AGENCIA SIM
Cancún.- En el marco del Día Internacional contra la Violencia de Género, Rosa María Márquez, presidente del colectivo Red por la Equidad y Derechos Humanos Quintana Roo, informó que a partir de la pandemia se incrementaron los casos de violencia de género -tanto en el hogar como en espacios públicos-, tras afirmar que quien debe de atender, prevenir y erradicar la violencia en las mujeres como es el Instituto Quintanarroense de la Mujer, no lo llevó a cabo de manera puntual, como lo mandata la ley, por lo que pidió que se revise el marco jurídico que da vida al instituto y al de otras instancias, para que se pueda atender la problemática de forma puntual, señaló.
Aseveró que lejos de reducirse la violencia de género, ésta comenzó a incrementarse a partir de la pandemia del 2020, tras reconocer que actualmente Quintana Roo ocupa primeros lugares nacionales por los casos de violencia de género que se han estado registrando en toda la entidad.
“La problemática en Quintana Roo es que la mayoría de las mujeres que viven en la entidad no cuentan con un soporte de ayuda familiar en caso de violencia de género, por ser en su mayoría migrantes”, lo que la pone en desventaja frente a una pareja violenta”, dijo.
Consideró que además de atender la autoridad los casos de violencia a través del 911, estón otros organismos que las atienden como las comisiones de Atención a Víctimas y de Derechos Humanos, entre otros, que son instancias que coadyuvan en la atención a esta violencia, citó.
Mencionó que trabajan en una mesa de trabajo con el Colectivo de Búsqueda que en su mayoría son mujeres, quienes buscan poder frenar este flagelo social, que ha venido creciendo desde la pandemia y las mujeres de Quintana Roo siguen viviendo casos de violencia violencia y es algo que se debe detener.
Sobre su criterio de que la ONU haya considerado la violencia de género un problema de salud social, coincidió en ello, pero fue más allá al señalar que esta violencia es resultado de un problema integral, ya que se requiere atender no solo desde el enfoque médico para curar las heridas, sino también el psicológico y social, para poder resolverlo de fondo, ya que una mujer violentada, transmite esa violencia a otros integrantes de la familia porque las emociones se desbordan y es una situación de salud mental que incluye al violentador, aseveró.
Un factor importante que incide en este comportamiento entre la víctima y el victimario, dijo que es la indiosincracia, los valores, costumbres y tradiciones sociales, una de ellas es el secreto de familia, mismo que se guarda al interior del hogar.
