Por Pedro Canché
Para no manchar el cierre sexenal, la magistrada Verónica Acacio brincó de panzaso el juicio político por prestar los servicios de su despacho jurídico para defender a su amigo Sergio León ex dirigente de la Coparmex y al mismo tiempo usar sus influencias para arrebatarle sus hijos a su pareja, la colombiana, Catalina Castro, en un caso de violencia intrafamiliar.
El jefe del Ejecutivo envió al Congreso la ratificación de los magistrados Dulce Balam y Gabino Medina pero no así la de la magistrada Verónica Acacio quien tendrá que irse en Noviembre. El Congreso sesionara este fin de semana para darle ratificación a Dulce y Gabino, magistrados de la era joaquinista.
El lugar de Verónica Acacio sería ocupada por la marista Flor Ruiz Cosío, muy cercana a Mara Lezama, aunque las malas lenguas dicen que por ahí un pajarito le dice a Mara que la ponga en otro lado menos en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
Sin embargo está casi decidido que Flor hará un papel clave en el TSJ a lado de Heyden Cebada, presidente que entrará en funciones el 3 de Septiembre cuando se vaya el innombrable Fito del Rosal que tiene desquiciado al sistema judicial al no pagar el software y causar perjuicios al quintanarroense.
Verónica Acacio no tendrá su juicio político pero tampoco su ratificación.
Tiene que ser terso el final y no puede mancharse por un lunar…