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“Vamos a ganar” era el grito que el maestro de ceremonias pedía corearan los presentes, pero el público no le hizo caso. Ahí estaba José Antonio Meade, envuelto en sudor, rodeado de Raymundo King, Beatriz Paredes, Pedro Joaquín Delbouis, Susana Hurtado, Leslie Hendricks, el exgobernador Joaquín Hendricks, Mario Machuca.
De fondo se escuchaba una canción a ritmo de reggaeton que decía “vamos con Pepe, que sí se puede, solo con Pepe, solo con Pepe, Pepe”.
Leslie Hendrick es la que abre la sesión de discursos, ahí la aspirante dijo dar un mensaje contundente a todos los quintanarroenses «que van a recuperar y van a ganar, porque esta usted (José Antonio Meade) a la cabeza de esta coalición Todos por México».
Por momentos la hija del exgoberndor Hendricks se veía poco preparada, la improvisación no es su fuerte. Sin embargo sacó fuerzas y continúo su discurso: «Conocemos sus propuestas y nos da mucho gusto vernos reflejados y sentirnos incluidos en esas propuestas, en las que hablamos de seguridad. Hoy en Cozumel y en muchos lugares de Quintana Roo, clamamos esa seguridad».
El candidato José Antonio Meade, no dejaba de reir, de secarse el sudor de la frente con una mano, de intercambiar puntos de vista con Pedro Joaquín Delbuois.
Y ahí, en medio de gente, de algunos globos verdes, blancos y rojos, Leslie Hendricks, comprometió al candidato Meade a algo que suena increíble e imposible: «Hoy que celebramos a los niños de México, nuestro candidato, nuestro próximo presidente no va a permitir que ningún niño, nazca en pobreza». Y el candidato dejó de sonreir por un instante, él sabe que la pobreza no se elimina por decreto.
Bienvenido a Quintana Roo
«Bienvenido señor presidente», «Bienvenido a Quintana Roo», «Viva Cozumel», «Viva Pepe Meade». El ambiente no era de fiesta, y quien no lo crea ahí están los vídeos, la gente estaba apagada, no había emoción, no había fuerza en los «simpatizantes» de Pepe Meade.
Tan es así que el maestro de ceremonias anunció un vídeo para que «todos supieran quien es Pepe Meade». Y el vídeo se reprodujo.
«Pepe Meade lo tiene todo para ser presidente» empezó el audio del vídeo. Luego de un recuentos de logros que no son de él sino de dos gobiernos, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto. Luego imagenes y vídeo de él y su esposa Juana. Hablando de los problemas que han enfrentado como pareja, como familia, que piensan de México, que piensan los hijos. El vídeo pide la confianza de los mexicanos.
Pero no logra conectar ni siquiera en su mitin en Cozumel. Después del vídeo no se escuchó ni un solo aplauso. Así de grande es la desconexión entre el candidato y los militantes.
El discurso que no motiva
«Vamos a ganar», inicia José Antonio Meade, su discurso. Dice estar en la cuna del turismo, a gritar “yo mero”, y a pedir el voto. “Esta es una elección muy importante”, recalca. Parece maestro en ceremonia de escuela, pidiendo la comparsa del público.
Su discurso no emociona, no es interrumpido si es acaso que no se pide. Menciona a Pedro Joaquín Delbouis y la gente entonces enardece.
Pide el voto para cuidar la ecología de Quintana Roo. Agradeció a Nueva Alianza, y se comprometió a promover guarderías para las madres solteras. Menciono a Raymundo King y Susana Hurtado.
Dio un saludo a la CTM, la CROC, el sindicato de taxistas quienes al ser mencionados agitaron sus banderas y gritaron.
“Queremos que cuando el turismo llegue a Cozumel haya derrama económica, que ese dinero se quede en la isla y que la Federación sea más generosa con Cozumel, en programas y en infrastructura”, dijo el candidato y se comprometió a construir a Cozumel, como la “isla del deporte”.
José Antonio Meade dijo que quiere que regresen los tiempos en que los cozumeleños dejaban sus puertas abiertas, que él quiere regresar la seguridad a Cozumel. Pero no dijo cómo.
Y comenzó con eso que le sale muy bien al PRI, las campañas de miedo: “Esta es una elección muy importante, porque todo lo que tienen ahora, todo, está en juego. Y hemos construido mucho, una isla, de la que nos sentimos orgullosos”.
Y con “Vivas a Quintana Roo, Vivas a México” cerró su acto.
Y entonces el animador pidió porras para José Antonio Meade, pero nadie le hizo caso, nadie festejó a Pepe Meade. Y el evento se cerró.
