Por Pedro Canché.
Cancún.- Dos hombres fornidos aprietan las manos de Brayan ‘El Sapo’ y lo sientan en el 8 B del vuelo 562 de Aeroméxico. El frío revienta en el pico el Boing 737 mientras se eleva y abajo quedan las espumas del Océano Pacífico que lamen las costas de Puerto Vallarta.
-¿Quieres agua? Pide tu último servicio de lujo a las aeromozas porque en el hotel donde dormirás hoy no hay servicio a la habitación, bromea el comandante Xavier Rosado.
Rosado y su compañero Wilbert Peñalver se desabrochan los cinturones y echan para atrás los asientos para estar cómodos. “Me pueden quitar el mío”?, dice el hombrecillo con unos grilletes en los pies y las esposas en la mano con una sudadera color café con capote que le cubre el rostro con su cubrebocas anti covid-19.
-Ni maíz. Usted se me queda quieto aquí tomando su agüita, no se me vaya a escapar por la ventana del avión jo, jo, jo”, responde Xavier Rosado.
Wilbert Peñalver cierra la cortinilla del avión y Xavier Rosado lo reprende: “deja que El Sapo disfrute el cielo, tal vez conozca de una vez a San Pedro”.
Una niña curiosa observa la escena y dice: “Mamá, ¿por qué le tienen puesto cadenas a ese señor? También va a la playa de Cancún?
-Señorita- dice el sapo a la aeromoza guiñándole el ojo- ¿me puede servir un café ☕️ con azúcar Splenda?
El peligroso Brayan “Z”, El Sapo, un colombiano nacido en Medellín -otrora dominios del capo Pablo Escobar- acusado de una triple ejecución va camino ante la justicia en Cancún escoltado por 2 elementos de la fiscalía en el Boing 737 en vuelo nocturno.
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29 de Enero de 2020, casi un año antes…
Un vehículo Mazda circulaba por la Guarnición Militar de la avenida José López Portillo y el comandante Julio y su grupo especializado contra el narcomenudeo le cerraron el paso y apuntaron con sus armas largas. El tipo de lentes no ofreció resistencia cuando varios cañones lo tenían a tiro por todos lados.
Habían sido meses de investigación por diversos delitos y el último delito las cámaras del C-4 identificaron el mismo vehículo Mazda que estuvo en la escena del crimen donde el jugador de Fútbol Americano y 2 compañeros fueron cobardemente asesinados en la Azul Bonampak.
El Brayan y sus sicarios andaban con 2 armas largas de grueso calibre, 2 cortas y una bolsa con casi un kilo de polvo blanco .
El comandante Julio ordenó ponerle el candado a los gruesos barrotes de la cárcel de la fiscalía de las oficinas contra el narcomenudeo ahí en la SuperManzana 89 de Cancún. Después, el comandante Julio se echó en el catre de su oficina y durmió profundamente esa madrugada de mucha acción. Habían capturado a Brayan El Sapo. Y lo tenían bien encerradito.
El guardia le llevó el desayuno a El Sapo. Una torta fría de jamón y queso y un bote de agua purificada. Brayan tenía puestos sus lentes. Miope de nacimiento los lentes eran su inseparable amigo. Sentado en la esquina come.
En la madrugada El Sapo descubrió que la rejita del baño que da a un lote baldío estaba floja. Decenas de presos que pasaron horas ahí mientras decidían su situación legal intentaron quitar esos barrotes de 40×40. No perdió la oportunidad y durante la madrugada le dio los últimos sacudones. Serían cerca de las 11 de la mañana cuando el esbelto criminal colombiano salió por esa ventana.
Cruzó el terreno baldío de la SuperManzana 89 y llegó a una calle. “Ando perdido”, le dijo al taxista. “Me puedes llevar a la Zona Hotelera”?
Se acomodó los tenis negros y limpio sus lentes llenos de sudor por la adrenalina. El taxi se perdió entre las viviendas y enfiló hacía la avenida Tulum para entrar en el kilómetro cero y perderse.
-Comandante Julio, el Brayan se escapó. Saltó El Sapo por la ventana.
El fiscal Oscar Montes de Oca se le pone roja la cara. Acababa de anunciar en una conferencia de prensa que atraparon a El Sapo y dos cómplices por una triple ejecución en Azul Bonampak.
Julio y el guardia fueron suspendidos de inmediato por el fiscal.
