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Cozumel.- Todo fue tan rápido que no nos dimos cuenta de los sucedido hasta que mi niña Katerin cayó al agua, revela Jonda Leyvi Izquierdo padre de la menor de cinco años que al embarcar en el muelle de Playa del Carmen para cruzar a Cozumel resbaló y cayó al mar.
Entrevistado al descender del barco de Winjet, el padre de la menor se dice afortunado al poder salvarla, pues al ver el incidente, él decide lanzarse al agua; exige que las terminales deberían de tener mayor seguridad para que sus clientes aborden, porque las escaleras no tienen protección a los lados.
“Hoy me pasó a mí, mañana le puede pasar a alguien más. El personal no vio cuando cayó la niña, o no se aventaron, no sé la circunstancia. A lo último se aventó uno, pero ya la tenía yo agarrada”, enfatizó.
Informó que la niña no tuvo ninguna fractura o herida, solo el susto, porque pasaron segundos entre su caída y el rescate. Además lamentó que no exista un servicio médico permanente en los barcos que cruzan de Playa del Carmen a Cozumel, porque durante el recorrido de 40-50 minutos, la menor no fue atendida por un profesional de la salud, sino hasta que llegó a la isla.
Narró que mientras él acomodaba y entregaba su equipaje a los del barco, la niña cayó al mar, cuando la vio que cayó, inmediatamente se tiró al agua. Lamentó que el personal de la naviera no tenga lámparas para estos casos, y la luz es muy escasa en el muelle, cuando en otros lugares del del mundo las lámparas están incrustadas en el mismo muelle.
Recomendó a los padres de familia que cuiden a sus hijos, porque ellos no miden el peligro de inseguridad, que sumado al de las empresas navieras, pues se convierte en un detonante para estos accidentes; “que haya personal capacitado en los muelles y las navieras”, concluyó.
