Aquí ningún pillo se salva

La Arrolladora

Por Ariel García de la Luz K.

Eliezer Villanueva Lanz, Rafael del Pozo, Miguel Ángel Pech, Remberto Estrada, Laura Fernández, Raymundo King, Alondra Herrera, Eduardo Martínez Arcila… nadie se salva

Qué tal amables lectoras y lectores, chiquillas y chiquillos, ya llegó La Arrolladora para barrer a cuanto pillo pretenda hacer de las suyas en tierras quintanarroenses. Agradezco a don Pedro Canché Herrera que ponga a disposición su portal para este humilde tecleador. Y sin más saludos y prolegómenos, vamos a entrar en materia, porque de La Arrolladora nadie se salva.
¡Tzoc, tzuc, tzac! Como un tremendo mazazo cayó la primera orden de aprehensión contra uno de los borgistas/felixistas más repudiados en la docena trágica de Quintana Roo. Ante la oleada de quejas y protestas por la lentitud con que avanzan Rafael del Pozo Dergal, secretario de la Gestión Pública, y Miguel Ángel Pech Cen, fiscal general del Estado, contra los protagonistas de la docena trágica de Quintana Roo, finalmente la Fiscalía General tuvo que filtrar que ya había una orden de aprehensión contra uno de los personajes más nefastos de los gobiernos de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo.
Se trata de Eliezer Villanueva Lanz, el dentista metido a recolector de los dineros mal habidos en las administraciones Félix/Beto, el mismo que durante más de once años se convirtió en el terror de secretarios, subsecretarios y directores de Administración de todas las dependencias públicas en el Estado, pues su función era desempeñada con un celo propio de contador de la delincuencia organizada: todos tenían que acordar con él, tramitar los moches por cuanto contrato o concesión entregó la administración pública durante esos dos períodos, con porcentajes que iban del 15 al 30 por ciento de la inversión pública en cada caso. Nadie estaba a salvo de las largas y tupidas redes de Eliezer Villanueva.
Todos los directores de Administración formaban parte de la amplia y ramificada red recolectora del dentista Eliezer. Y aunque todos suponen a quiénes iban a parar las enormes sumas recolectadas, es evidente, por su estilo de vida y por los bienes exhibidos públicamente, que una buena parte del dinero recolectado por moches quedaba en su poder. Por eso la primera orden de aprehensión obtenida por la Fiscalía General es de suma importancia: cuando detenga (si es que puede, porque de la orden a la aprehensión podría haber un gran trecho) a Eliezer Villanueva, Miguel Ángel Pech Cen dará un golpe demoledor, pues sin duda podrá obtener información muy valiosa de los ilícitos cometidos por los colaboradores del dueto Félix/Beto.
Y decimos “si es que puede”, porque está muy claro que el nuevo fiscal general del Estado, y el gobierno de Carlos Joaquín en general, tiene una piedra que no ha podido sacarse del zapato: el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Fidel Villanueva Rivero, integrante y protector del clan Félix/Beto, y que desde el Poder Judicial mantiene puntualmente informados a los borgistas relacionados en las denuncias interpuestas y eso le permite a todos estar prevenidos y tramitar los amparos correspondientes. Antes que la orden de aprehensión llegue a la Fiscalía, cada implicado está siendo enterado por Fidel Villanueva Rivero.
No le será fácil a Miguel Ángel Pech Cen y sus muchachos encontrar a Eliezer: hace ya varios meses que abandonó su último domicilio conocido, en el exclusivo fraccionamiento Andara en Chetumal (por cierto, propiedad de un primo mutuo de Félix González Canto y Carlos Joaquín González, e incluso el propio Carlos Joaquín se instaló en ese lugar semanas antes de su toma de posesión y mientras le remodelaban la Casa de Gobierno).
Es del conocimiento público en Chetumal que después de Andara, Eliezer Villanueva se domicilió en Mérida, antes de salir del país, seguramente hacia Líbano o Miami. De ahí que pasará mucho tiempo antes de que los fiscales quintanarroenses puedan echarle el guante al recolector de moches.
Así que podríamos estar ante una llamarada de petate cuya espectacularidad se esfumará muy pronto y seguirá flotando en el ambiente la demanda ciudadana de justicia, pues todos creen que Rafael del Pozo Dergal y Miguel Ángel Pech Cen avanzan con paso de tortuga reumática.

