Por Pedro Canché
Los nombramiento de los esposos o parejas de las tres presidentes municipales de Morena de Felipe Carrillo Puerto, Cozumel y Othón P. Blanco deja ver el cuerpo desnutrido de Morena, un saco de huesos o una torre de cartón, sin mas lideres, sin más confidentes que su propias parejas a quienes han colocado en el Comité Estatal de Morena en Quintana Roo.
Este nepotismo, es un mensaje político de debilidad ante los otros partidos, es cierto que Morena es una torre de cartón soportado por los hilos de Andrés Manuel López Obrador y puede fortalecer al PAN, al PRD e incluso al Movimiento Ciudadano del traidor José Luis Pech.
El mensaje es claro: “no hay líderes y pues aquí va mi ganado, a quienes y en quienes nada más confío. No hay nadie más”. Más allá hacer de Morena un partido familiar, es notorio la división en los grupos y falta de engranaje para ir turnando el poder.
Mara Lezama apenas va a iniciar y su partido muestra signos de debilidad, ¿esto es una muestra de la repartición del poder en su gobierno? Lo cierto es que esto fortalece los liderazgos de la oposición donde están contentos con estos nepotismos que le dan una puñalada cerca del corazón de Morena.
Árbol genealógico en vez de organigrama.