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Casa de Seguridad de Duarte pista clara para caso Narvarte

La presencia en la Ciudad de México de seis empresas de seguridad privada pertenecientes a Arturo Bermúdez Zurita, es un dato muy relevante para la investigación del multihomicidio del caso Narvarte que se debe aclarar, coincidieron los abogados de las víctimas David Peña Rodríguez y Karla Micheel Salas Ramírez.

Su importancia es todavía mayor si se toma en cuenta que la dirección de la empresa Seguridad Privada GPR, propiedad de Bermúdez, se encuentra a solo seis minutos del edificio en el que se cometió el quíntuple asesinato, como se desprende de un recorrido que hizo Aristegui Noticias a bordo de un automóvil.

Para Peña y Salas el hallazgo de Aristegui Noticias servirá para reforzar la petición que próximamente presentarán ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y la Fiscalía General de Veracruz, con el propósito de que realice un nuevo interrogatorio al ex Secretario de Seguridad Pública de Javier Duarte y de que se profundice en las líneas de investigación que apuntaban hacia Veracruz para esclarecer el quíntuple homicidio ocurrido el 31 de julio de 2015.

En entrevista, ambos defensores señalaron que la ubicación de las empresas de seguridad privada de Bermúdez no formó parte de la investigación en el caso Narvarte, a pesar de que Rubén Espinosa y Nadia Vera salieron de Veracruz por las amenazas y el hostigamiento del que fueron objeto por parte de las autoridades veracruzanas, particularmente del propio Arturo Bermúdez.

El hostigamiento contra activistas y comunicadores tanto en Veracruz como en la Ciudad de México , explicó Peña, en muchas ocasiones era cometido por personas vestidas de civil, con un perfil que podría corresponder a militares, policías… y guardias de seguridad privada.

“Nosotros recabamos información de activistas, defensores de derechos humanos y periodistas de Veracruz sobre la operación de personas vestidas de civil. No sabíamos si formaban parte de la Secretaría de Seguridad o no, pero eran civiles, incluso armados, que los seguían, no sólo en Veracruz; en el caso de Rubén cuando está en la Ciudad de México, en una de las entrevistas previas a su asesinato, denunció que varios hombres lo siguieron aquí, eran hombres vestidos de civil con presencia policial o militar, pero que también encajan con el perfil de un guardia privado”, detalló.

Micheel Salas denunció que las amenazas contra Rubén y Nadia por parte de autoridades veracruzanas fueron ignoradas por la Procuraduría capitalina durante las investigaciones, en un afán por descartar cualquier motivación política o periodística en los asesinatos del fotoperiodista y la activista estudiantil.

Salas Rodríguez agregó que en la primera comparecencia de Arturo Bermúdez para este caso, la Procuraduría capitalina se negó a interrogar al ex servidor público sobre el hostigamiento a periodistas y activistas por parte de personal vestido de civil o trabajando encubiertos, diligencia que ha sido solicitada al Ministerio Público una y otra vez desde el 18 de agosto del 2015.

“La presentamos el 18 de agosto del 2015, esta misma solicitud la volvimos a reintegrar el 10 de septiembre, volvimos a solicitar estas y otras diligencias donde se incluía la ampliación de la declaración, de Javier Duarte y también sobre el tema de Bermúdez Zurita. Ampliamos la solicitud de diligencia en septiembre de 2015, es decir, ha pasado más de un año y la Procuraduría no tuvo la intención de seguir esta línea de investigación que a nosotros nos parecía muy clara”, sentenció.

Cercanía de inmueble vinculado con caso Narvarte y empresas de Bermúdez

En un primer reportaje sobre la operación de las empresas de Arturo Bermúdez en la Ciudad de México, se dio a conocer que una de ellas ocupa un edificio de tres pisos en la calle Luis Spota 151, Colonia Independencia. A cinco cuadras, se encuentra una segunda dirección vinculada al ex funcionario actualmente preso: una casa ubicada en Centenario 29, colonia San Simón Ticumac, ambas en la delegación Benito Juárez.

