Cancún.- Después de al menos cuatro años de litigio, un juez confirmó que el proyecto de hotel Grand Solaris, que estaba planeado a un lado de la playa “Delfines” tenía permisos viciados de origen, por lo que se ordenó al Ayuntamiento de Benito Juárez su revocación.
En entrevista, Miguel Ángel Zenteno, síndico municipal de Benito Juárez, confirmó este fallo, emitido por el Juzgado Segundo de Distrito, en favor de la la organización Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano A.C. (DMAS), que promovió un amparo en contra del proyecto, autorizado en el trienio de Remberto Estrada Barba.
En ese sentido, el funcionario precisó que dicha sentencia revocó la licencia de construcción emitida en 2018 y el cambio de uso de suelo que permitía construir 15 pisos y 450 cuartos.
Lo anterior, dijo, también deja sin efectos la Manifestación de Impacto Ambiental expedida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
Comentó que, tras este fallo, la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Benito Juárez deberá dejar insubsistente la licencia de construcción de este proyecto.
Además, la Semarnat y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas deberán iniciar el procedimiento administrativo para incluir el área en el que se iba a desarrollar este hotel.
Por su
Señaló que el fallo ordena a las autoridades estatales y municipales abstenerse de emitir autorizaciones que posibiliten infraestructura de cualquier tipo en esta zona.
Por último, el síndico agregó que lo más probable es que este empresa interpongan un recurso en contra de esta determinación judicial.
“Habrá que esperar si el interesado, en este caso Solaris, promueva algún otro recurso, pero ya tiene la orden Desarrollo Urbano para cancelar la licencia de construcción”, concluyó.
Este proyecto generó gran rechazo por parte de ambientalistas y ciudadanos en 2017, cuando iniciaron sus primeros trabajos. Luego de que afloraran irregularidades, el gobierno municipal inició un proceso de revisión, sin que se supiera más del asunto.
En 2020, la empresa erigió una barda perimetral en la zona, lo que causó enojo y derivó en un proceso de amparo por parte de la asociación ya mencionada.
Cabe destacar que el año pasado está zona fue decretada Área Natural Protegida.