Cancún.- “Un medicamento que no llega es un tratamiento que queda suspendido”, enfatizó Paulina Castillo González, presidenta en Quintana Roo de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), quien confirmó que el desabasto de fármacos cuesta vidas.
En entrevista, la activista aclaró que así como el cáncer no tiene causas claras, tampoco pueden determinar con exactitud qué hace que un paciente fallezca o sobreviva; sin embargo, no hay duda que la falta de medicamentos sí ha derivado en la muerte de niños con cáncer.
En México, el porcentaje de sobrevida en casos de cáncer es de un 51%, cuando en en muchos otros países es de un 80%, lo que es muestra de que hay muchas deficiencias por resolver, no solo en cuanto al abasto de medicamentos, sino en infraestructura de salud, especialista y principalmente en lograr la detección temprana de este mal.
Castillo González indicó que este problema de desabasto siempre ha existido en el país, pues el cáncer es una enfermedad sumanente cara, y por ello está claro que el gobierno no puede hacer esta labor a solas, sino que se necesita del esfuerzo de la ciudadanía.
La atención mediática que ha recibido este problema en los últimos años ha generado una mayor conciencia en la ciudadanía y por ende más apoyo hacia esta labor por parte de grupos como AMANC.
“Ahora ha crecido la respuesta; antes se crubaban de brazos, al creer que el gobierno es el que se cencarga de todo. Ya vieron que no es así”, explicó.
El conseguir estos medicamentos son una muestra al gobierno de que ellos hacen su parte, por lo que también llega con la exigencia para que hagan la suya y le pongan atención a la salud.
Uno de los principales problemas con conseguir los medicamentos, indicó, es que si el gobierno no los tiene, es porque no están en el país. Esto significa que deben importarlo, lo que los encarece hasta en 10 veces su costo.
En otras ocasiones, sí existe el medicamento en el país, pero en pequeñas cantidades, por debajo de lo que el gobierno necesita para una compra consolidada.
“Es distinto conseguir un medicamento a tres mil para abastecer todo el país”, mencionó.
DETECCIÓN TARDÍA
Paulina Castillo confirmó las cifras nacionales, que indican que un 75% de los casos de cáncer en niños son detectados de manera tardía, lo que no solo perjudica sus probabilidades de vida, sino que implica también un tratamiento mucho más pesado y costoso.
Existe mucha falta de informacińo sobre los síntomas del cáncer en niños, lamentó, lejanía con los centros de salud, y falta de preparación por parte del personal de los mismos, pues solo hay 200 oncopediatras en todo México.
El mensaje que le da la AMANC al personal de salud es que no tienen la obligación de detectar el cáncer, pero sí reconocer que hay un “foco rojo” o una situación fuera de sus manos, para así derivar al pequeño con un especialista.
“Que llegue el niño al especialista hoy es algo sumamente complicado”, aceptó.