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El Parka echó a correr. Era su última oportunidad ese domingo 27 de Enero. Con 30 años y jugador de Las Panteras, el equipo de fútbol americano había sido atrapado por el Brayan y su gente y lo tenían arrodillado en un camino de terracería.
-A donde vas Parkita, dijo El Lechuza, apretando el gatillo de su Beretta.
El proyectil entró en la pantorrilla derecha , esa que le dio tantos triunfos y cayó en el suelo mientras otra bala se alojaba en los riñones. “Tráeme a ese parcero, ahora si me lo despellejo”, dijo el colombiano de 24 años mientras se limpiaba los lentes por el chorro de sudor que brotaba de su frente por la adrenalina.
Tres cuerpos con el tiro de gracia cayeron boca al cielo. Habían respirado el último oxígeno del paraíso ahí atrás del fraccionamiento azul Bonampak.
En Facebook brotaron los mensajes de despedida ese domingo aciago. La foto de Jonatan, de su perfil facebukero tenía el lazo de luto.
“Hoy el equipo Panteras Cancún está de luto, despidiendo a una pantera llena de corazón, un jugador, amigo, hijo, hermano de muchos. #02 pantera por siempre. Ahora le toca armar a las panteras en el cielo, donde nos encontraremos para seguir jugando”, fue la dedicatoria de sus compañeros.
Con el asesinato del ex gobernador Aristóteles Sandoval en Puerto Vallarta el 18 de Diciembre de 2020, la cacería que inició la fiscalía de Jaliscoencontró a varios peces flacos y gordos en el camino. Entonces al Brayan se le acabó la “Chiripa’ (suerte) de su ‘camellada’(trabajo). Dos agentes de la fiscalía, Xavier Rosado y Wilbert Peñalver fueron por el medellinense.
El Sapo baja las 24 escalinatas de la escalera auxiliar colocada a lado de la base del hangar del avión de Aeroméxico. Sus tenis Adidas Ultra boost sin cordón están a punto de salírsele de los pies y se lo acomoda. Es la madrugada del 10 de Enero. Maldice su ‘chiripa’. Hace casi un año andaba trabajando tranquilamente en Jalisco desde que se escapó.
Una fría celda sin ventanas lo recibe en el CERESO de Cancún. 6 vehículos de la FGE, Guardia Nacional y Policía Estatal lo escoltaron a esa “casa” que desde hace un año lo estaba esperando.
El oxígeno de Cancún está puro. El frío de Enero lo tiene bien limpio. Sin embargo no hay frente frío que alcance a limpiar la conciencia del Brayan.
Comunicado 014/2021-Z1
Benito Juárez, Quintana Roo a 10 de enero de 2021
*Agentes de la FGE QROO pusieron a disposición de los tribunales a Brian “Z” imputado por homicidio calificado*
**En enero del año pasado escapó de una celda tras ser detenido con armas y droga*
**Al sujeto de origen colombiano se le investiga su probable participación en el secuestro de 27 empleados de un call center*
**Se ostenta como integrante de una célula criminal relacionada con delitos de alto impacto*
Benito Juárez.- A la una de la mañana de este domingo, arribó el vuelo comercial al aeropuerto Internacional de Cancún -procedente de la Ciudad de México- en el que fue trasladado Brian “Z” quien fue recapturado en colaboración por agentes de investigación en Puerto Vallarta, Jalisco el pasado 8 de enero.
Brian “Z” fue detenido mediante una orden de aprehensión obsequiada por un juez por su probable participación en homicidio calificado.
Se investiga su relación en actividades ilícitas como secuestro, posesión de armas y drogas.
Resguardado por Policías de investigación viajó desde Puerto Vallarta a Guadalajara, después a la Ciudad de México y finalmente a Cancún.
Bajo un fuerte dispositivo de seguridad integrado por agentes de investigación, policías estatales y personal de la Guardia Nacional, fue llevado a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado para su certificación médica.
Posteriormente, fue trasladado al Centro de Readaptación Social del municipio de Benito Juárez enmedio de un fuerte dispositivo de seguridad donde ingresó en punto de las 3:00 horas.
Cabe destacar que en enero del año pasado escapó de una celda lo cual derivó en la suspensión de un vice fiscal.
Con acciones como ésta, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo cumple con su encomienda constitucional de investigar, ubicar y capturar a quienes violenten la ley y con ello la paz social.