Los carteles que ensangrentaron al alcalde de Cancún: El Legado violento de Remberto Estrada

septiembre 18, 2018
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Por Arturo Mendoza Mociño /
Pedro Canché Noticias

Cancún, Quintana Roo.- El pasado viernes 14 de septiembre Cancún contabilizó 400 muertes ligadas al narcotráfico y ése, aunque lo niegue, será el legado de Remberto Estrada Barba, alcalde saliente del Municipio de Benito Juárez.
Lo que antes era la norma de todos los días en la joya de la corona del turismo nacional, que no hubiera rafagueados, destazados, embolsados o entambados, vuelve a ser noticia en estos días cuando el político del Verde Ecologista se lava las manos e, insiste, que el problema es nacional y no de su administración.
La cifra récord no se detiene ahí porque ayer domingo fueron hallados, con las manos amarradas, los rostros cubiertos y con varios impactos de bala, dos hombres en la Supermanzana 311, en el Fraccionamiento Alamos II.
¡402 muertos y contando! Es una cifra récord reconocen las autoridades encargadas de evitar que esos números sigan en ascenso.
Como mazazos caen las cifras de la danza escarlata de la muerte: Agosto fue el mes más violento con 66 ejecuciones, luego estuvo julio con 59 mientras que abril cerró con 58.
En los contados días de septiembre ya van 25 ejecuciones.

Lo nunca antes visto está ocurriendo ya

La marejada de sangre que golpea a Cancún ha tenido varios días violentos con seis ejecutados en un solo día: ocurrió el 19 y el 27 de julio, pero también el 4 de agosto. Hubo intentos de ejecución en playas de Zona Hotelera. Policías ejecutados a pie de playa en un restaurante público por el Cártel Jalisco Nueva Generación a manera de advertencia. La danza de hechos macabros no cesa porque, a la par de los atentados, aparecen cuerpos sin vida y con huellas de desbordada violencia en diferentes puntos de la ciudad.
2017 cerró con 217 muertes relacionadas con el narcotráfico. En 2018, que aún no acaba, ya hay 400 decesos.
Por tal incremento, en el “Semáforo Delictivo” nacional, Quintana Roo ya es el quinto estado con mayor porcentaje de crecimiento de ejecuciones en este 2018 (109%), sólo por debajo de Coahuila, Nayarit, Guanajuato y Michoacán.
De hecho, lo que alarma a ciudadanos y autoridades por igual, es que Quintana Roo ya supera a estados de la República históricamente violentos como Chihuahua, Sonora, Veracruz, Tamaulipas, Guerrero, entre otros.
En la numeralia de sangre de Cancún, según una investigación de Noticaribe, sobresale que este año también ha aumentado el número de mujeres ejecutadas al registrarse 33 casos en comparación de las 19 del 2017.
El año pasado, el mayor número de ejecuciones se registraron durante los fines de semana (viernes, sábado y domingo), mientras que en este 2018 los días con más ejecuciones –en comparación al año pasado– son los lunes, miércoles y jueves.
Mientras el Fraccionamiento Villas Otoch Paraíso se confirma como el lugar más conflictivo de todo Cancún, al sumar 14 ejecuciones en lo que va del año, colocándose a sólo 7 casos de igualar el número de ejecutados en todo el municipio de Benito Juárez durante el año 2014.

La sombra de Acapulco sobre Cancún

“Vivimos en una inseguridad absoluta”, se quejaron los candidatos que aspiraban a gobernar el ayuntamiento de Benito Juárez. “El crimen se está adueñando de nuestras calles”, se lamentaron, pero sólo Niurka Sáliva, del Partido Encuentro Social (PES), propuso soluciones concreta: comprar 300 patrullas, blindar la ciudad con 3 mil cámaras y contar con un seguro de vida de hasta un millón de pesos para los elementos policiacos.
Además sugirió crear dos nuevos cuerpos: una Policía Auxiliar Industrial y un equipo tipo SWAT, con equipo último modelo. Todo por 500 millones de pesos.
Mientras la antigua joya turística de México se desangra y a pesar de estar «blindada» y permanentemente resguardada por policías y militares, Acapulco, como Cancún, también está batiendo récords de violencia. En 2017 hubo 834 ejecutados, ahora, hasta agosto, hay un total de 523 asesinatos dolosos.
El especialista en seguridad Alejandro Hope considera los casos de Acapulco y Cancún muy similares.
Para él, el deterioro de Quintana Roo no es nuevo porque se ha acentuado en los dos últimos años, precisamente los que tiene gobernando Carlos Joaquín González.
En 2017, según cifras del Inegi, el número de homicidios creció 129% con respecto al año previo. La tasa de homicidio pasó de 12 a 27 por 100 mil habitantes, ubicándose por encima de la tasa nacional. En Cancún los asesinatos casi se triplicaron en 2017 y se han casi sextuplicado desde 2014. La tasa de homicidio se ubica ya en 41 por 100 mil habitantes.
Hablando en plata y para poner las cosas en perspectiva, apunta Hope, esa tasa es dos veces y media mayor que la registrada en la Ciudad de México, que es ocho veces mayor, en cuanto población, a Cancún.
Con esa danza macabra no es de extrañar que 300 mil turistas estadounidenses dejaron de visitar Cancún y la Riviera Maya durante 2017, según cifras de Darío Flota Ocampo, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ).
Todo ello ocurre por toda la riqueza que hay aquí: en tráfico y venta de drogas, tráfico de personas e indocumentados, secuestros, extorsiones y otro tipo de delitos que se disputan al menos tres grupos: el Cártel de Jalisco Nueva Generación, La Barredora (un presunto brazo armado del Cártel de Sinaloa) y Los Rojos, la banda de Guerrero vuelta famosa a consecuencia de la tragedia de Iguala.
Otras bandas locales también pelean la hegemonía o mantener sus territorios sin rendir vasallaje: Los Combos, un grupo heterogéneo de supuestos Zetas y presuntos miembros del Cártel del Golfo, y una banda conocida en medios locales como el Cártel de Cancún.
La violencia persistirá, advierte Hope, si no se atienden las fuentes de la disfuncionalidad social de Cancún:

1-. Crecimiento demográfico explosivo generado por oleadas sucesivas de migrantes jóvenes
2-. Desarrollo urbano desordenado y excluyente
3-. Dependencia casi absoluta de un solo sector económico
4-. Dotación insuficiente de servicios de educación y salud
5-. Débil capital social
6-. Alta concentración de hombres jóvenes con pobres perspectivas económicas
7-. Mercados ilícitos pujantes
8-. Economía regional próspera con muchos blancos para la extorsión
9-. Y, por encima de todo, debilidad institucional
10-. En 2016, la policía estatal contaba con mil 229 policías preventivos, de los cuales mil 202 tenían ingresos inferiores a 5 mil pesos. De acuerdo a datos de la organización Impunidad Cero, la tasa de impunidad en el delito de homicidio en Quintana Roo es de 87.4%, la quinta más alta del país.

Aunque para Alejandro Hope Cancún todavía no es aún Acapulco, sí se le empieza a parecer peligrosamente.

Las muertes violentas lo dicen todo: Cancún (400), Acapulco (523).

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