Cancún. – El Ayuntamiento de Benito Juárez firmó un convenio con la empresa Dianco-México, la única que transforma el sargazo en fertilizante orgánico, para recibir toda la macro alga recolectada en las playas y a su vez evitar que sea depositada en áreas verdes o sepultada en las dunas costeras, informó Héctor Romero, director de la citada compañía.
En entrevista, el directivo no quiso dar detalles del acuerdo de colaboración, únicamente destacó que de esa forma se evitará contaminar los mantos acuíferos con los metales y lixiviados que se filtran al subsuelo durante la descomposición del sargazo, porque ahora será llevado a su centro de acopio que se localiza entre Cancún y Puerto Morelos, donde tienen la capacidad para recibir y transformar hasta 600 toneladas diariamente.
Reveló que después de cinco años de investigaciones y conciliación con los gobiernos, Dianco-México invirtió en una planta transformadora de sargazo para hacer fertilizante orgánico de forma automatizada, que después se comercializa entre los productores, con una proyección
“Casi todo productor, del cultivo que tú quieras, necesita utilizar fertilizante orgánico, natural, la mayoría utilizan fertilizantes químicos, porque utilizan químicos, porque no había nadie que produjera fertilizante orgánico a nivel industrial y nosotros somos la primera empresa, orgullosamente mexicana, en producirlo y con el sargazo”, resaltó.
De igual manera, indicó que proyectan recuperar su inversión dentro de tres o cuatro años, en especial ahora que están por firmar con los ayuntamientos de Puerto Morelos y Solidaridad para acopiar todo su sargazo recolectado.
Al final, insistió en que al generar fertilizante orgánico a base de dicho residuo marino se contribuye de gran forma a evitar afectaciones a los ecosistemas y a la salud de los habitantes.
“Todos los lixiviados del sargazo se filtran a los mantos acuíferos y tienen metales pesados, efectivamente se cuelan pues al agua potable, producen cáncer y una serie de cosas muy dañinas si es que se deja en la selva pudriéndose y dejando que se filtren los lixiviados al subsuelo”.