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Por Alberto Mendoza
La noche del lunes un grupo de apoyo de la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito de Solidaridad detuvo a dos escoltas del candidato priista a la Presidencia Municipal, Martín de la Cruz por portación ilegal de arma de fuego ya que no cuentan con los permisos correspondientes, y agresión a los elementos.
Quisiera puntualizar, señora y señor lector, que uno de los detenidos es del estado de Colima, donde también es originario el candidato, mientras que el otro es de Veracruz.
Es importante señalar que esta detención se realizó luego de que elementos de este grupo de apoyo vieran en su vigilancia a un sujeto que intentaba ingresar a un domicilio y evadir a los uniformados. Luego de ser concluida la revisión del individuo varios sujetos salieron del predio agrediendo a la policía portando también armas de fuego.
Fuentes cercanas señalaron que este grupo fue activado debido a que varios elementos se encontraban atentos a las protestas del sindicato de taxistas que colapsaron la circulación en la carretera federal por la aprobación de la nueva Ley de Movilidad.
Horas más tarde de dicha detención, estimado lector, el candidato priista, quien se ha desempeñado como diputado local y líder estatal de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, citó a una conferencia de prensa.
En dicha conferencia el candidato, quien cabe señalar según las encuestas ocupa el tercer lugar en las preferencias electorales, aseguró que la policía municipal ingresó a su domicilio y amedrentó a su familia, sin embargo no presentó prueba alguna de este hecho, a pesar de que en su domicilio cuenta con cámaras de seguridad.
A la pregunta expresa de un periodista sobre dichos videos, se limitó a responder que estaban analizándolos para ver si después los muestran.
Adicionalmente hizo señalamientos directos en contra del Director General de Seguridad Pública y Tránsito municipal, siendo que transmisiones en vivo de algunos medios de comunicación lo hubican a la misma hora en la zona de bloqueo de los taxistas.
A este humilde periodista le surgen algunas preguntas que espero sirvan para la reflexión y que en aras de la verdad el candidato responda.
¿Cómo es posible que un político como él haya contratado a guardaespaldas sin solicitarles su permiso para la portación de armas?
¿Cuánto tiempo exactamente estos guardaespaldas han estado con él trabajando sin dicho permiso?
¿Por qué los guardaespaldas no se identificaron y por el contrario agredieron a la autoridad?
¿Existe algún trasfondo para que sus guardaespaldas porten armas sin registrar y sin permiso?
¿Hay alguna razón por la cual ambos sujetos sean de Colima (lugar de origen del candidato) y de Veracruz? ¿Por qué siendo líder de trabajadores no contratar a quintanarroenses?
¿Por qué no dio a conocer los videos de sus cámaras de seguridad?
Al inicio de la campaña indicó que sujetos armados ingresaron a las instalaciones del sindicato y lo amenazaron ¿Qué ha pasado con la supuesta denuncia que presentaría, la investigación y los videos de este hecho?
¿Por qué no denunció a los policías y solo acudió a los medios de comunicación? Y si ya presentó la denuncia ¿por qué no hacer público también ese acto?
¿Considera Martín de la Cruz que los políticos y su personal tienen alguna especie de privilegios sobre el resto de la población y por ello pueden estar al margen de la Ley?
¿Qué intención tiene al culpar al Director de Seguridad Pública y mentir respecto a su paradero en el momento de los hechos?
En la confierencia indicó que este mismo día sostuvo un encuentro proselitista con policías municipales ¿está relacionada esta reunión con los señalamientos realizados en contra de la corporación?
Y finalmente ¿por qué distraer la atención de los medios y la población de un delito federal cometido como es la portación ilegal de armas hacia un delito menor como el hallanamiento del cual no mostró pruebas más que sólo su dicho?
¿Por qué utilizar el supuesto miedo de su familia ante este hecho para terminar dando propuestas de campaña en la conferencia de prensa?
No sé ustedes señoras y señores lectores, pero este hecho deja mucho que desear a este humilde periodista y pone en entredicho otra vez la veracidad de la palabra de Martín de la Cruz.
Como siempre, solo me queda decir: Seamos serios.
