AGENCIA SIM
Cancún.- “Yo no creo que deba estar privatizada el agua”, fueron las palabras de Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición “Juntos Seguimos Haciendo Historia” para la presidencia de México, casi al finalizar su discurso, en su primer mitín político realizado en esta ciudad, dentro de la actual campaña.
Al dirigirse a la multitud que abarrotaba el Malecón Tajamar, la aspirante a la presidencia recordó que cuando ella fue jefa de Gobierno, en la Ciudad de México, “también había una concesión para la comercialización del agua. Se acabó la concesión y yo ya no la renové. Y cuando quitamos la concesión, aumentó la recaudación del cobro del agua sin aumentar el precio del agua, sencillamente porque las cosas se hacen bien y de manera honesta”.
La morenista aclaró que expresaba una opinión y dijo después que esperaba que quien tiene la concesión en Quintana Roo (Aguakan) escuche sus palabras. Sin embargo, finalizó afirmando “hay que quitar la privatización del agua”, lo que sacó aplausos.
Este evento, el tercero de Sheinbaum en Quintana Roo, inició con bastante retraso, en parte por el retardo acumulado en los mítines en Felipe Carrillo Puerto y en Playa del Carmen, y también porque, como explicó la candidata, hubo mucho tráfico para llegar al Malecón Tajamar. Esto, pues desde horas antes de su inicio, estaba saturado de vehículos y con calles cerradas, debido a este evento político.
Sheinbaum también anunció sus dos propuestas de programas sociales: apoyo a mujeres de 60 a 64 años, además de becas a todos los niños en escuelas públicas, las que serían implementadas en un periodo de tres años.
Asimismo, enfatizó en la necesidad de continuar con el Tren Maya, para que además de llevar pasajeros, pueda transportar carga. Aunado a ello, si bien el actual gobierno ha invertido en muchas comunidades junto a este ferrocarril, “falta más, calles, agua, regularización de predios”, pues tanto Cancún como otras ciudades en Quintana Roo han crecido de forma acelerada.
La asistencia era de miles, de todas edades y estratos, varios con banderas de sus respectivos partidos. No faltaban las batucadas, las cartulinas que identificaban a los gremios o localidades. Muchos llegaron organizados en grupos traídos en autobuses y que firmaban listas de asistencia.
Antes de que terminara la candidata de dar su discurso, bandadas de personas comenzaron a retirarse, quizá previendo el caos vial que se generaría al concluir el evento.