El botín de las zonas irregulares al debate

Hugo Alday Nieto

No cabe duda de que en política todo se vale, y en los debates de política para buscar la presidencia municipal de Benito Juárez, Quintana Roo, parece que se vale hablar sin saber lo que se está diciendo, intentando mantener la frente en alto, aunque miles de personas con tristeza veamos el terrible desatino de las palabras que emanan de la boca de más de alguno.

En esta ocasión, tocó el turno de las zonas irregulares. Esas colonias que nadie había visto hasta que la Cuarta Transformación comenzó a trabajar en su regularización de la mano de Ejidos, posesionarios y el gobierno federal a través del Instituto Nacional del Suelo Sustentable, por sus siglas INSUS.

Llama la atención que hoy todos los candidatos se hayan referido con especial énfasis a las colonias irregulares, ya que en menos de 3 años la Cuarta Transformación les ha dejado claro a todos, que si se pueden regularizar colonias de origen ejidal o privado después de 50 años de abandono y de gobiernos sin capacidad.

Y empezamos con la inigualable propuesta del independiente que busca condonar todas las contribuciones, incluyendo las de energía eléctrica para regularizarles y escriturarles sin importar que sea invasión o venta fraudulenta, en una propuesta populista que legalmente es inviable, dado que la carga de la inversión pública recaería en los demás, es decir, premiar a aquellos que de alguna u otra manera han cometido faltas contra particulares, contra el Estado o el Ejido.

De allí, el candidato del tristemente célebre partidazo (como lo llamaba RIUS), propuso el paquete “todo incluido” para las colonias irregulares. Sin considerar que estaría impedido de invertir dinero público en calles que son aún parcelas o que son propiedad privada. De ese nivel el tamaño de la desesperación por obtener votos a base de promesas imposibles.

Luego continuó el del nuevo partido rosa, que criticó la forma que impulsó la Cuarta Transformación para dar cauce a la regularización de colonias y municipalización de calles, y que derivado de su escaso vocabulario técnico y nulo conocimiento jurídico y administrativo, se quedó en crítica sin propuesta.

El señor que representa los colores del América (azul-crema), simplemente hizo al más puro estilo de los dinosaurios de su estirpe, promesas sin pies ni cabeza que anteriormente había realizado con los otros partidos que ha venido abanderando en cada elección, y para su desgracia, tuvo la mala fortuna de referirse de forma vana y despectiva de la Charrería, de nuestro deporte nacional, de aquella representación del mexicano en el mundo, lo que se refleja una muy, pero muy profunda ignorancia.

La candidata de la Cuarta Transformación propuso continuar con los acuerdos con la federación para poder avanzar primero en la municipalización de calles para después acogerse a los programas federales a fin de acceder a recursos para inversión en drenajes y calles, una vez regularizadas.

Los demás candidatos no hicieron mayor alusión técnica jurídica al tema, salvo prometer que lo atenderían de llegar a la presidencia municipal.

Así las cosas, respecto de uno de los mayores problemas de Cancún, en el que convergen la inseguridad jurídica, la contaminación del agua de todos, el desmonte ilegal de nuestra selva, el fraude inmobiliario, la falta de espacios públicos, el crimen organizado y la mafia del poder evitando perder a sus clientes cautivos.

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