Por Pedro Canché
Con el anuncio de AMLO de enviar a Rafael Marín Mollinedo como embajador de la Organización Mundial del Comercio, la última presión en Morena se disipa en Quintana Roo y deja todas las fichas en manos de la gobernadora.
Con 6 meses en la Agencia Nacional de Aduanas de México, ahora será sustituido por el general de división retirado André Georges Foullon.
Es para Marín Mollinedo un acierto en su carreta claro, pero deja huérfanos a sus allegados como Jorge Portilla Mánica, el secretario del Ayuntamiento de Tulum y la senadora del sur, Anahí González.
Al no tener cerca al padrino difícilmente obtendrán una candidatura para la presidencia municipal, por lo que ambos alcaldes de Cancún y Tulum, Ana Paty Peralta y Diego Castañón tienen más posibilidades de buscar ser electos para el cargo que ocupan ahora que les llegó por herencia.
Rafael Marín se suma a los “desterrados” por convicción en bien de sus carreras y la 4T como el ex gobernador Carlos Joaquín, lo que le permite a la gobernadora tener todo el tablero a su disposición y estar lista para reforzar su gabinete, estructura política y gobernanza en los próximos 4 años y meses…