Alexander Zetina: ciego, sordo y mudo

Cuando los bacalarenses pensaban que después de Chepe, el taquero presidente municipal, ya no podría irles peor, se encontraron con Alexander Zetina Aguiluz, quien tiene al municipio en el abandono.
Y no sólo no hay obras públicas y acciones de gobierno para atender las necesidades de la cabecera municipal y las localidades rurales, sino que además Alexander se está caracterizando por ser ciego, sordo y mudo: no ve y no oye a los ciudadanos particulares y organizados, y tampoco habla con ellos. Lo suyo, lo suyo, es el negocio. Lo aprendió muy bien desde que fue secretario general de la Sección XXV del SNTE en Quintana Roo y se dedicó a vender todas las plazas laborales disponibles con la complicidad de la entonces secretaria de Educación, Cecilia Loría Marín.
Incluso Bacalar corre el riesgo de perder el título de Pueblo Mágico, porque Alexander simplemente no ha querido trabajar de la mano con los integrantes del comité respectivo.
Otro reclamo recurrente de la población es la evidente protección de Alexander a su antecesor José Alfredo Contreras Méndez, Chepe, quien lo ayudó en la campaña, por eso ahora Alexander está haciendo todo lo posible por tapar todas las corruptelas de Chepe. Pero no podrá hacerlo por mucho tiempo, pues ya algunos regidores de su propia planilla le dieron la espalda y no aprobaron la cuenta pública 2016, que incluye los últimos meses de la gestión de Chepe y los primeros de Alexander.
Y aun así el otrora ahijado predilecto de Elba Esther Gordillo propala entre su equipo que irá por la reelección en 2018.
Pobres bacalarenses: les fue mal con el taquero Chepe y ahora les va peor con el profesor Alexander. ¿Quién podrá defenderlos? Nomás La Arrolladora.

Remberto y su Municipio de Diez… ejecuciones semanales

Conforme transcurren los meses va confirmándose lo que todos suponían: Remberto Estrada Barba no tiene ningún talento ni capacidad para gobernar el municipio más importante de Quintana Roo. En estos primeros seis meses de administración Benito Juárez se ha convertido en un polvorín en cuanto a delincuencia organizada se refiere: un día y al otro también hay ejecuciones o ataques de la delincuencia organizada contra establecimientos comerciales y empresarios o policías. Esto ha generado un clima de preocupación entre el sector empresarial, pues temen, con razón, que la violencia ahuyente inversiones y mate a la gallina de los huevos de oro que es el turismo. Y entonces todos resultarán perjudicados.
Pero además, los empresarios ven con impotencia que su presidente municipal tiene el síndrome de la gran ave: ante cada nueva ejecución o ataque a establecimientos comerciales o policías, Remberto Estrada hace lo que el avestruz: esconde la cabeza. Y ni que decir de su titular de Seguridad Pública Municipal, José Luis Jonathan Yong Mendoza. Ése es invisible. Vaya, ni Remberto ni José Luis Jonathan acudieron siquiera al sepelio del policía ejecutado la semana pasada.
A los habitantes de Benito Juárez ya les quedó algo muy claro: Remberto es verde no porque milite en el Partido Verde Ecologista, sino porque para gobernar está más verde y tierno que una pera en verano.
Pero en fin, así seguirán las cosas mientras muchos ciudadanos sigan cambiando votos por despensas. Caro, muy caro, le está saliendo a Benito Juárez haber elegido al candidato que más despensas repartió, pero que en el papel y en la realidad era el peor de todos los que estaban en campaña.

