Tulum.- Empresarios, Djs, organizadores están detrás de una serie de eventos masivos realizados en el destino, a pesar de la prohición expresa, a causa de la pandemia. El último “rave” suspendido por autoridades municipales y federales, en el balneario “Cristal”, muestra la manera en que los realizan en el clandestinaje.
Van cuatro fiestas de música electrónica suspendidas en dos semanas. Como lo ha indicado el empresariado, existe un constante arribo de visitantes al municipio en busca de estos eventos, lo que es un incentivo para este grupo, ya organizado en sus proveedurías, invitados musicales y redes de convocatoria.
Como este evento demostró, es en las redes sociales donde indican el evento, únicamente con la fecha y los Djs destacados, sin dar la ubicación, para eludir a la autoridad. Es hasta el mismo día que se publica un punto de encuentro, al que llegan los turistas y locales, pagan su tarifa, y son llevados fuera de la ciudad, a algún balneario, cenote o rancho.
De forma muy estricta, a todos se les exige apagar los celulares, para que no puedan comunicar a dónde han sido llevados ni que tomen imágenes de este evento.
Fuentes en la Dirección de Fiscalízación comentan que ante ello, han tenido que estar más atentos, en el monitoreo de estas convocatorias, y en las denuncias por parte de vecinos o ciudadanos que se percaten de estos eventos.
Una fiesta similar a esta fue destacada por la prensa estadounidense como un ejemplo de la propagación del COVID-19 en el extranjero, lo que supuso un duro golpe a la imagen del Caribe mexicano, a finales del año pasado. Ahora, con los contagios en niveles preocupantemente altos, y con riesgo de que se paralicen las actividades económicas, existe una alta presión para detener todos estos tipos de eventos.