Los dos inmuebles tienen en común su cercanía con la colonia Narvarte, también en la delegación Benito Juárez, un dato que había pasado desapercibido en las indagatorias para aclarar los asesinatos de Mile Virginia Martín, Yesenia Quiroz, Alejandra Negrete, Nadia Vera y Rubén Espinosa.

Bastan seis minutos a bordo de un automóvil para ir de Luis Spota 151, donde se encuentra la sede de Seguridad Privada GPR, a Luz Saviñón 1909, donde está el edificio en el que asesinaron a cinco inocentes. Entre ambas direcciones, hay una distancia de tan solo quince cuadras, por lo que David Peña y Micheel Salas se pronunciaron por realizar un segundo interrogatorio a Bermúdez Zurita.

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De acuerdo con Peña, la comparecencia del ex secretario de Seguridad Pública de Veracruz no sólo es relevante por las denuncias de hostigamiento que sufrieron Nadia Vera y Rubén Espinosa, sino también por la forma en que fueron asesinadas Mile Martín, Yesenia Quiroz y Alejandro Negrete. Las tres mujeres, al igual que Nadia y Rubén, recibieron un tiro certero y a poca distancia, pero sin ser a quemarropa, lo que denota entrenamiento por parte de los agresores.

“Los disparos son limpios, a corta distancia pero al contacto porque no hay quemaduras, es decir, que el arma no fue colocada sobre el cuerpo para disparar, eso quiere decir que el agresor sabe disparar y que hay un control del arma, hay tiros precisos, eso implica a alguien capacitado en el manejo de armas, sabía incluso torturar, entonces nosotros decimos que estamos hablando de un perfil policial, militar o de personal de seguridad privada que tiene esta formación técnica”, puntualizó.

Además, se va a solicitar a la procuraduría capitalina que trate de identificar el arma utilizada en el caso Narvarte, misma que hasta el día de hoy se encuentra desaparecida, a pesar de que ya hay tres detenidos y un sentenciado por el quíntuple homicidio de la colonia Narvarte.

Peña agregó que para este crimen se utilizó una pistola calibre nueve milímetros que no tenía antecedentes de uso en delitos previos, hecho que se contrapone con el uso que le darían tres delincuentes comunes involucrados en otros robos o actos ilícitos, por lo que se pronunció por indagar el armamento que las empresas de Bermúdez Zurita reportaron a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para obtener los permisos de portación para sus guardias y escoltas.

“Una de las líneas que sabíamos que se tenía que fortalecer, por la forma en la que ocurrió el asesinato en términos criminalísticos supone una actuación de una persona ordenada, el arma que se utilizó fue una pistola 9 milímetros que no es de fácil acceso, es un arma que no tiene ningún registro, ningún antecedente de uso en otros actos delictivos, si pensamos que era un arma utilizada por tres personas con el perfil de las que están detenidas, pues era probable que esa arma se hubiera utilizada en otros robos, en otras cosas, esta arma no tiene ningún registro”, explicó el litigante.

Para los abogados de las familias, la tortura en contra de las víctimas y el posible uso de un silenciador, también indican que el autor del crimen contaba con algún tipo de preparación, es decir, un perfil que corresponde a corporaciones de seguridad pública o privada, por lo que también se debe indagar a los escoltas o guardias que trabajaban en las empresas de Arturo Bermúdez al momento del caso Narvarte.

Karla Micheel Salas y David Peña Rodríguez advirtieron que para esclarecer las muertes de Rubén, Nadia, Mile, Yesenia y Alejandra, la Procuraduría capitalina está obligada profundizar en una de las líneas de investigación que intentaron descartar desde el principio: la posibilidad de que personajes veracruzanos estén vinculados con el múltiple homicidio ocurrido en la colonia Narvarte en 2015.

“La línea Veracruz que incluye a Duarte y a ex funcionarios como Bermúdez, es una línea de investigación que no está cerrada en el caso Narvarte, por eso vamos a insistir en este tema de las empresas de seguridad y vamos a pedir el listado de las personas que laboraban ahí en el momento del crimen”, concluyó.

