguida y opacada por la institucionalidad que sin embargo, en virtud a su naturaleza, que es de Dios como dijo el sabio Gamaliel, ha sobrevivido y ha hablado en la voz y pluma de sus profetas de hoy como Leonardo Boff, quien ha escrito un libro interesante sobre La nueva evangelización e Iglesia, Carisma y Poder.

Pero sobre todo, quizá como mayas que somos, sea bueno que miremos la fe desde nuestros abuelos más primeros, esa que nos pone en armonía con la naturaleza como la manifestación de la presencia de Dios en nuestro caminar, acompañados por la luz del sol, por el agua de la lluvia y por el canto del viento, esos no humillan sino dan vida, un buen vivir. Ticul, 9 de diciembre de 2015. z Fuente :

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