En Quintana Roo los homicidios dolosos, que en su mayoría son ejecuciones, están relacionados en casi 90% con el tráfico de drogas y son cometidos con armas traficadas desde Estados Unidos, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
En los últimos años, debido a la pugna por territorios y ajustes de cuentas entre grupos criminales, el número de ejecuciones se disparó en los estados del país; en Quintana Roo, por ejemplo, 9 de cada 10 asesinatos son cometidos por células del narcotráfico y, en la misma proporción, con armas cada vez más sofisticadas e introducidas ilegalmente por la frontera de Estados Unidos, confirmó la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
La corrupción en Aduanas ha facilitado y resguardado las fuentes de financiamiento, redes de operación, mercados, tráfico de armas y reclutamiento de indocumentados a los grupos del narcotráfico en México.
El dinero y las armas han permitido a los cárteles obtener el poder que tienen en México.
De acuerdo con cifras del Departamento del Tesoro, cada año el narcotráfico obtiene 64 mil millones de dólares en ganancias por la venta de heroína, metanfetaminas y otras drogas a Estados Unidos.
Además de permitir a estos grupos comprar armas, el dinero proveniente de la venta de drogas en Estados Unidos también se usa para sobornar y corromper a las autoridades mexicanas, empezando por los agentes migratorios y de aduanas.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportó un incremento en el número de armas involucradas en diferentes crímenes; el uso, por ejemplo, de rifles automáticos aumentó 63% entre 2018 y 2019, así como armas de asalto con un aumento de 120%.
Además de las armas, la inmigración hacia Quintana Roo está asociada también con los índices de violencia y, en particular, con los homicidios dolosos o ejecuciones.
Porcentualmente, según cifras de la Fiscalía General del estado, casi el 80% de los asesinatos en Quintana Roo son perpetrados por gente que llega de fuera y que es reclutada por el crimen organizado.
De igual forma la inmigración que provoca que la tasa de crecimiento poblacional (2.32%) en Quintana Roo sea más del doble que la del promedio nacional (0.97%), se refleja en el número de cuerpos de víctimas de homicidio doloso que no han sido reclamados ni identificados.