Cancún.- Si bien el caso ocurrido en Tulum, en el que un camarista quedó con sobredosis después de ingerir drogas robadas a un huésped, es algo muy inusual, las adicciones al alcohol o a otras sustancias son algo común en la sociedad, y por tanto no son ajenas a los trabajadores de la hotelería.
Mario Machuca Sánchez, secretario general de la Confereración Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en Cancún, comentó que ellos cuentan con un programa de prevención de adicciones, que manejan en conjunto con el Centro de Integración Juvenil, misma que incluye unas jornadas intensivas cada año.
“Uno de los problemas serios era el alcoholismo, que es además puerta de entrada para otros problemas”, comentó. “Las empresas ya piden que tengamos estos programas”.
Muchos hoteles incluso cuentan con un alcoholímetro en el acceso, para que guardias apliquen en trabajadores que sospechen que están en estado inconveniente.
Sin embargo, el líder sindical dijo que son muy bajos los casos en que se les da de baja en esas circunstancias, porque muchos optan por no acudir.
Datos del Centro de Integración Juvenil indican que un 15% de la base trabajadores sufre de algún tipo de adicción, cifra que Machuca Sánchez estima no se han movido mucho con la pandemia.