(02 de mayo, 2016).- A causa de una negligencia laboral fue cesado de su cargo Tomás Zerón, director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Lucio en 2007 con la que 22 personas perdieron la vida.
Actualmente es considerado uno de los funcionarios más cercanos a los hombres de confianza de Enrique Peña Nieto, entre ellos Humberto Castillejos Cervantes, consejero jurídico del titular del Ejecutivo, señalaron mandos de la institución federal.
Hace más de un año en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) se creó un área de inteligencia para no depender sólo de los informes y acciones que la AIC realizaba a petición de las áreas ministeriales, y que se cumplían únicamente con el aval de Zerón de Lucio
Tomás Zerón ingresó a la Policía Federal Preventiva, en la que alcanzó el grado de jefe de sección y, posteriormente, en su paso por la Secretaría de Seguridad Pública (2006/2007), fue designado coordinador de control policial.
Zerón de Lucio estuvo apenas unos meses en esa posición cuando Genaro García Luna dirigía la SSP federal, ya que fue cesado en mayo de 2007 junto con cinco mandos, debido a la “falta de coordinación logística” que permitió que un convoy de 15 vehículos recorriera más de 400 kilómetros y alrededor de 50 sicarios de grupos delictivos atacara a policías municipales de Cananea. Las balaceras se prolongaron varias horas y el saldo fue de 22 personas fallecidas.
También fue titular de la Agencia Federal de Investigación (la extinta AFI), Castillejos y Castillo fungieron como asesores del entonces procurador Rafael Macedo de la Concha; Alfredo Castillo también se desempeñó como director de planeación estratégica de la AFI.
Ya más recientemente, el procurador Jesús Murillo Karam, famoso ahora por su “verdad histórica”, creó la AIC; en ella juntó los servicios periciales y la Policía Federal Ministerial, y designó a Tomás Zerón como su titular, quien ha sido considerado un hombre clave en las investigaciones y en el caso Iguala.
Con información de La Jornada
Quiero hacer público ante los medios de comunicación mi indignación como padre y ciudadano por las omisiones que existen en el hospital general de Felipe Carrillo Puerto, debido a que el día 30/04/2016 falleció mi bebe atendido en dicho hospital por una mala atención que se le brindó a mi esposa embarazada ocasionando la muerte de mi hijo. Todo marchaba bien durante los meses de gestacion que durante este transcurso fue atendida por el médico Mares teniendo un historial totalmente estable sin complicaciones siendo un bebe sano. Ya cumpliendo sus 40 semanas de gestacion el dia 22 416 en la comunidad de Tihosuco fue atendida mi esposa por un médico que al realizar la valoración la manda a Felipe Carrillo Puerto con una hoja de urgencia para ser atendida lo más pronto posible por cesárea, por lo que al llegar a esta ciudad me dirijo a dicho hospital y la reprograman el día 25/04/2016 por el médico en turno y al acudir el día antes mencionado me brindan una hoja de referencia en donde vuelven a reprogramar parto por cesárea el día 27/04/2016 siendo la tercera vez que fue atendida cuando desde el primer día ya era de manera urgente su atención para practicarle la cesarea. Al llegar el día 27 ingresan a mi esposa en el hospital general de esta ciudad supuestamente para aplicar la cesárea, el doctor Mares que anteriormente mencionó que seria intervenida por cesárea, el da instrucciones de que se le provoque el parto normal lo cual comenzó a ser contradictorio, intentan provocarle el parto normal con pastillas y le rompen la fuente y no fue atendida quirúrgicamente, el dolor de mi esposa insoportable no fue escuchado por los médicos en turno, incluso después del día 28, segundo día que no dilataba lo suficiente no fue atendida hasta que le comenzó a salir una sustancia verdosa oscura lo que me preocupo y solo presionando al personal poco preparado, residentes entre ellos, la deciden intervenir por cesárea hasta el día 29. Mi hijo nace con el diagnóstico aparentemente sano según ellos pero me siguió preocupando la apariencia de mi hijo por la coloración azulada de su piel además de que no tuvo el primer llanto al nacer porque ingirió líquido amniótico lo que es conocido como síndrome de aspiración de meconio lo cual sucede por la tardía intervención, lo que explica el líquido verdoso oscuro antes expulsado generando una fuerte infección en mi hijo lo cual también pudo haber ocasionado la muerte de mi esposa, el personal ocultó el estado de salud de mi hijo sin importarle de mi preocupacion diciendo que todo esta bien, no lo ingresaron inmediatamente a una incubadora para darle las atenciones pertinentes sabiendo que tenia una insuficiencia respiratoria. Despues de varias horas lo ingresan a la incubadora, generando el sufrimiento para respirar de mi hijo en todo ese tiempo. Fue hasta el día 30 que me dicen que mi hijo tenia q ser trasladado a chetumal de urgencia a las 3:00 am, cuando la ambulancia llegó a las 4:30 am en pésimas condiciones sin los aparatos requeridos ni siquiera oxígeno además de que pagué por el servicio, 1 hora mas tarde durante el traslado mi bebé fallece entre mis manos. Hago un atento llamado a las autoridades municipales y estatales que esta institución esta a cargo de personas sin preparacion que no tienen ni un poco de ética profesional ni calidez humana mucho menos sensibilidad que están más preocupados por irse y no cumplir con sus horarios, sólo presentándose de manera esporádica dejando abandonados a su suerte a pacientes como mi esposa, que además de haberle practicado una ligadura, los mismos doctores pusieron en peligro su vida de ella y de mi hijo quien hoy fue la víctima además del sufrimiento antes y después del parto de ambos, pero me consta que muchos mas han pasado mi misma situación que callan por miedo, que no le queda de otra. Por otra parte también hago un llamado a las autoridades sanitarias por las condiciones antigienicas en las que laboran, ya que personalmente pude ver las instalaciones con moscas, moho, el inmueble deteriorado con oxido, sabanas en mal estado y larvas de animales. Estoy muy consciente que nada me regresará a mi bebé, pero el daño moral que ha causado en mi familia es irremediable, el coraje y trauma de mi experiencia en un día que jamás olvidaré por ser el 30 de abril recibiendo a mi hijo en este día del niño de esta manera. Mi mayor deseo es que esto no se quede impune, tendrán que responder y pagar por esta injusticia porque la vida de muchos otros sigue en peligro en manos de personas como estas que se respaldan entre ellos, debido a que al pedir informacion, me negaron rotundamente los nombres de los doctores que intervinieron a mi esposa. Hoy fui yo, el día de mañana quien sabe.
