En más de $9,000 millones de pesos el gobierno de Félix González aumentó la deuda pública de Quintana Roo durante la pandemia de Influenza entre 2009 y 2011, mientras que la actual administración de Carlos Joaquín redujo en .02% el endeudamiento aún en medio de la pandemia por Covid-19 que no ha tenido precedente en la historia por haber aislado a la población, paralizado la industria, cerrado las fronteras y obligado al gobierno a invertir en infraestructura hospitalaria y apoyos a la población.
Conforme a datos oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en 2009 la deuda pública del estado ascendía a $3,743 millones de pesos. En abril de ese año se identificó el virus de influenza H1N1 que, sin embargo, fue dos veces menos transmisible que el SARS-Cov-2 de la Covid-19.
Durante esa pandemia no se requirieron, por tanto, grandes inversiones para ampliar la infraestrutura de salud con el fin de atender a miles de contagiados y aun así, la deuda estatal dio un salto al aumentar a $10,037 millones para 2010 y $13,025 millones en 2011, año en el que finalizó la gestión de Félix González.
En suma, durante la llamada “crisis por la gripe de influenza” que abarcó de 2009 a 2011, aumentaron en $9,000 millones de pesos la deuda pública, mismo monto en que aumentaría durante el quinquenio del ex gobernador Roberto Borge, quien en 2016 dejó un endeudamiento de $22,247 millones de pesos.
Al cierre de 2019, cuando se empezaba a hablar del nuevo coronavirus, la administración de Carlos Joaquín había reducido la deuda pública a $20,316 millones. En este 2021 la reducción del endeudamiento se sostuvo aunque fue menor, de un .02%, para quedar en $20,312 millones de pesos aun cuando el gobierno requirió, para enfrentar la pandemia por Covid-19, de inversiones en la ampliación hospitalaria, programas de salud en comunidades y apoyos alimentarios para paliar la crisis en los hogares mientras la economía se iba reactivando y se recuperaban la industria y los empleos.