Felipe Carrillo Puerto.-Como olvidar la tragica noche del 24 de noviembre del 2014, cuando el famoso “trailero asesino” acabo con la vida de dos agentes ministeriales, Yuridiana Cruz Solís de Felipe Carrillo y Miguel Flores Herrera de Bacalar, tras protagonizar una dramática persecusión al estilo “Rapido y furioso”.
Así comenzó el día de furia de José Francisco Gutiérrez Sorcia, que acabo con la vida de dos policías, tomo rehenes a su paso y otros tantos estragos, en su intento por escapar de la ley.
Los hechos ocurrieron entre la tarde del lunes y la madrugada del martes en el poblado de Los Divorciados entre los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Bacalar cuando José Francisco Gutiérrez Sorcia, de oficio trailero, entregó con una hora de retraso un cargamento de hijuelos de piña a productores de la comunidad.
Debido a la demora se inició una discusión con Josué Lara García, propietario del cargamento, quien prefirió retirarse del lugar para regresar a Chetumal pese a que sus empleados ya descargaban el tráiler.
El altercado solo prendió la mecha al chófer, quien optó por ir a un expendio de bebidas alcohólicas, comprarse unas cuantas “chelas”, para luego entrar a la cabina de su camión, donde permaneció durante dos horas bebiendo.
Lo ingerido no fue suficiente para olvidar el altercado sino al contrario, la bomba explotó de coraje por lo que arrancó y puso en marcha el tráiler sin importar que habían ocho empleados arriba bajando la carga.
El arranque tomó por sorpresa a los obreros y en su desesperación, dos de ellos se lanzaron de la unidad en movimiento y luego de varios kilómetros, otros dos hicieron lo mismo en el poblado de Pantera.
Los cuatro restantes hicieron lo mismo en Chunhuhub, y de inmediato avisaron del incidente a la Policía Municipal, quienes tomar su radio y se comunicaron a la base de la corporación policiaca en la cabecera municipal para que ubicarán y detuvieran al sujeto.
Una rápida reacción los eementos de la corporación colocaron un retén en la entrada de la ciudad de Felipe Carrillo Puerto para detener al tráiler, pero el filtro fue evadido por el inculpado, inteligentemente tomo rumbo sobre el libramiento hacia Chetumal pero no le duró mucho el gusto de haber burlado el filtro, policías municipales y federales lograron asegurarlo un par de kilómetros después.
El desenfrenado hombre fue llevado a las 22:20 horas a las instalaciones de la Policía Federal.
Los elementos municipales que custodiaban el tráiler decidieron retirarse al ver que el detenido y la unidad se encontraban en instalaciones federales.
Sin embargo, 20 minutos después, los policías federales llevaron a Gutiérrez Sorcia ante el agente del Ministerio Público local, pero no tenían listos los documentos para dejarlo en los separos de la Policía Judicial.
El procurador García Torres comentó que para evitar incurrir en irregularidades, el agente del Ministerio Público se negó a recibirlo, por lo que los policías federales se dirigieron a la guardia de la Policía Judicial, Yuridiana Cruz Solís, quien se comunicó con su comandante y éste le ordenó negarse a recibir al detenido.
La discrepancia entre querer dejar al acusado en los separos del MP y negarse a recibirlo ocasionó que los uniformados hallan descuidado al hombre, quien aprovechó para someter con un arma de fuego a Yuridiana Cruz, a quien tomó como rehén para salir de la Subprocuraduría de la Zona Centro.
Para escapar, José Francisco Gutiérrez tomó una patrulla de la Policía Federal que tenía las llaves puestas y se llevó a la uniformada, rápidamente se inicio una persecución policíaca.
El trailero tomó dirección hacia Chetumal pero en las inmediaciones de la población Hu-May, el vehículo volcó.
Al llegar los uniformados, solamente encontraron la patrulla y al interior el cuerpo sin vida de Yuridiana, aunque se presume que no murió por el accidente sino que el desquiciado hombre acabo con ella de un balazo pero nunca se confirmó.
Tras el accidente el responsable sometió a dos personas que circulaban en un taxi de Tulum marcado con el número económico 740, avanzó hasta llegar al poblado de Pedro A. Santos pero la unidad se estaba quedando sin combustible por lo que tuvieron que parar en la gasolinera de la comunidad. Fue este momento cuando las víctimas lograron escapar.
Para la fortuna de Gutiérrez Sorcia en el sitio habia un tráiler y no desaprovechó la oportunidad para continuar su huida. Privó de su libertad al chofer y a bordo de dicha unidad continúo su camino.
Este movimiento le tomó mucho tiempo al hombre, tiempo suficiente para que policías ministeriales y municipales de Bacalar desplegaran un operativo que permitió alcanzarlo en las inmediaciones del poblado de Buenavista.
En el lugar, al verse acorralado el enfurecido trailero disparó contra el agente Miguel Flores Herrera, provocándole le muerte, por lo que sus compañeros repelieron la agresión, lo que ocasionó que el tráiler se saliera de la carretera.
En ese momento, el inculpado bajó de la unidad y trató de esconderse entre la maleza pero, ya no tuvo más escapatoria, minutos más tarde fue sometido por los elementos policiales, quienes lo trasladaron a las instalaciones de la Subprocuraduría de la Zona Centro donde se iniciaron todas las investigaciones para integrar su proceso penal.
Francisco Gutierrez Sorcia recibió una primera sentencia de 40 años por la muerte del segundo agente Miguel Flores y fue internado en el Centro de Reinserción Social de Chetumal. Cuatro años más tarde de los hechos, en 2018, recibió la segunda condena a 40 años más por la muerte de la policia ministerial Yuridiana Cruz.
Tras protagonizar una peliculesca persecución a bordo de un tráiler finalmente fue sentenciado a 80 años de cárcel, de los cuales apenas han transcurrido 3 en el CERESO de la capital del estado.