Chetumal.- Isabel Arvide, la flamante “asesora de seguridad” de los gobernadores pubertos, Félix González Canto y Roberto Borge, ahora metida de Cónsul en Estambul, llegó a Chetumal en el vuelo donde reporteros acompañaron al presidente Andrés Manuel López que vino a Quintana Roo de gira.
En un video del periodista de la mañanera Gaspar Vela, los reporteros preguntaron a Arivide:
-¿Cuál es su experiencia diplomática? ¿Por qué está ahí?
-A mí me nombró el Presidente, porque le dio su gana nombrarme.
-¿Usted por qué aceptó?
-Porque al presidente no se le dice que no.
Isabel Arvide tiene su bastión en Chetumal y con su blog digital manejado por su hijo Bruno Cárcamo Arvide manejan paquetes publicitarios que venden al mejor postor, sus bisnes en el Caribe y su afición por los casinos en la Zona Libre como buen ludópata.
Sobre la acusación de personal diplomático contestó a reporteros:
—¿Le dijeron algo por la denuncia de maltrato laboral?
—No fue una denuncia de maltrato laboral. A ver, ustedes lo saben mejor que nadie porque ustedes como yo. Yo lo único que he sido en mi vida es periodista, entonces nosotros trabajamos, hacemos las cosas, tienes una hora para entregar la nota y no tienes pretextos. Entonces en Estambul, en el consulado había tres jovencitos, muy jóvenes universitarios, acostumbrados a no trabajar, y como la pandemia prohíbe que los puedas despedir teníamos un problema terrible desde que yo llegué, yo mandé 25, 26 escritos oficiales.
“El problema era que ellos me gritaban y me decía no me puedes correr, “y no te voy a obedecer y no voy a trabajar”, entonces cuando uno de ellos llegaba en tenis sin camiseta Y unas fachas terribles o cuando llegaban tarde, o lo que se oyó de la grabación que es el final de una discusión, una discusión muy violenta que tuvimos (y les dije) yo no voy a bajar, el consulado está en dos pisos, una casa antigua, dos pisos y yo necesitaba más gente en la parte consular, porque estamos dando más visas entonces yo le dije esta niña tienes que ayudar, tienes que bajar y ella gritaba que no me iba a obedecer.”
—¿Los trabajadores siguen ahí?
—Renunciaron, ya habían renunciado, la grabación que hicieron pública era de noviembre
—¿Para usted no aplica la disposición de no viajar en primera clase?
—Culpa es de ustedes, yo pagué 600 pesos más para poder venir en este avión porque todo el avión estaba tomado por ustedes…los periodistas.
—Había lugares atrás -respondió una reportera.
—Me dijeron qué no lo había, de todos modos yo pagué, yo pagué el avión lo que costaba, yo pagué el vuelo y costaba 600 pesos más.
—¿Algo especial ahí en primera clase?
— Una cerveza