AGENCIA SIM
Chetumal.- Mujeres que trabajan en el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo), denunciaron que algunas de sus compañeras son víctimas del acoso laboral y del maltrato por parte de sus jefes, que no solamente las intimidan, sino que también las presionan para “torcer” la ley.
La presión que ejerce el Magistrado Presidente, Sergio Avilés Demeneghi, sobre las mujeres llegó hasta su compañera, la Magistrada Claudia Carrillo Gasca, quien el asunto del recurso de Apelación RAP/001/2022 y su acumulado RAP/002/2022, que fuera interpuesto por el otrora Partido Encuentro Solidario en contra del Consejo General del Instituto Electoral de Quintana Roo, ella tuvo que emitir su voto en contra, de manera particular, pues consideró que no había materia suficiente para no devolverle el registro a tal partido.
Pero no solo ella es víctima de violencia psicológica, sino también las empleadas bajo el cargo de estos Magistrados, pues al no tolerar la postura de su colega mujer les corroe y distorsionan la información presionando a su inferior jerárquico.
Las denunciantes, que por temor a represalias guardan el anonimato, acusan total incongruencia en el Teqroo, pues mientras publican en medios de comunicación que imparten pláticas como “JDC (Juicios de Derechos Ciudadanos) contra actos de Violencia Política contra la mujer en razón de género” a los partidos políticos, con sus catos violentan ese derecho en las mujeres que laboran para ellos.
“Es a todas luces una incongruencia, pues a partir de hoy y hasta el 28 de enero estarán impartiendo el curso ‘Violencia Política contra la Mujer en Razón de Género y Financiamiento Público para el Liderazgo Político de las Mujeres’, que organizan junto con el Instituto Electoral de Quintana Roo”, destacan.
Hoy mismo, el Magistrado Presidente, afirmó “que sin duda, uno de los principales obstáculos para el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres de forma paritaria, es la violencia, por ello, se debe de actuar de manera contundente y eficaz para erradicar este fenómeno, este daño estructural, que no solo afecta a las víctimas, sino atenta contra la calidad de la democracia”.
No hay que pasar por alto la presión que ejerce sobre la jefa de Comunicación Social para sacar notas que denostaron el nombre de sus colegas, en específico el de su homóloga mujer Claudia Carrillo Gasca.