Cancún.- De todos quienes han enfermado de COVID-19 en México, apenas un 1.3% contaba con un seguro de gastos médicos, cifra que muestra la poca penetración que tienen estos seguros en la población actualmente.
Lo anterior lo reveló Alejandro Manuel Sobera Biótegui, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Finanzas (Amasfac), en rueda de prensa en esta ciudad, para anunciar un congreso para estos profesionales a realizarse en esta ciudad durante dos días, mañana y el viernes, con la asistencia de 140 personas.
Claudia Rodríguez, presidente de la sección Cancún de esta asociación mencionó que solo el 16% de las familias mexicanas cuentan con seguro de gastos médicos; un 7% tienen sus hogares asegurados; un 23% tiene seguro de vida; y un 47% tiene seguro automotriz.
“Es impresionante la brecha de aseguramiento (porcentaje todavía sin seguro)”, comentó ella.
Quintana Roo se separa de estas cifras nacionales, pues el sector hotelero tiene a cerca del 85% de su planta laboral con seguro de gastos médicos.
En el caso de la pandemia, Sobera Biótegui señaló que se trata de la catástrofe más costosa en la historia de las aseguradoras, que ya han desembolsado 2 mil 400 millones de dólares para la cobertura de sus pólizas.
Quienes enferman de COVID-19 y están asegurados generan en promedio una cuenta hospitalaria promedio de 460 mil pesos, y si requieren cuidados intensivos, esta suma supera el millón de pesos. La cuenta más cara que ha sido cubierta por el COVID-19 fue de 25 millones de pesos, revelaron, pues incluyó un transplante de pulmón.
Se trata de montos que bien pudieran dejar a una familia sin patrimonio, comentó Sobera Biótegui, pero que puede ser asumido con tranquilidad por quienes están asegurados, sin recurrir al sector público, donde la tasa de mortandad es casi el doble, debido a la lentitud en atención.
Sobre el evento, titulado “Cambios que nos Cambian, ¿Estamos Preparados?”, tendrá como temática precisamente evaluar el impacto del COVID-19, que ha golpeado a las aseguradoras en ramos como el automotriz y el de fianzas, aunque esto se ha compensado con un incremento en los seguros de vida y de gastos médicos.