Por Pedro Canché ?
¿”México”?, dijo sorprendido Julian Assange.
“Para que venga un comando y me lleve a USA, no gracias”, pensó.
El hombre de cabello plateado, enemigo número uno del Tío Sam mira por la ventana el Támesis. Prefiere Inglaterra, o quizás Francia ?? que le ofreció asilo como lo hizo México ?? en voz del presidente Obrador.
“No vaya a ser yo la moneda de cambio de ese militar Cienfuegos y en una de esas ocurrencias me entreguen a USA y los chairos lo justifiquen con sus maromas”, dijo en voz alta mientras el fresco de Diciembre le lamía la cara.
-México, ¡no! Me quedo en Europa.