Tara Longwell es una mujer oriunda de Texas, Estados Unidos, que llegó a establecerse a Tulum en busca de sanación tras haber sufrido la pérdida de uno de sus hijos y su madre pero nunca imaginó que su proceso de duelo se vería agravado cuando en busca de un lugar para vivir cayó en las artimañas de la inmobiliaria Akela y su propietario Jesús Roberto Garza Garcia.
El hijo de la mujer tenía 35 años, lamentablemente tres meses antes de cumplir 36 perdió la vida. El 4 de diciembre de 2019, dejó este mundo. Estaba dormido y el médico forense que hizo la autopsia dijo que no podía encontrar la causa. Sin infección, sin enfermedad, sin drogas, sin alcohol. La muerte del hombre fue tan extraña que no pudieron encontrar la causa.
Solo el 3 por ciento de las autopsias vuelven sin una causa. Lo más que pudieron determinar los médicos fue que probablemente la muerte se trató por actividad eléctrica del corazón.
Tara vio a su hijo a las 11:30 de la noche anterior y le dijo que lo amaba y que no me preocupaba que sería el último. Al mismo tiempo, la madre de la mujer estaba muriendo de demencia avanzada. La llevo a su casa para cuidarla. Sin embargo, la anciana falleció. Ese día de la muerte Tara y ella se encontraban sentadas durante toda la noche hasta que su corazón dejó de latir.
Tras estas lamentables partidas, Tara decidió llevar las cenizas al océano el 22 de marzo de 2021 y voló a Tulum con su hija y sus nietos en diciembre. Fue entonces cuando decidió que no quería vivir en Texas y ver y hacer todas las cosas que su hijo y su madre vieron e hicieron.
Lo único que mantiene en marcha a la dama es su hijo mediano, hija y nietos. Expresa que “Mis dos primeros amores se han ido y el dolor nunca desaparece. Los retratos son de mi hermoso hijo primogénito y mi hermosa madre. Gracias por preguntar, solo una madre amorosa puede comprender lo que significa que te falte lo mejor de ti”.
Con sentimientos encontrados, Tara asegura que fue a Tulum a buscar sanación a través de chamanes mayas porque el gran interés de su hijo fallecido era la cultura y la forma de vida de la gente maya, eso la motivó a llegar a tierras tulumnenses pero su interés de buscar alivio se vería manchado por las malas manías de Roberto Garza Garcia.
Al llegar a Tulum, Tara se puso en busca de un departamento para iniciar su nueva vida. Buscó opciones y se topó con la fantástica preventa de los departamentos de la inmobiliaria Akela que se construirían en la manzana 3 de la región 15 de Tulum.
La oferta fue atractiva y era justo lo que la mujer estaba buscando para poder establecerse en esta tierra a la que su hijo y ella le había tomado tanto cariño. Contacto a la inmobiliaria y por la módica cantidad de 1.5 millones de dólares podía apartar su departamento en el supuesto desarrollo que Akela construiría.
Sin pensarlo y con total confianza Tara apartó su apartamento y quedó en espera de la fecha de entrega.
Sin embargo, lo que la mujer desconocía eran todas las irregularidades que existían al interior de la inmobiliaria y que al final de cuentas le costarían a ella y otros compradores.
Tara nunca imaginó que el predio donde supuestamente estaría su departamento enfrentaría un litigio, toda vez que este fue adquirido de forma ilegal por Garza Garcia en complicidad con sus socios y notarios públicos corruptos del estado, quien despojaron de su patrimonio y el de su familia a la rusa mexicana Liubov Prudkovskaya.
Caso completo en:
Fue gracias a que la mujer Liubov Prudkovskaya decidió levantar la voz y hacer pública la injusticia por la que estaba atravesando que Tara Longwell también decidió hacer público el fraude del que hoy es víctima.
Ante esta situación, la afectada interpuso una denuncia Oral Mercantil con número 364/2023 en contra de AKELA DEVOLOPMENT GROUP, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE por el delito de fraude promovido en Playa del Carmen.
La víctima ha exigido a la inmobiliaria el reembolso de su dinero pero está la única respuesta que ha brindado es que las cuentas y movimiento de la empresa están congeladas por culpa del proceso legal que promovió Liubov Prudkovskaya. Siendo esta un intento de desajenarse y no devolver el dinero, cuando la rusa no tiene nada que ver en dicha congelación de cuentas.
La mujer afectada está en espera de una resolución favorable con la que pueda recuperar su dinero y finalmente obtener la paz y estabilidad emocional que llegó buscando a Tulum pero que Akela y Jesús Garza Garcia le quitaron con sus fraudes inmobiliarios.