*Esto es lo que reportó Juan Omar Fierro en Aristegui en vivo:

Rubén Espinosa, a un año de su Cobarde asesinato

Conocí a Rubén Espinosa por la noche del 16 de Junio en un café de esos que abundan en la colonia Roma, de la Ciudad de México. Lo encontré como un soldado en alerta máxima, armado hasta los dientes. No con granadas, balas o armas, sino con su amada cámara fotográfica, sus filtros, cargadores, lentes diversos, memorias. No las usó. Al menos no esa noche. Las fotos que tomó las hizo con mi celular, esa pequeña arma con la que últimamente se sienten en jaque los hombres del poder.

Lo vi en alerta, nervioso, con esos ojos que miran a todos lados sin miedo, pero con precaución. Con esa mirada inyectada en sangre que conozco muy bien y que produce el estrés cuando eres perseguido, cuando no sabes si estás seguro en la multitud y mucho menos en la soledad. Me reconoce de inmediato y me dice: “Pedro Canché, me da gusto verte. Ese Roberto Borge Angulo parece hermano gemelo de Javier Duarte”. Se refiere a los gobernadores de Quintana Roo y Veracruz respectivamente, del PRI ambos, cuyas gestiones han convertido a estos estados en los más peligrosos para ejercer el periodismo en México.

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Funge de presentador Jorge Sánchez, hijo del periodista veracruzano de La Unión, Moisés Sanchez Cereso, asesinado apenas inició el 2015. Acepto porque la revista Proceso recién había publicado el exilio forzado de este fotoreportero, especializado en coberturas de protestas, con lo cual me sentí identificado pues pasé 9 meses en prisión (del 30 de agosto de 2014 al 29 de mayo de 2015) por cubrir una protesta de los mayas contra las alzas de agua del gobierno de Quintana Roo. Hasta que un tribunal de apelaciones reconoció mi inocencia y ordenó mi libertad inmediata.
En la reunión se encontraba también un activista, una investigadora y defensora de los derechos humanos, un reportero y Nadia Vera, la activista en cuyo departamento de la Narvarte fue asesinada junto con Rubén y tres mujeres más. El tema en aquellas dos mesas y bancos incómodos de fierro colado fue el gobernador de Veracruz, Javier Duarte. Ese gobernador que come palomitas y ve a Bob Esponja en su casa, y que odia las manifestaciones y a los que le dan coberturas, como Rubén Espinosa. El Duarte cuya gestión de mano negra se refleja en el episodio de la golpiza a ocho jóvenes estudiantes y de la cual tuvimos información al día siguiente gracias a la conferencia de prensa que dio el estudiante Julian Ramírez.

Conversamos esa noche sobre las artimañas del gobernador y la represión a manifestantes y periodistas, desde las golpizas hasta los asesinatos. Le señalo a Rubén que ahí estamos los tres, perseguidos por el poder y la muerte como si fuéramos la peor de las pestes: Jorge, cuyo padre Moisés Sánchez, el periodista de Medellín, Veracruz, fue asesinado de manera cobarde por órdenes del alcalde de esa municipalidad, Omar Cruz Reyes, hoy prófugo de la justicia. El mismo Rubén, fotógrafo de Proceso, la agencia Cuartoscuro y AVC Noticias, en exilio forzado por amenazas en Veracruz. Y yo, con 18 días de haber salido de la cárcel.

Al principio no quiere la fotografía del recuerdo. Le doy mi celular y hace las fotos donde estoy con Jorge. Insisto. Finalmente acepta, pero con la condición de no publicarla hasta que el peligro haya pasado. Es Nadia Vera quien la toma. Ya encarrerados, todos nos tomamos fotos de todos.

