Descubren nuevo e impresionante cenote en terrenos de Panabá

agosto 10, 2018
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Por José Alejandro Aguilar Novelo

PANABÁ, YUC, (agosto de 2018).- Un cenote descubierto hace apenas unos meses, y que podría ser de reciente formación, puesto que nunca antes había sido visto, pese a que el terreno ha sido recorrido decenas de veces, impresionó a su descubridor, don Edilberto Basto Correa, dueño del rancho San Judas Tadeo, donde se ubica la formación geológica.
Adentrándonos en los montes pudimos constatar la existencia de esta oquedad en la región oriente de Yucatán, ubicado a 8 kilómetros al suroeste de la cabecera del municipio de Panabá, rumbo a Sucilá.
Aunque se ignora la fecha exacta de su aparición al abrirse la tierra, don Edilberto narra que, “este cenote lo encontré el 18 de mayo pasado [próximo inmediato], cuando hacía labores del campo. En el lugar donde la tierra se hundió para que apareciera el cenote se ha hecho milpa dos veces, hace 40 años lo hizo mi papá, y hace 20 aproximadamente, mi tocayo Edilberto Uc (q.e.p.d). Es un buen lugar debido a que se ubica en un ‘rehoyada’, aquí cerca estuve tumbando el monte en marzo para hacer la milpa, pero ya no lo seguí por razones de salud”.
Se puede afirmar que de manera literal, la tierra, los árboles, y todo lo que se encontraba en el sitio se vino para abajo al desplomarse el suelo, dejando ver el gran hueco, que tiene forma irregular, el cual mide de oriente a poniente unos 25 metros de largo, y 10 de norte a sur, a 6 metros sobre el nivel del mar, aunque dichas medidas son solamente estimaciones, debido a que aún no se hacen exploraciones.
Se puede observar a los costados la gran capa de tierra que tiene, y debajo de esta, una capa de piedra laja.
Lo verdaderamente sorprendente es que desde el socavón se puede ver una grieta de hasta 30 centímetros de ancho, y la profundidad varía de dos, tres y hasta más metros, el cual recorre unos 30 ó 40 metros a la redonda, hacia el norte, que empieza en la parte oriente y finaliza en el poniente.

En la visita al sitio se pudo comprobar que hay raíces despedazadas; de un lado y otro de la abertura, el nivel es ligeramente más bajo que el que se encuentra hacia el centro de la “rehoyada”. Todo esto indica que en cualquier momento se puede desplomar desde la parte delimitada por la fisura de tierra, y que es muy visible.
Don Edil, como se le conoce al propietario del rancho, añadió que, “esto es obra de Dios, para mí es un milagro. No le tengo miedo, le guardo respeto a estas cosas de la naturaleza. Cuando camino en otras partes del rancho ando con mucha precaución por el temor de que pueda abrirse la tierra. Me imagino que al derrumbarse esto, debió haber hecho mucho ruido”.
“Cuando encontré este cenote, los árboles que cayeron al agua aún tenían las hojas verdes, lo que me hace pensar que tenía poco tiempo de haberse formado. Le preparé un pequeño altar de piedra y le coloqué una cruz, todo de manera rústica. Aún no he hecho nada pero pronto realizaré un rezo de acción de gracias”. **
Otro aspecto que se observa es que en los lados no hay moho; desde el lugar donde estábamos pudimos distinguir unos helechos, y los árboles que yacen en el agua ya están secos; también se aprecian bóvedas que pasan debajo de la tierra en la parte subacuática, pero no se visualiza el escombro que, suponemos, cayó dentro del cenote, y se ignora su profundidad. Existen varios panales de avispas, algunas ranas en una pequeña parte de tierra cercana al agua, pero no se encontraron peces.
Se espera que con la presente publicación, expertos en la materia puedan reconocer el sitio, para explorarlo por dentro y por fuera.
El dueño de la estancia ganadera tiene la esperanza de que algún día vengan espeleólogos a investigar el gran pozo que, según considera, se formó en el presente año y que él descubierto hace casi tres meses.
De igual modo, asegura que el cenote es nuevo, ya que ha recorrido anteriormente la zona donde se ubica, sin que antes lo haya visto.
Todo es realmente impresionante.

* JOSÉ ALEJANDRO AGUILAR NOVELO, CUYA FOTO APARECE EN ESTE ARTÍCULO, ES ESCRITOR, HISTORIADOR Y PERIODISTA. CORRESPONSAL DE LA VOZ DE LOS MAYAS DESDE 2007

** UNA CREENCIA COMÚN EN LA PENÍNSULA, ES QUE EN ESTOS CASOS HAY QUE AGRADECER A LAS DEIDADES MAYAS Y A LOS ALUXES (DUEÑOS DEL MONTE), EL SUCESO, DE AHÍ QUE DON EDIL PLANEE REALIZAR UNA OFRENDA EN EL SITIO.

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