Felipe Carrillo Puerto.- La noche de ayer se calentaron los ánimos entre los habitantes católicos de la comunidad de Tixcacal Guardia y una evangelista que pretendían establecerse en el pueblo e imponer su religión.
Esta situación no fue del agrado de los pobladores pues consideran que es una falta de respeto a sus costumbres y tradiciones. Además de que instalaron su templo muy cerca del centro ceremonial.
Por este motivo, los habitantes mayas se reunieron y decidieron expulsar a esta familia del pueblo para evitar que propaguen su fé.
Tras varios minutos de enfrentar al grupo de evangelistas lograron que se fueran del pueblo.