Cancun.- Alma Elena Reynoso Zambrano, décimo tercera regidora de Benito Juárez, es una mujer que ha cumplido, con el lugar común que representa el hecho de que cualquier persona, ya sea por méritos económicos o por méritos de sus influencias, lleguen a ocupar cargos públicos, publica este día La Palabra del Caribe.
Para la funcionaria la metamorfosis de ser simple porrista del equipo de beisbol de Torreón, a primera regidora priista de ese Ayuntamiento fue algo tan sencillo; de allí, a “agente libre” en negociaciones con Mauricio Espinosa Alemán, quien abrió las puertas del partido en Quintana Roo, luego de negociar con el ex gobernador de Coahuila y ex diputado federal, Rubén Ignacio Moreira Valdez.
Para Reynoso Zambrano, la pose es lo más importante y, desde luego, durante los años anteriores, no se le habría ocurrido aspirar a ocupar un lugar en el autódromo Hermanos Rodríguez, sino fuera porque un mexicano (Sergio ‘Checo’ Pérez) ha generado tanto revuelo en las redes sociales. Lo que llama la atención es de donde habrán salido los aproximadamente 240 mil pesos que pago por asistir acompañada de otra fémina al Gran Premio de la Ciudad de México.
Algunas opciones; puede ser que esos boletos los hayamos pagado usted, yo y algunos otros miles de ciudadanos cancunenses extorsionados por los elementos de Seguridad Pública y de Tránsito.
La regidora no concibe su vida fashion encerrada en un pequeña oficina del palacio municipal de Benito Juárez, por lo que nunca se le ha visto en ella desde que rindió protesta.
Es además, cómplice por encubrimiento de los elementos de Tránsito que irrumpieron ilegalmente en una concesionaria de vehículos en el mes de septiembre. Aseguró que los elementos que incurrieron en los actos ilegales serían sancionados, pero todo fue una mentira, los elementos, corruptos y asociados a la delincuencia organizada, no fueron dados de baja como ella misma prometió, ni fueron sujetos de una investigación interna correctiva y mucho menos, denunciados por la comisión de delitos graves.
Lo único que preocupa a la servidora es exhibir, por propia mano, los costosos viajes a eventos que aportan más a su estilo de vida fashionista con fotos en sus redes sociales, que atender la encomienda que asumió el pasado 30 de septiembre.