Rubén Espinosa, Jorge Sánchez y Pedro Canché. // Foto: Nadia Vera
Rubén Espinosa, Jorge Sánchez y Pedro Canché. // Foto: Nadia Vera
Ya se han ido el reportero, la investigadora y el activista . Sólo quedamos Nadia, Rubén, Jorge y yo. Ya nos pasaron la cuenta y cada quien pagó la suya. Ya nos levantaron de la mesa y son las primeras horas del miércoles. Rubén acepta que lo entreviste y de boca jarro le pregunto si sabe quién lo persigue. Me contesta que para él es “perfectamente claro” que lo persigue el gobernador de Veracruz, Javier Duarte. “No es un cacique local, es el gobernador, el fan del dictador Franco. Por eso temo por mi vida. Por eso salgo huyendo de ese Veracruz. No quiero ser el número 13, además que es de mala suerte”, me dice riendo.

Le pregunto si considera a Duarte un coleccionista de periodistas muertos, con la complicidad del presidente Enrique Peña Nieto. “Más que coleccionista es un criminal que colecciona periodistas muertos y, por supuesto, solapado por el presidente Peña Nieto, quien ya debería haberlo destituido pero se complace en su política antiperiodista. Más que destituir hay que procesarlo, pero son parte de la misma mafia y eso lo veo lejano”, me dice.

– ¿Has soñado con la muerte?

– Si, pero creo que la muerte la dejé en Veracruz, y si pudiera buscarle cara a la muerte diría que es la del mismo Javier Duarte (vuelve a reir).

Hacemos una breve pausa y Nadia nos sugiere ir a su departamento en la Narvarte. Al ver que dudaba me dice que el lugar es “muy seguro” y que se puede caminar como en la Roma y la Condesa. Le digo que estamos hospedados muy cerca y que la casa-hotel tiene cocineta, que ahí podemos seguir la charla. Al llegar comentamos la comodidad del lugar y que Rubén anda buscando otro lugar dónde quedarse en el DF. Le ofrezco compartir el hospedaje, pero me dice que por el momento estaría con Nadia, quien en un acto de cortesía me ofrece su casa, o en su defecto, contactarme para alguno de los departamentos que rentan en su edificio. Le tomo la palabra y anoto el número de su celular, a través del cual empezamos a comunicarnos regularmente.

Le pregunto a Rubén qué lo inspira. “La gente que lucha porque este país esté mejor. Admiro a los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, a Moisés Sánchez Cereso, el periodista de Medellín asesinado. Admiro a Jorge, su hijo, porque continúa el trabajo de su padre, hacer periodismo social. Mucha gente, muchos periodistas están luchando para y están pagando el precio por no venderse”.

“Para mi es claro”, reflexiona. “Siempre que hay nuevas generaciones de periodistas está el dilema de decirle a esos recién egresados de la facultad que hay dos tipos de periodistas. Los que se venden, charolean para el gobierno, tienen varios sueldos y siempre andan en las comidas ostentosas. Esos tienen buena casa, autos, fiestas, viajes. Y están los del otro grupo, los que queremos retratar la realidad, pero de este lado recibiremos un mal sueldo, no habrá privilegios ni regalos ni premios apócrifos… el pago será (suspira) amenazas, persecución y muerte, incluso de la familia”.

Una tarde de lluvia lo esperé en Proceso. Luego a la semana siguiente saludé a Rubén en las oficinas de Artículo 19. Rubén siempre andaba desconfiado y tenía razones para ello. Su muerte horrible, su tortura, la de Nadia, la de Yesenia Quiroz y las de las otras dos mujeres me persiguen… murieron por pensar, lo que parece estar prohibido en este país porque premian a los idiotas. Bien haríamos todos en sacudirnos a los parásitos. Esos que son pocos, pero cómo friegan. Al resto, que somos muchos, nos hacen creer que estamos fregados. Ellos son nuestros empleados. Nosotros, usted y yo, mandamos. A mandar pues. A mandarlos…

* Pedro Canché (@pedrokanche) es periodista y pasó nueve meses en prisión (del 30 de agosto de 2014 al 29 de mayo de 2015) por cubrir una protesta de los mayas contra las alzas de agua del gobierno de Quintana Roo.

