Por Pedro Canché
El Ingreso al CERESO de Chetumal de los médicos Encarnación “N” e Hipólito “N”, señalados de robo de medicamentos oncológicos de la joven Joselyn de Felipe Carrillo Puerto, no les gustó a una veintena de chetumaleños, quienes esta noche se manifestaron enfrente del reclusorio y amenazan con cerrar esa avenida.
La doctora Encarnación tendrá que explicar ante las autoridades si los medicamentos los tomó por “equivocación”, o si alguien influyente o con dinero la convenció de dárselos en Agosto reciente.
Sin embargo las primeras investigaciones muestran un modus operandis en el área de Oncología del hospital general de Chetumal donde los medicamentos raros y escasos se lo venden al mejor postor.
El caso de la niña Joselyn Sayuri, el 1 de agosto su madre hizo viral que desaparecieron sus medicamentos de su enferma de leucemia aguda, valuados en 600 mil pesos y que comprendían 18 cajas del medicamento Blinatumomab Vial de 38.5 microgramos con un valor de 33 mil pesos por caja.
La compra que se realizó a nombre de la Casa de la Amistad para Niños con Cáncer ronda los 600 mil pesos. La empresa que emite la factura es Salud y Vida Condesa S.A. de C.V., con RFC: SVC191210DT2.
18 cajas ? no es para nada una confusión. Que falten 2 ó 3 quizás pero 18 unidades…
¿Quién influyente o con dinero compró en complicidad con los médicos el lote resguardado que puso así en peligro la vida de la joven Joselyn?
El delito cometido presuntamente por los médicos del área de oncología alcanza fianza. Tendrán que enfrentar el proceso en libertad. Así que las 25 personas que se desvelan hoy frente al Cereso pueden ir a pegar sus ojos hoy en casita. Y tendrán que ponerse en los zapatos de Joselyn y su madre, no por ser humildes y mayas tienen que ser menospreciados por los médicos y simpatizantes de la doctora, como si no tuvieran derecho a la vida.
En Agosto, la gobernadora Mara Lezama les ayudó a conseguir de nuevo los medicamentos, raros y muy caros. Y le prometió justicia por estos humildes coterráneos que alzaron la voz.
Hoy que empieza a vislumbrarse la justicia, a otros no les gusta.
Pero la justicia no es para gustos o a la carta.
La justicia también es para los humildes, ¿a poco no?
La sociedad demanda el adecuado esclarecimiento de los hechos y que sea quien sea no haya impunidad porque no se vale jugar con la vida. Qué los médicos digan quienes fueron los que se llevaron los medicamentos, que no encubran a ningún influyente o compañeros que comercializan con medicamentos ajenos.