Don Cástulo Jiménez murió defiendo su propiedad, el lote del hoy hotel Ahau frente al mar en Tulum, Palazuelos el arrendador no le pagó y además se quedó con la propiedad. Su hijo Manuel Jiménez Sandoval sufrió todo el poder de los Robertos, Palazuelos apoyado por su amigo Borge le fabricaron un expediente bastante sucio en donde Fidel Villanueva, Gaspar Armando García Torres, el Juez Nicolás Pinzón, entre otros se encargaron de encerrarlo y sentenciarlo por un supuesto delito de extorsión por 2 mil pesos para que Palazuelos haga uso y disfrute- sin pagar renta claro e inventar documentos falsos con la firma del difunto- del hotel Ahau donde una noche cuesta 20 mil pesos, suficientes para que Palazuelos pagará las rentas o comprar el predio de forma legal.
En reiteradas ocasiones, el señor Jimenez intento llegar a un acuerdo con el actor pero este se negaba a tener algún tipo de trato ya que sus intenciones eran simplemente despojar y adueñarse del terreno, asi quedó evidenciado en un video donde Roberto Palazuelos fue captado negándose a pagarle a don Castulo y su hija.
Hija Castulo: Señor… Este señor es un asqueroso. No le crean. Diamante K asi le… asi robo
Palazuelos: La primera vez que yo llegue aquí, ante de que estuviera esto… No te pague lo que tu querías que es diferente
Castulo Jimenez: Esto es mío aunque no me has pagado ni una renta
Palazuelos: Pues entonces ahí inicia un juicio…
Castulo Jimenez: Cinco mil pesos estaba recibiendo nada más
Palazuelos: Inicia un juicio como es debido… Inicia un juicio cuando quieras
Castulo Jimenez. Nunca te dio tiempo de dar la cara ¿Por qué? Porque no me querías pagar
Hija Castulo: ¿Por qué te escondías cuando el quería hacer un contrato contigo?
Palazuelos: Yo nunca me he escondido de el y de nada
Hija Castulo: ¡Claro que si! Tu te escondías
Palazuelos: El queria rehacer… el quería rehacer todo lo que hizo conmigo ya que ya estada todo arreglado
Hija Castulo: No, no estaba… Tu lo arreglaste a tu conveniencia
Palazuelos: No sabes como esta el rollo… En este lugar había 100 gentes armadas. Tu papá tenia orden de aprehensión…
Hija Castulo: Porque yo también estaba acá
Palazuelos: ¿Entiendes? Habían invadido ya el terreno que le había vendido a Karla Lorena que se lo vendió luego… Porque lo vendió doble y lo había vendido antes…
Hija Castulo: No, no se lo vendió sino que el se cobrar con eso… Porque eres muy sucio
Palazuelos: ¿Ah, si?
En lineas expresas esa fue la discusión que se aprecia en las imágenes difundidas por diferentes medios de comunicación nacionales.
A pesar de que don Castulo Jimenez murió sin haber logrado que Palazuelos le pagar, fue su hijo Manuel Jimenez quien se encargó de continuar con la lucha justa de su padre pero nunca se imaginó que por el influyentismo de Roberto Palazuelos con su amigo el ex gobernador Roberto Borge y demás autoridades, terminarían encerrado en la cárcel por un delito armado.
Al respecto Manuel Jimenez, desde la cárcel, declaró para Reforma que fueron despojados del hotel tras el robo de documentos y con amenazas por parte del actor.
“Teniamos un acuerdo ya en la notaria de Cancún, lo cambió. Después encañonandome me amenazó que si regresaba iba a llamar a la Marina, me iban a sembrar cocaína y culpar por drogas”, relató.
Pero la historia no quedó allí, Palazuelos cumplió sus amenazas y con ayuda de sus secuaces imputaron a Manuel Jimenez por el supuesto delito de extorsión por 2 mil pesos y lo sentenciaron a 25 años de condena que esta cumpliendo en el CERESO de Chetumal.
Los errores del expediente sucio fabricado a Manuel Jiménez Sandoval, encarcelado por Roberto Palazuelos
Tulum.- Manuel Jimenez Sandoval cumple una condena injusta de 25 años luego de que su ex socio Roberto Palazuelos, aprovechándose de su influyentismo, maquilará un expediente en su contra por el delito de extorsión de 2 mil pesos.
Jiménez Sandoval es también hijo de don Castulo Jiménez a quien el actor despojó con documentos falsos de sus tierras, donde ahora se encuentra el Hotel Ahau en la zona costera de Tulum.
De acuerdo al abogado de Manuel Jiménez, el maestro Germán Felipe Ramírez Villegas en la defensa del imputado a encontrado una serie de inconsistencias en el expediente que evidencia la arbitrariedad e injusticia de la que es víctima el señor Jiménez Sandoval.
El supuesto agraviado Rubén Vázquez Quitl declaró que los 2 mil pesos se los entregó a un taxista y su acompañante pero que previamente había recibido llamadas de Manuel para acordar la entrega, lo inconsistente es que nunca se probó que allá sido el señor Jiménez quien haya recibido el dinero y tampoco se solicitaron los registros a la compañía telefónica para determinar si el número correspondía a suyo.
Por otra parte, el supuesto testigo de nombre Marco Hernández García, al momento de su declaración no fue identificado debidamente, la parte contraria refiryio no conocerlo, lo que pone en duda su existencia; se agotaron los medios más comunes y permitidos por la ley, a través de los cuales una persona pueda ser localizada, sin tener éxito, lo cual inició debido a que el domicilio donde dijo que vivía el testigo no existe o nunca fue habitado por éste; el Ministerio Público no tomó medida alguna para asegurarse de que a la postre su testigo pudiera ser localizado, a pesar de que tal testimonio constituye una prueba de cargo que él aportó en la averiguación previa; y el oferente no aportó dato o indicio alguno que permita establecer que tal ateste sí existe y con ello demostrar la veracidad de la razón de su dicho; tales circunstancias, al ser valoradas en su conjunto, deben hacer que el juzgador le niegue valor probatorio al testimonio, pues si bien es cierto que esos aspectos no se encuentran dirigidos a impugnar el contenido de la declaración, también lo es que generan una duda razonable sobre la existencia del testigo, o bien que haya una persona con sus mismas características, lo que de suyo implica que carezca de eficacia probatoria tal declaración, al provenir de alguien que quizá ni siquiera exista o que no sea verdad la razón que dio para justificar su dicho.
Otra irregularidad radica en qué los defensores de oficio como los particulares, no realizaron ningún acto procesal en beneficio de Manuel Jiménez y nunca tuvieron comunicación previo a las audiencia celebradas, fueron sinplementes espectadores de la injusticia que se estaba llevando a cabo. Es decir se violentó su derecho de contar con una defensa adecuada en su vertiente material y se vulnero también el tener un juicio adecuado.
Los anteriores son algunas de las irregularidades que presenta el expediente de Manuel Jiménez y demuestran la falsedad del delito por el que se le condenó a más de dos décadas, a petición, capricho y ambición de un hombre dedicado a cometer abusos como Roberto Palazuelos, contra los que menos tienen.