La mirada de Rubén al México indiferente

  • Eréndira Derbez
  •  Historiadora y artista

 

La mirada de Rubén

“Rubén era muy desenvuelto, carismático… hacía amigos rápidamente. Era alguien que la pasaba bien, que sonreía mucho. A todo el mundo le caía bien. Siempre pensaba en los demás, siempre veía qué hacer por los otros”, comenta Alejandro, amigo de Rubén Espinosa en la Ciudad de México.

Me platica sobre Rubén y me advierte que lo conoció poco tiempo, su breve amistad comenzó cuando llegó desplazado a la Ciudad de México y fue ahí que tuvo en contacto con él. Alejandro, como lo fue Rubén, es fotoperiodista.  Forma parte del colectivo Fotoreporteros MX, que nació de forma solidaria para protegerse entre todos; el colectivo se consolidó tras las protestas del 2 de octubre del 2013, en el que muchos reporteros fueron severamente agredidos mientras cubrían una manifestación en la Ciudad de México.

Veo una foto de Rubén, de pie frente a la catedral de Xalapa en una tarde neblinosa. La bruma es algo común en esta ciudad de montaña. Tiene ojos grandes y oscuros, su mirada es profunda. Algo pasa en mí que cuando la miro me siento triste. El día en que esta fotografía se tomó fue un día de protesta, el obturador captó la cara de Rubén durante una manifestación en repudio por la desaparición del periodista Moisés Sánchez Cerezo, de Medellín de Bravo, Veracruz. Nada raro había en que Rubén estuviese ahí: los derechos de los periodistas le importaban, no era alguien que se quedara callado ante las injusticias. Era un joven valiente que denunciaba los abusos y la violencia contra los informadores en el estado de Veracruz, ese Rubén valiente quedó inmortalizado en el video “Crónica de una Represión Anunciada”, publicado en el portal de Plumas Libres.

Ni el nombre de Rubén Espinoza, ni su lente son –aún- cómodos para quienes viven adictos de poder y son enemigos de la libre expresión.  Rubén sabía alzar la voz y también sabía hablar con las imágenes: tenía ese gran don para inmortalizar a algo, a alguien. “Era un excelente fotógrafo, tenía muy buenos contrastes. Sabía distinguir muy bien entre un claro y un oscuro”, me explica Alejandro. Fue alguien autodidacta, aprendió fotografía por su cuenta, y aprendió muy bien.

Su talento para la fotografía y el no quedarse callado le ocasionó enemigos, el odio que le guardaban esas personas lo condenó: clavaron en él una sentencia de muerte.  Rubén era valiente y ante el acoso denunciaba. Así lo hizo frente al fiscal de Veracruz y ante el secretario de gobierno, denunció las agresiones que sufrían él y sus colegas, habló de los orejas que iban a las manifestaciones a tomar fotografías, intimidando a la prensa y a los manifestantes.

También, de acuerdo con la Revista Proceso[1] en septiembre del 2013, el periodista fue golpeado por policías estatales en Xalapa, mientras documentaba con su cámara el violento desalojo del plantón de integrantes de la CNTE y simpatizantes, incluyendo niños, en la –entonces- Plaza Lerdo. Además, ese día, los policías le obligaron a borrar de la tarjeta de memoria a su cámara todo el material que había tomado. Rubén Espinosa interpuso una denuncia penal por lo acontecido y supuestos integrantes del gobierno estatal le ofrecieron dinero a cambio de retirarla.

El retrato que miro es de enero del 2015, Rubén se encuentra en la plaza que está entre la catedral xalapeña y el palacio de gobierno. Esta plaza, sitio muy transitado en la ciudad, ha cambiado para muchos de nombre: antes la llamábamos Plaza Lerdo, ahora es la Plaza Regina Martínez. Esta plaza es un lugar muy común para las manifestaciones, ahí han pasado todos: profesores demandando mejores condiciones de trabajo, familias repudiando el ecocidio en la la Joyita, grupos denunciando la amenaza socioambiental que implica la planta nuclear Laguna Verde, marchas del #Yosoy132Xalapa, familiares de desaparecidos e incontables actos de apropiación del espacio público y del derecho de protesta han acaecido en este lugar emblemático para la capital veracruzano.

