Política- Pagina 42

Hugo Martoccia – Mesa Chica

 

 

 

El viejo Andrés Manuel López Obrador apareció en toda su magnitud en los últimos días. Un cruce verbal con periodistas de la Ciudad de México volvió a mostrar su costado más polémico, y le dio letra a los medios de comunicación del Sistema, aquellos que harán, como ya lo han hecho, lo imposible por evitar que sea presidente.

 

En Quintana Roo, además, mostró otro de sus peores rostros. En el estado puso de manifiesto nuevamente esa capacidad para arruinar lo que ya está resuelto, o hacer difícil lo fácil. Las decisiones sobre candidaturas que tomó MORENA en las últimas horas sólo pueden explicarse de esa manera, como un error.

 

En este espacio ya se ha dicho: en Quintana Roo, esa política nacional de abrirle las puertas del partido a todo el mundo no tiene demasiado sentido. Las encuestas, y los resultados electorales del pasado, dicen que AMLO ganará en el estado sin necesidad de sumar a ningún impresentable.

 

La idea, dicen, es que no sólo gane él, sino que crezca MORENA. Todo lo que se hizo en las últimas horas parece ir en contra de esa posibilidad.

 

AMLO nunca entendió algo que los quintanarroenses tienen, aún, muy presente: el borgismo es un cáncer político que contamina todo lo que toca. Y MORENA se ha convertido en el principal refugio del borgismo residual.

 

Han sido tanto los heridos, que en las últimas horas se ha hecho casi un lugar común escuchar la frase: “Vamos a votar por AMLO; no por los candidatos locales”.

 

 

 

PLAYA DEL CARMEN

 

 

 

La designación de la diputada local Laura Beristain como candidata en Solidaridad, causó un verdadero cisma. Durante más de ocho meses, diversos sectores del partido, tanto de Playa del Carmen como de Cancún, habían realizado una quirúrgica operación política para acercar a todas las partes y buscar un candidato común.

 

Eran diversos grupos al interior de MORENA que coincidieron en la figura de Arturo Castro para esa candidatura. Hasta el pasado jueves, todos creyeron que el trabajo político iba a ser premiado. No lo fue.

 

Alrededor de Laura Beristain dan otra versión de los hechos. Dicen que la decisión de que ella esté ahí tiene que ver con las encuestas. Es una verdad a medias. La diputada estaba arriba en las encuestas, pero también sus negativos son muy grandes. En política electoral, el techo de un candidato, a cinco meses de una elección, es un dato más importante que el número del momento.

 

La realidad del tema, en el fondo, parece ser otra. No importan la operación política ni las encuestas; lo único que importa es la decisión que tome AMLO.

 

Un alto directivo panista contó que desde la misma noche del jueves comenzó a recibir llamadas de morenistas para acercarse. El riesgo es que parte de MORENA trabaje a favor de la alcaldesa Cristina Torres. Es un cálculo electoral simple; ella ya no podría reelegirse en tres años, y los morenistas, al ayudar a derrotar a Laura Beristain, se quitarán a un adversario político de encima.

 

La designación de un candidato en Solidaridad también hizo que el PES mostrara las uñas. El dirigente estatal Gregorio Sánchez dijo que ese espacio le corresponde a ellos. Y ya se anuncian impugnaciones y peleas.

 

En este caso, sin embargo, la realidad es que la dirigencia nacional de MORENA no tiene demasiadas expectativas con Greg Sánchez. Muchos esperan que en los próximos días el ex alcalde de Cancún rompa la alianza local y se concentre a competir en su feudo, donde sus votos tienen aún un valor y un precio.

 

 

 

CANCÚN

 

 

 

La designación de Mara Lezama en Cancún generó un conflicto más inexplicable. Nadie duda de que es la candidata idónea. En las encuestas de Cancún, ha sorprendido a más de uno porque a veces aparece arriba del mismo AMLO.

 

La discusión a su alrededor tiene que ver con el Cabildo. Mara dijo que quiere gente propia en esa lista. Casi a la par de ello, se canceló la Asamblea partidaria que decidiría esos espacios. El enojo de los morenistas fue mayúsculo.

 

La verdad, sin embargo, va por un camino intermedio. Mara no pidió la cancelación de esa Asamblea; ésta se canceló porque el padrón está infestado de priistas. Algo de eso se vio en Isla Mujeres, donde la Asamblea debió cancelarse porque los nombres de los militantes de MORENA habían desparecido del padrón.

 

La candidata dice que quiere un “Cabildo ciudadano” y se defiende: fue un acuerdo que hizo con el propio AMLO. En las últimas horas ha aclarado, también, que no pretende dejar fuera a todos los morenistas. “Claro que voy a buscarlos y van a tener espacios”, dijo.

 

Hay dos quejas de los militantes alrededor de esta situación. Si se hace realmente un Cabildo ciudadano, le va a faltar política, dicen. Y eso sería un suicidio político.

 

La otra opción es peor, y la explica un destacado integrante del partido: “Se puede discutir cómo armar un Cabildo ciudadano; lo que no vamos a permitir es que el Cabildo lo arme Gastón Alegre con sus amigos del PRI”.

 

 

 

OPERACIÓN CICATRIZ, INVIABLE

 

 

 

El mayor problema es que todo esto podría, y debería, resolverse con operación política. Pero ya no va quedando nadie con la autoridad moral para hacerlo. El delegado estatal, José Luis Pech, no tiene casi diálogo con una parte importante de su propio partido.

 

El hombre fuerte de MORENA en el estado, Rafael Marín, ha perdido la confianza de muchos. Su caso es especial. Se supone que es la voz de AMLO. Por eso, nadie tiene claro si su construcción política en el estado ha sido una equivocación propia, o si se trata de una “equivocación consentida” por su jefe político.

 

Lo cierto es que en las últimas horas, MORENA ha vuelto a dejar esa sensación de que cada vez que se acerca al triunfo, encuentra la forma de arruinar todo.

 

Ya lo decía el ex presidente argentino Juan Domingo Perón, luego de que un golpe militar lo derrocó. Un periodista le preguntó: “General, qué piensa hacer usted para volver al gobierno?”. El viejo y astuto político respondió: “Yo no haré nada, todo lo harán mis enemigos”. Los errores de sus enemigos, vale decirlo, lo hicieron presidente nuevamente.

 

Parece una maldición. La mejor manera de derrotar a AMLO es darle el tiempo suficiente para que cometa, una y otra vez, los mismos errores.