Eduardo Ovando, Carlos Cardín, Chanito… todos contra Raymundo

Quien no siente lo duro, sino lo tupido y frecuente es el todavía presidente del PRI en el estado, Raymundo King de la Rosa, quien de plano cada día está más solo. A la pública renuncia de Eduardo Ovando Martínez para sumarse a Morena, junto con un gran grupo de dirigentes de sus redes, la repulsa a Raymundo ha crecido a grado tal que figuras legendarias del PRI en el estado como Carlos Cardín Pérez abiertamente están pugnando por la salida del actual dirigente, por su notoria incapacidad para encabezar al alicaído tricolor. Otras figuras del priismo, como el diputado federal José Luis Toledo Medina, ejemplo de lo más repudiable del borgismo, también quieren a Raymundo fuera del PRI. Es decir, a Raymundo lo repudian los priistas de todos los grupos, incluidos los borgistas.
Pero es seguro que Raymundo permanecerá en el cargo al menos tres meses más: el Comité Ejecutivo Nacional del PRI no hará ningún cambio en los comités estatales antes de que pase la elección en el Estado de México. Al día siguiente, independientemente del resultado, Raymundo King deberá tener listas sus maletas, igual que Alondra Herrera Pavón, secretaria general, a quien le empieza a llegar el fuego a los aparejos: hay auditoría en el Instituto de Capacitación para el Trabajo, tras la salida de Omar, precisamente hermano de Raymundo; y ya se sabe que Alondra tiene uñas largas y facturaba con cargo al presupuesto del ICAT hasta su ropa. Pero ésa es otra historia que abordaremos con amplitud en otra oportunidad.

Laura Fernández, figura de papel

Tres son los presidentes municipales que andan gastando carretadas de dinero para publicitarse en medios de comunicación: Remberto Estrada, de Benito Juárez; Laura Fernández Piña, de Puerto Morelos; y Juan Carrillo Soberanis, de Isla Mujeres. En orden del tamaño del gasto que realizan para promoverse.
Sin duda alguna es reprobable que a pesar de las condiciones en que vive gran parte de la población de los tres municipios señalados, sus presidentes anden gastando dinero en promoción personal, en lugar de hacer obras públicas de beneficio comunitario.
Los tres están entregando pésimos resultados a los ciudadanos. Pero la más notable en este rubro es Laura Fernández Piña, que encabeza el primer ayuntamiento electo en el naciente municipio de Puerto Morelos.
Todos esperaban que Laura se dedicara a trabajar y dejar huella como primer presidenta municipal, pero Laura está dedicada a vislumbrar oportunidades de negocio, es ajena a la comunidad, desatiende a los ciudadanos y todavía no se le ve en colonias donde la corrieron con palabras altisonantes cuando anduvo en campaña.
Laura Fernández Piña es la presidenta municipal de la gente bonita, de los empresarios, de los hoteleros; a los habitantes de colonias populares los desprecia, a pesar de que son los que más votan.
Laura es una figura de papel. Paga para que todos los días hablen bien de ella en diarios, estaciones de radio y redes sociales. En eso gasta el dinero del presupuesto de Puerto Morelos. Y sueña con ser candidata a diputada federal o senadora.

Eduardo Martínez Arcila, muuuuy piojo

Muy, pero muy piojo se vio el presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, Eduardo Martínez Arcila, quien durante la semana publicitó ampliamente la entrega de equipo al Sistema Quintanarroense de Comunicación Social: una cámara de video cuyo precio no rebasa los 25 mil pesos, pero Martínez Arcila habrá gastado por lo menos diez veces más en publicitar su “generosidad”.
Vaya, en serio que fue una tremenda piojez del diputado Martínez Arcila. Justificable habría sido que llevara diez o quince cámaras similares, pues haría diferencia en el trabajo diario de la televisora oficial, pero la donación de una sola cámara realmente es ridícula. Sobre todo cuando es público y notorio el derroche insultante de recursos que hace Eduardo Martínez Arcila en su nueva vida de jeque árabe: camioneta enorme, séquito de ujieres numeroso y variopinto, asesores que atracan el erario como si asesoraran a Donald Trump o Vladimir Putin (ni siquiera los asesores de Carlos Joaquín cobran tanto, y conste que las cuatro Consultorías que dan servicio al Poder Ejecutivo no son baratas) y enjambre de nuevas secretarias.
Pero Eduardo Martínez Arcila anda aprovechando su oportunidad. Vislumbra que podría ser la única en su vida. Pobre Quintana Roo: el sucesor de Pedro Flota en el Congreso salió peor.