Con una pequeña placa de latón sobre la piedra, a la plaza la renombraron como Regina Martínez, así la bautizaron personas como Rubén. Lo hicieron en abril del 2015, para honrar a una mujer periodista de la revista Proceso que murió asesinada en su casa en Xalapa el 28 de abril del 2012.

Alguien quitó la placa, nadie sabe quién, pero el 9 de junio volvieron a colocar una nueva. Rubén también estuvo ahí. Una semana después, en la madrugada, la placa volvió a desaparecer.

En los días siguientes Rubén comenzó a recibir amenazas y tuvo que regresar a la Ciudad de México, con su familia. Dejó Xalapa después de siete años de vivir ahí, “extrañaba a su novia y a su perro” me dice Alejandro. “Rubén no dormía bien, tenía miedo y nosotros le decíamos estás exagerando, estás en el DF aquí todo está tranquilo”.

“En Veracruz no hay Estado de derecho”,  dijo Rubén ante las cámaras de Rompeviento TV programa de la red Periodistas de a Pie, transmitido el 9 de julio del 2015. “Yo tuve que salir por intimidaciones (…) por sentido común, acababa de pasar el ataque a los estudiantes, a los cuales golpearon brutalmente, con machetes (…) no podemos en esta situación hacer menos cualquier tipo de agresión, de intimidación, porque no sabemos qué va a suceder”.[2]

Alejandro continúa: “No necesitaba mucho dinero, él decía que con un salario 7 mil pesos podía vivir”. Guarda unos segundos de silencio y me cuenta: “un editor de Proceso le dijo yo no te dije que vinieras, yo no te voy a pagar nada”… prefiere no decirme quién fue, pero me comenta “eso lo enojó mucho”. “Necesitaba trabajo”. Se había abierto una plaza para fotoreportero en Cuartoscuro, agencia con la que hacía freelance, a Rubén lo iban a entrevistar para ese puesto,  justo “tenía la cita unos días después del día en que lo mataron”.

A los periodistas en Veracruz se les paga muy mal, hay periódicos que les dan 50 pesos por nota, “eso es vulnerabilidad”, me explica Alejandro. Pero en la Ciudad de México tampoco las cosas están muy bien: “los medios son como empresas, si quieres estar informado tienes que mejor seguir a los periodistas”.

El viernes 31 de julio del 2015  nos enteramos por la prensa que cinco cuerpos fueron encontrados sin vida en la colonia Narvarte del Distrito Federal. El sábado supimos que uno de esos cuerpos era el de Rubén. A cuentagotas nos enteramos sobre la identidad de las otras cuatro personas: eran mujeres. Dejaron de ser “cuerpos” cuando conocimos sus nombres: Yesenia Quiroz, Alejandra Negrete, Mile Virginia Martín y Nadia Vera.

Los cuerpos presentaban rasgos de tortura y tres de las mujeres fueron violadas antes de ser asesinadas.

El hecho de que Mile Virigina Martín hubiese nacido en Colombia fue suficiente para que varios periodistas les resultara apropiado afirmar que “el caso Narvarte” fue una venganza contra “la colombiana”, a la que ligaban con el narcotráfico. Otros agregaron que las mujeres que ahí se encontraban eran prostitutas y lo que sucedió fue un “ajuste de cuentas” o un acto ocasionado por “motivos pasionales”.

Pero para muchísimas de nosotras, de nosotros, esta historia no cuadra. La gente ha salido a la calle en múltiples ocasiones, para manifestar su repudio ante los hechos y ante las improvisadas versiones de los hechos, versiones misóginas, xenófobas que encubren y  con ello violentan, aún más, las cosas.  También se han hecho presentes organizaciones colombianas que denuncian la criminalización, por motivos de origen, de la que la figura de Mile Virgina ha sido víctima.

