POR KUKULKÁN
BAJO LA LUPA de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por brindar apoyo al líder de la banda rumana Florian Tudor, el magistrado borgista Carlos Lima Carvajal muy pronto será llamado a declarar presuntamente como testigo para que aclare su evidente interés personal en los asuntos jurídicos referentes a este caso, mismo que fue evidenciado por el propio “Tiburón” a través de una conversación grabada en audio y entregada como prueba ante la autoridad federal que busca extraditarlo.
EN ESA CONVERSACIÓN —difundida a nivel nacional a través del noticiero radiofónico de Ciro Gomez Leyva—, Lima Carvajal le reporta a Tudor que había sido presionado por el ahora ex secretario de seguridad pública Alberto Capella, así como por el propio presidente del Tribunal Superior de Justicia en el estado, Antonio León, para que accediera a la liberación del rumano Sandu Ioan-Laurentiu —quien estuvo preso en el penal de Cancún— a fin de que rindiera su declaración en torno a todo lo relacionado con el “Tiburón” y su banda dedicada a la clonación de tarjetas bancarias para saquear fondos de turistas extranjeros durante su estancia en el caribe mexicano.
DE ACUERDO CON EL AUDIO, el magistrado estaba encargado de su causa penal y le explicó que tuvo que liberar a Sandu supuestamente por presiones de Capella y del gobernador Carlos Joaquín, en el audio se escucha a Lima Carvajal explicando a Tudor que el entonces secretario de Seguridad Pública estatal llegó a su oficina para decirle que había interés de la embajada de Estados Unidos en tomar el testimonio de Sandu y por lo mismo se requería que lo liberara, como no accedió a la petición más tarde recibió una llamada del presidente del Tribunal diciéndole que eran órdenes expresas del mandatario estatal, contó el mismo.
SEGÚN TUDOR, el propio Lima Carvajal le manifestó que estaba dispuesto a rendir su testimonio sobre estos hechos, ya que temía por su vida aunque lo que se desprende del audio es la estrecha relación y orientación del magistrado al líder de la mafia rumana, lo cual ha causado grandes sospechas en la SEIDO porque su desempeño rompe los principios de independencia e imparcialidad en la impartición de justicia, lo cual deberá aclarar el propio togado ahora que sea llamado a declarar.
LIMA CARVAJAL llegó a convertirse en magistrado no por una destacada carrera judicial sino por imposición del ahora ex gobernador Roberto Borge con el fin de que le cubriera las espaldas a su salida a la vez de que ambos se garantizaban así impunidad por los despojos de bienes públicos y privados cometidos durante la pasada administración cuando fungió como Director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
FIEL A SU COMPROMISO, desde que ocupó el cargo en 2016 Lima Carvajal se ha dedicado precisamente a apoyar a todos los borgistas que han sido enjuiciados y han caído en la cárcel por distintos actos de corrupción. Por lo mismo, el magistrado se ha propuesto como meta ocupar la presidencia del Poder Judicial en el estado, la cual debe renovarse en enero entrante; para lograrlo se ha infiltrado como asesor legal de la alcaldesa Mara Lezama, a quien presume haberla ayudado en los temas de justicia electoral en el pasado proceso que le dieron el triunfo para ser ratificada por otros tres años.
EN EL EQUIPO CERCANO de Mara Lezama no quieren a Lima Carvajal por su prepotencia y por el riesgo que implica tenerlo cerca, a estas alturas ya es tóxico; sin embargo, el magistrado se ha encargado de presumir en público y en privado que ya es un compromiso de la alcaldesa convertirlo en presidente del Tribunal en caso de que ella sea la candidata de Morena para la sucesión en 2022. La realidad es que esa decisión no dependerá de ella sino de los tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial donde su desempeño como magistrado no ha sido bien visto.