Durante el velorio de Nadia Vera[3], en Chiapas había una cartulina que decía: “Te amamos Nadia, vete en paz, que nosotros nos quedamos en la guerra”.

No importa cuantas placas quiten, cuantas notas periodísticas se censuren, cuantas fotografías se borren. La memoria se construye diario en las sobremesas, en los mails, en los tuits, en los libros, en las columnas de los diarios y de los blogs, en las charlas de todos los días, en los salones de clase, en las calles… en las fotografías como las de Rubén Espinosa.

Publicación original

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[1] La redacción, “Asesinan en el DF a Rubén Espinoza, Fotoperiodista de Proceso”. Proceso. Agosto 1, 2015 (web).

[2] En la madrugada del 5 junio del 2015, en Xalapa, ocho jóvenes fueron agredidos por un grupo de personas que entraron a la casa donde estaban celebrando una fiesta. Fueron brutalmente golpeados con bats, machetes y palos con clavos. Tuvieron que ser trasladados, en estado de emergencia, al hospital.

[3] Amiga de Rubén, estudió en Xalapa y al igual que él participó en las protestas de #YoSoy132 Veracruz.

 

Subasta de fotos para familia Rubén Espinosa,un éxito

DSC_0258DSC_0120DSC_0105La subasta para apoyar a la familia del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril fue una fiesta como al periodista le gustaba ver la vida y obtuvo el record al lograr 206 mil 467 pesos ,superando a la del año pasado,la subasta por Gregorio( Goyo) Jiménez en donde se recaudó 130 mil pesos para su familia .

             Desde las 14 horas de este sábado hasta las 20 horas  se realizó en el Museo de Memoria y Tolerancia ,ubicado en la Ciudad de México,donde se dieron cita coleccionistas, periodistas ,aficionados a la fotografía donde pujaron entre risas por la competencia para llevarse las 139 fotografías ,sobresaliendo las de Pedro Baltierra ,fundador de la agencia Cuarto Oscuro,donde Rubén colaboraba.

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               Fotógrafos de la Revista Proceso ,como Miguel Dimayuga ,German Canseco y Alejandro Saldívar también participaron con sus obras gráficas,.Dimayuga participó con una foto del niño autodefensa, y el postor Juan Carlos Olmos martilló a “tres mil quinientos a las …tres”.

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               Baltierra participó con la foto Premio Nacional y Premio Príncipe de Asturias  donde indígenas mayas de Chiapas empujaban a militares en la zona zapatista.10 mil pesos por esta foto.Momento emotivo fue la sabusta de la foto del desaparecido Rubén,cuya foto de niño y palomas  en blanco y negro ( las fotos de Rubén tienen alma ) se vendió en 6 mil pesos.

                    Lucía Vergara ,una de las organizadoras ,su foto sobre la sonrisa de una niña indígena fue vendida en 3 mil 552 pesos.Artículo 19, el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) ,entre otras organizaciones parciparon con donativos para organizar este evento .La familia de Rubén ,en primera fila ,se conmovió por la participación que se dió en un ambiente de fiesta,como Espinosa veía la vida.DSC_0079

Foto:ErichWerner FotoXRuben
Fotos:ErichWerner y Pedro Canché FotoXRuben

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Foto X Ruben Espinosa

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Te invitamos a la subasta fotográfica en apoyo a la familia de Rubén Espinosa,  Fotoperiodista asesinado en el DF

Este próximo sábado 17 de octubre 2015, en el Museo Memoria y Tolerancia / Plaza Juárez, Centro histórico Ciudad de México

Asiste y compra fotos firmados por los campeones de la lente como Pedro ValtierraElsa MedinaAdolfo Vladimir Ulises CastellanosIván CastaneiraNicolás TaviraGuillermo AriasDavid SteckRodrigo OropezaSeñor ClickElizabeth RuizMauricio Palos, etc.

Puedes ver la fotos en http://fotoxruben.com/